To The Top: ANÁLISIS
5 JUN 2018 19:37
Surcamos los cielos a golpe de grandes saltos en el nuevo, divertido y loco juego de plataformas con estilo Parkour de Panic Button. Disponible para PSVR, Vive, Rift y WMR.
El camino hasta la cima
Tras su paso por la realidad virtual de PC, el personal de Electric Hat Games y Panic Button trae a los jugadores de PSVR un título que se diferencia de prácticamente todo lo que existe actualmente en el catálogo virtual, y eso es decir mucho en un catálogo aún en construcción, en el que muchas empresas se suben al carro de determinados géneros más que exprimidos, mientras unos pocos sí estudian e investigan nuevas formas de explotar las virtudes de la realidad virtual.
Para ser justos, tampoco se trata de algo que nos vuele la cabeza o marque un nuevo estándar, pero sí ha sabido tener gran personalidad, pese a que en un primer momento podría parecer una especie de mezcla entre Sprint Vector y el famoso y venerado Mirror's Edge (El primero, claro)... nada más lejos de la realidad.
Un pequeño ejemplo de por qué nos recuerda a Mirror's Edge.
Esto de Sprint Vector no tiene nada, y de Mirrors Edge un poquito; al fin y al cabo, es una especie de simulador de Parkour, que con mi posiblemente atrofiada percepción, lo veo más como una fusión entre Mirror's Edge, Spiderman y el Planeta de los Simios, pues nuestros movimientos podrían casar más con el hombre araña o incluso con una especie de simio robótico, ya que todos los impulsos y agarres se centran en nuestras manos, perdiendo protagonismo en este caso nuestras extremidades inferiores, que ni tan siquiera existen en To the Top.
Superhéroe en pruebas
En el futuro en el que nos sitúan, somos parte de la academia "To the top", donde nos alistamos para ponernos a prueba manejando uno de los Superbots (Robots pilotados por humanos) que sirven de ayuda a los humanos, a modo de superhéroes del futuro.
Este contexto argumental es lo de menos en el juego y volvemos a estar frente a un juego de multitud de "pequeñas" fases en las que debes conseguir el mayor número de medallas posibles para desbloquear las siguientes. Personalmente no me emociona esta forma de alargar el juego y obligarte a rejugar fases, en muchas ocasiones, para poder jugar la siguiente, pero no son los primeros ni serán los últimos en utilizar esta metodología, y en cierto modo funciona para obligarnos a exprimir cada uno de los escenarios, aún más en un caso como To the top, donde tendremos varias formas de afrontarlos.
No todo son escenarios con dos únicos tonos.
¿Velocidad o exploracion?
Las fases consisten en llegar al final cuanto antes, para superar los tiempos establecidos del primer, segundo y tercer puesto; y de paso por el camino conseguir todos las geomas repartidas por el escenario para conseguir una medalla adicional, y una última si conseguimos encontrar la geoma oculta; pudiendo conseguir de este modo un máximo de 5 medallas por fase.
Las geomas nos obligan a ir por determinados caminos, que podrían no ser los elegidos en un primer momento, para llegar cuanto antes a la meta, por lo que si queremos conseguir todas las medallas del juego, lo haremos jugando partidas de Speed run, por un lado para conseguir las medallas por velocidad, y posteriormente alguna otra enfocada en buscar todas y cada una de las geomas del escenario de forma más pausada, explorando cada recoveco posible, ya que no existe un sólo camino para llegar a la meta y prácticamente en todos los casos tendremos varias rutas disponibles a nuestro alcance.
Al fondo podemos ver un par de Geomas que podremos recoger si no caemos antes al suelo.
Además de desbloquear niveles, haremos lo propio con un gran número de máscaras, guantes y torsos que podremos usar para personalizar nuestro personaje, combinando todas las variantes posibles.
Lo más bueno.
