Espire 1: VR Operative - ANÁLISIS

Infíltrate en VR

El género del sigilo e infiltración se engendró tal como lo conocemos hoy día en la época del ordenador MSX gracias a la saga Metal Gear, de la mano del ya veterano creador nipón Hideo Kojima, y surgió más como una solución a las limitaciones de los sistemas de la época que por el afán de crear un nuevo género, ya que al forzar al jugador a evitar los enfrentamientos, se generaba una experiencia más pausada, con menos sprites necesarios en pantalla y, por tanto, menos carga para el sistema. Por esta misma razón sorprende que este género no se haya adaptado con anterioridad de la forma tradicional a la realidad virtual, ya que ha habido roces con el género, pero no de una forma tan directa y como simulación, más cuando esta experiencia pausada puede beneficiar a los de estómago débil y, de nuevo, aprovechar mejor las limitaciones de potencia actuales en el ámbito de la RV.

Sea como sea, ya tenemos entre nosotros la primera iteración seria de este género para nuestros sistemas de realidad virtual, y de hecho soportándolos prácticamente todos (la compatibilidad con Vive Cosmos está en camino). Ha llegado la hora de enfundarse la bandana virtual y deslizarnos por los conductos de ventilación.

Alta tecnología de espionaje

Aunque toma cosas prestadas de Metal Gear o Splinter Cell, en vez de introducirnos a un nuevo Solid Snake/Sam Fisher, Espire 1 nos presenta a unos drones humanoides llamados unidades Espire, que son manejados por nosotros mediante telepresencia (lo que viene siendo un símil de la realidad virtual, vaya), y es algo que el juego nos recuerda constantemente: enseñándonos nuestros controladores virtuales superpuestos a nuestras manos en ciertas ocasiones, devolviéndonos al holodeck desde donde controlamos nuestro Espire o mediante su novedoso sistema de viñeta anti mareo (se puede desactivar) con el que se generará una matriz transparente en nuestra visión periférica que nos mostrará nuestro holodeck (un terreno inmóvil) mientras que nuestra visión central y la transparencia periférica nos mostrarán el escenario en movimiento mientras caminamos. De esta forma, el usuario es capaz de desplazarse por el escenario de forma fluida, viendo lo que le rodea sin que la inmersión se rompa evitando de paso mareos a los más sensibles. Una buena solución que, además, va muy acorde con la ambientación del título (de nuevo, se puede desactivar).

Aparte de la metarealidad que todo esto supone (realidad virtual dentro de realidad virtual), a nuestra disposición se ponen ciertas habilidades con las que no contaría un humano en estas situaciones gracias a la tecnología de nuestra unidad Espire. Entre ellas se encuentran la habilidad de escalar cual Spider-Man por cualquier superficie metálica (gracias a potentes imanes), desplegar cámaras desde nuestras manos para poder alcanzar a ver lo que nos encontraremos tras esquinas o en terrenos elevados sin ser descubiertos e incluso a grandes distancias, o fuerza y dureza sobrehumanas con las que poder dejar KO a enemigos de un solo golpe en la cabeza. Durante nuestra misión activaremos además nuevos modelos Espire que incluirán otras novedosas capacidades como ralentizar el tiempo o visión de rayos X con la que poder detectar enemigos y objetos relevantes incluso a través de paredes y techos.

Contamos también con inventario magnético, lo que nos permite simplemente soltar las herramientas o armas y que se adhieran automáticamente a nuestro cuerpo, o incluso recargar el arma acercándola hacia el cargador, algo que al final acaba rebajando MUCHO la dificultad, ya que nos convierte en máquinas de agujerear enemigos. Otra funcionalidad (opcional en este caso) es la del uso de nuestro micrófono para realizar algunos comandos de voz para, por ejemplo, abrir la consola (menú de pausa/holodeck) o asaltar enemigos (soltar el emblemático "freeze!" a espaldas de un enemigo y ver cómo levanta las manos no tiene precio). Y si todo esto no fuera suficiente, contamos con una multiherramienta eléctrica que nos permite fundir torretas, noquear enemigos, abrir algunas puertas, hacer las veces de GPS e incluso reparar los nodos dañados de nuestra unidad cuando recibimos ataques por parte de nuestro enemigo.

Como veis, nuestra unidad Espire está repleta de sorpresas, algunas de ellas incluso demasiado buenas, dejando al juego un poco desequilibrado a favor del jugador, algo en lo que los desarrolladores ya están trabajando para solventar (por ejemplo, poder desactivar la recarga automática del arma ). En general todas estas habilidades dan un abanico de posibilidades bastante amplias a la hora de abordar situaciones, que sumadas a los muchos caminos posibles que ofrecen los escenarios hace que una misma misión pueda superarse de cientos de formas distintas.

No me cuentes cuentos, a mí dame malos

Volviendo a hablar de la saga Metal Gear (para que se note que me encanta), una de sus principales virtudes (según a quién le preguntes) es su profunda narrativa y lo épicos que pueden llegar a ser los eventos que ocurren en la misma, algo que Espire 1 trata de imitar, pero de lo que parece que se olvida a medida que avanza la trama. Comenzamos en nuestro holodeck mientras las personas a cargo de la misión nos ponen al día; un grupo armado ha tomado por la fuerza los laboratorios donde se desarrollaban las unidades Espire (actualmente desaprobadas por el gobierno), nuestra misión es controlar la última unidad que queda activa en las instalaciones para deslizarnos por las líneas enemigas y evitar que se hagan con el control del resto, así como abrir el bloqueo que impide el paso del ejército al centro (¿no os resulta familiar?). Hasta aquí todo bien. La cosa promete, tenemos un equipo de personas pendientes de nosotros en todo momento mediante comunicación por radio que nos va guiando en nuestros primeros pasos, utilizando el primer nivel a modo de tutorial para aprender a manejar nuestra unidad Espire.

Sin embargo a medida que avanzamos, la trama se vuelve cada vez más plana. Hay ciertos puntos relevantes durante la misión, sobre todo cuando activamos alguna unidad Espire mas avanzada y obtenemos nuevas habilidades, divisamos a alguno de los cabecillas del grupo armado o algún intento de jefe de fase, pero en general nuestro desarrollo consistirá en ir de un punto A a un punto B totalmente guiados por nuestros responsables por radio y nuestra multiherramienta para activar una nueva unidad o acceder a la siguiente área, mientras que los escenarios, en un principio bien detallados, se van tornando mas simples y repetitivos a medida que avanzamos. