Gun Club VR: ANÁLISIS
18 MAR 2019 18:15
Probamos decenas de armas reales en la notable galería de tiro construida por el equipo de The Binary Mill. Disponible para Rift, Vive, Windows MR y PSVR.
La invasión del cartón
De manos del equipo de “The binary mill” llega a nuestras manos un título donde brilla con luz propia el realismo con el que han trasladado al juego decenas de armas reales, con las que deberemos hacer frente a una gran cantidad de amenazantes cartones; o dicho de otra forma, nos situará en varias galerías de tiro con distintas mecánicas y situaciones que casi nos harán olvidar que los enemigos se tratan únicamente de simples cartones pintados con la cara del malo de turno.
Desarrollo rápido y directo
Desde el principio y pese a su sencillez general, se percibe un juego hecho con mimo y buena atención al detalle, todo ello aún estando ante un juego con un desarrollo que se asemeja a los títulos de móviles donde tendremos decenas y decenas -incluso cientos- de pequeñas fases en las que podemos conseguir un número de estrellas en función de varios factores relacionados con nuestra puntería y destreza con el arma.
Empezaremos comprando una pistola con la que superar las primeras fases clásicas de galería de tiro donde los enemigos irán apareciendo durante unos pocos segundos antes de desaparecer y perder la opción de eliminarlos; pero una vez superemos estas comenzaremos a desbloquear nuevos modos y escenarios, con cartones traicioneros que nos dispararán o aparecerán ocultos tras inofensivos rehenes, cartones zombis que se acercarán poco a poco en pequeñas hordas, un modo en el que una vez limpiada cada zona nos desplazaremos por hotspots predefinidos, o incluso situaciones con rehenes en las que tendremos muy pocos segundos para salvar a inocentes cartones de ser acribillados por sus captores.
En total, para cada tipo de arma (pistola, escopeta, francotirador, subfusil y rifle de asalto) tenemos 40 pequeños niveles por escenario que normalmente nos llevarán menos de 1 minuto, a los que hay que sumar los modos compartidos entre todas las armas como el modo zombis, el de movimiento por hotspots y otras fases tipo puzle en las que disparamos a varias dianas, por lo que si nos divierte su propuesta, tenemos juego para varias horas.
Un arsenal enorme y realista
Juegos de disparos en VR hemos visto varios, muchos, quizás demasiados. Por mis manos particularmente han pasado decenas de shooters estáticos como el que nos ocupa, pero por suerte en este título rápidamente hemos encontrado un carácter claramente diferenciador, y es que como decimos tenemos disponibles un gran número de armas en las que se ha puesto una gran atención a la hora de diseñarlas; y esto es algo que no solo afectará visualmente o a sus características de daño, puntería y demás; sino que cada una de ellas necesitará recargarse de forma manual con nuestros movimientos, del mismo modo que lo haríamos si tuviéramos en nuestras manos el arma en cuestión.
Por poner algún ejemplo, una "Eagle" requerirá el cambio de cargador y posteriormente quitar el seguro tirando hacia atrás del percutor, en un rifle francotirador debemos insertar las balas y posteriormente tirar del cerrojo después de disparar cada una de ellas, e incluso en caso de instalar un lanzagranadas en una de las armas, deberemos acordarnos de coger las granadas de nuestra chaqueta y cargarlas después de cada lanzamiento.
Cada arma tiene su diseño y metodología, y deberemos acostumbrarnos a todas ellas para sacarles el mayor partido posible.
Nosotros hemos analizado el título en PSVR, y en este caso la limitación de los Move es mucho más dolorosa de lo habitual; puesto que entre todos los tipos de armas tenemos varias que se usan a dos manos, y aquí entra en juego la oclusión de las luces de ambos mandos cuando queremos sujetarlas o por ejemplo recargar una escopeta, lo que hace que nos terminemos pasando buena parte del nivel luchando con los Move para apuntar donde queremos, estropeando en gran parte la experiencia que se busca.
Podemos mejorar el tracking subiendo la altura de la cámara para tratar de mitigar dicha oclusión, pero es muy difícil conseguir una respuesta como la que sí tenemos con las armas a una mano, aunque por suerte hay varias de estas entre Uzis y pistolas principalmente, y si hiciéramos únicamente uso de ellas, seguiremos teniendo juego para rato.
Bricolaje en la armería
Si no tenemos bastante con la gran cantidad de armas que podremos ir comprando conforme ganamos dinero en cada una de las pruebas que vamos superando, también podremos gastarlo en comprar una enorme cantidad de modificadores que aumentan la capacidad, el daño, puntería, miras telescópicas, láser, lanzagranadas y muchas otras cosas; para una vez comprados ponernos frente a nuestra mesa de trabajo donde manualmente los colocaremos en su lugar correspondiente en el arma; y es que Gun Club se aleja de aquello a lo que estamos acostumbrados en otros juegos donde por poner un ejemplo el arma empieza a emitir luz automáticamente con el simple hecho de comprar el accesorio de linterna correspondiente.
En este caso, para instalar esa linterna antes tendremos que comprar un carril donde posteriormente ajustarla, y así con cada uno de los elementos de mejora que iremos desbloqueando conforme aumentamos nuestro rango militar y nuestra cartera superando niveles; ya que, como decimos, en este título poco importa la puntuación -ni tan siquiera hay tablas de clasificación-, por lo que lo único de lo que debemos preocuparnos es de hacerlo lo mejor posible para ganar más y más dinero.
El progreso es muy satisfactorio y no necesitaremos superar muchos niveles para poder comprar nuevas armas o mejoras, por lo que continuamente tendremos la posibilidad de ir mejorando y aumentando nuestro arsenal.
Más allá de las armas
El realismo del juego continúa con un contundente y diferenciador sonido para cada una de las múltiples armas disponibles, así como unos entornos que nos introducen en una especie de almacén y una zona de guerra que lucen muy nítidos y con un aspecto general notable que luce de forma correcta para no quedarnos con una simple galería de tiro sin vida, lo que ayuda a que podamos ver enemigos que aparecen desde distintas alturas, en la lejanía o escondidos tras una ventana; aunque esto no evita que sigamos lamentando una gran falta de variedad de escenarios que le habría venido muy bien.
Por último, y aunque los cartones también se comportan como un cartón lo hace en la realidad (salvo cuando nos disparan), debemos olvidarnos de realismo en forma de sangre, animaciones o IA; aunque nuestros enemigos sí se romperán correctamente en el punto exacto en el que les acertemos, unos tendrán más resistencia que otros, caerán ante un buen headshot, e incluso nos dispararán en ocasiones; por lo que no estamos ante simples cartones de una galería de tiro cualquiera.
CONCLUSIÓN
Cuando las cosas se hacen bien, hasta un simple juego basado en lo que podríamos experimentar en una galería de tiro, se convierte en un título destacable entre los tropecientos juegos de acribillar enemigos desde posiciones estáticas.
En Gun Club tenemos muchos ingredientes para pasarnos varias horas pasándolo en grande disparando, y otras tantas comprando y configurando cada una de nuestras armas con la gran cantidad de elementos disponibles para ajustarlas a nuestro gusto y necesidades en función de cada fase, aunque lamentablemente todo ello se ve penalizado en la versión de PSVR debido a los grandes problemas de tracking con los mandos Move cuando decidimos usar armas a 2 manos.
En definitiva, si te gustan los juegos rápidos y directos, en los que una simple partida de 15 minutos puede dejarte satisfecho, Gun Club es un título a tener en cuenta.
El juego ha sido analizado en una PS4 Pro.