Todas estas fases están muy diferenciadas, y pese a que no estamos antes un portento técnico, ni mucho menos, estos simples escenarios, la mayoría de ellos con una limitada paleta de colores y sin apenas texturas, con un estilo similar al que ya vimos en Mirror's Edge, funciona muy bien en To the top, con buenas distancias de dibujado en bastos escenarios y con el plus de que en este caso no solo recorreremos rascacielos de grandes ciudades, sino que podremos visitar unas cuevas con aspecto de cuento, recorridas por lava que debemos evitar, puentes en los que podemos agarrarnos a los vehículos que lo transitan, coloridas ruinas, una especie de habitaciones infantiles gigantes, que igualmente debemos recorrer en el menor tiempo posible, y otros muchos escenarios muy diferentes entre sí.
Cada escenario está repleto de aquellos elementos que nos sirven de agarre para continuar nuestro camino hacia la meta, normalmente remarcados con color azul, y que conforme avanzamos en fases más adelantadas, van apareciendo algunos nuevos como plataformas móviles, otras que se rompen a los pocos segundos de agarrarnos, zonas electrificadas, y otros muchos añadidos que continuarán apareciendo en todo momento para aportar frescura durante todo el juego, aumentando nuestra "ansia" por llegar a la siguiente fase y descubrir qué nos podemos encontrar.
Además de las zonas de agarre, existirán rampas o barandillas por las que podremos "surfear" con nuestra mirada para caer en el lugar deseado, o en algunos casos tirolinas a las que agarrarnos para proseguir nuestro camino.
Estas plataformas rotatorias nos darán un buen impulso,
pero habrá que estar seguros de cuando soltarnos.
Otro punto a resaltar es la banda sonora del juego, que acompañará perfectamente nuestro camino, con canciones que nos aportan cierta relajación en un juego en el que podrían haberse decantado por temas electrónicos más rápidos, pero que en su lugar han elegido unos temas de Capyac, Mirror Mask, Night Drive, Sloom y Slip Slip, que como decimos, acompañan magistralmente cada fase con el contrapunto de que el número de temas es reducido y pronto te conocerás las melodías de memoria.
Lo menos bueno
¿Y qué ocurre cuando caemos en una zona sin elementos donde agarrarnos a nuestro alcance? Pues no ocurre a menudo porque las partes azules están por todos lados, pero cuando lo hace obliga a reiniciar desde el último punto de control que hayamos pasado, haciéndonos sentir un poco inútiles y frustrados por no poder dar dos simples pasos hasta el elemento que nos permitiría continuar nuestro camino, pero no deja de ser la mecánica del juego, porque hay que recordar que aquí no tenemos piernas, y si no tenemos una zona relativamente cercana a la que poder apuntar nuestras manos para “lanzarlas” y agarrarnos, tendremos que volver atrás.
Aparte de esto, nos hemos encontrado con algún fallo de programación en momentos puntuales relacionado con las físicas de colisión, en las que nuestro personaje se "introduce" en el escenario y automáticamente nos devuelve al último punto de control. Por suerte, no ocurre muy a menudo y por tanto es un bug que no ha conseguido empañar nuestra experiencia con este gran título.
¿Dual Shock, o mejor disfrutamos del título con Moves?
A la hora de controlar nuestros saltos, tenemos la opción de jugar con Dual Shock (Como casi siempre, recomiendo evitarlo porque lastra DEMASIADO la experiencia) y con Moves, donde cada uno de ellos será una de nuestras manos, con las que apuntaremos a cada elemento al que agarrarnos, usando los gatillos de cada mando.
En caso de soltar los gatillos de ambas manos a la vez, nos impulsaremos hacia donde estemos dirigiendo nuestra mirada, y será encadenando rápidamente saltos de este tipo cuando conseguiremos una mayor velocidad, necesaria para saltar más alto y llegar antes a la meta.
Estas son las mecánicas básicas, a las que debemos sumar la opción del giro por tramos, en el que podemos configurar la velocidad del mismo hasta convertirlo en giro suave, que personalmente apenas he usado, únicamente en las ocasiones de absoluta necesidad por la falta de 360º en PSVR, característica que he echado en falta muy pocas veces, ya que en más de una ocasión me he encontrado con el cable enrollado y dando la espalda por completo a la cámara, al haber jugado en todo momento de pie, pues considero que este título se disfruta mucho más de esta forma.
De inicio, tenemos unos blinders bastante intrusivos que rápidamente me hicieron acudir a las opciones para reducirlos/eliminarlos; pero como siempre, es una buena opción para aquellos jugadores que los necesiten para jugar con un mayor confort. En mi caso, no he sufrido el más mínimo vaivén en mi estómago o cabeza, ni tan siquiera en sesiones largas de juego, algo que en este caso se ha dado más de una vez, después de decirme a mi mismo en varias ocasiones "Venga, la última y ya lo dejo para alimentarme/dormir".
Hay mucho que saltar aquí...
Se trata de un juego de aquellos fáciles de entender, pero difíciles de dominar, y como tal; una vez adquieres práctica encadenando saltos e impulsos continuamente, la satisfacción saltando a gran velocidad por escenarios a gran altura es total y se hace muy divertido, pero no se tratará de un simple paseo, y conforme avancemos se nos hará más difícil llegar dentro de alguno de los tiempos establecidos para conseguir una, dos o tres medallas; e incluso se irá haciendo más difícil llegar al final sin más.
Tendremos que llegar a la cabeza de ese robot en movimiento.
La curva de dificultad está bien balanceada y por tanto iremos notando como la cosa se complica poco a poco, lo que sumado a la necesidad de tener un número de medallas determinado, para desbloquear cada unas de las más de 30 misiones, hace de este un juego que podría tenernos entretenidos fácilmente entre 6 y 10 horas, todo ello sin tener en cuenta su modo multijugador, que si bien no es precisamente profundo, siempre es divertido tratar de llegar a la meta cuanto antes, junto a otros amigos con los que ir compartiendo risas e improperios; incluso pudiendo juntar fuerzas para tratar de conseguir un tiempo concreto, con el resultante de la suma del conseguido por cada uno de los jugadores.
Como apunte, podemos decir que durante nuestras pruebas de partidas online, no hemos tenido muchos problemas para encontrar partidas estos primeros días.
CONCLUSIÓN
Pese a lo que pueda parecer en un primer vistazo rápido, fruto de su aspecto gráfico simple, su gran personalidad, mecánicas sencillas y muy satisfactorias, diseño y variedad de niveles, inclusión de nuevos elementos en las fases cada poco tiempo, así como una banda sonora corta pero genial acaban por situarnos frente a un juego muy a tener en cuenta en el catálogo de realidad virtual, y que a poco que te gusten las plataformas o tengas cierta nostalgia del bueno de Mirror's Edge, es un juego que no deberías dejar pasar en ningún caso.
El juego ha sido analizado en su versión para PSVR.
VRlapsus
Visores
#1 7 JUN 2018 8:03
Muy buen análisis :)
Me vicié a este juego el año pasado para SteamVR y sólo tengo elogios y buenos recuerdos.
A los que se enfrenten a él al principio y no les acabe de llegar al corazón, decirles que los primeros niveles engañan un poco y su diseño / creatividad / dificultad quizá puedan hacer pensar que "vaya rollo de juego más raro", pero luego todo mejora radicalmente.
Además es uno de esos juegos en los que hay algunos retos adicionales por conseguir a cada nivel: encontrar el emblema secreto y hacer puntuación oro. Son relativamente sencillos pero te empujan a seguir y seguir jugando contra ti mismo y contra tu puntuación anterior, sin que la dificultad sea un obstáculo exagerado.
Considero también que el diseño de algunos niveles es muy acertado en cuanto a exploración, para conseguir atajos o los emblemas secretos. El tema o la gracia está en la curva de dificultad que hará que cuando lleves unas horas, sepas moverte con mayor soltura y regreses por casualidad a niveles anteriores verás con otros ojos caminos que antes parecían imposibles.
cercata
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#2 7 JUN 2018 9:35
A ver si me pongo con el, que lo tengo en la biblioteca muerto de risa desde hace tiempo ...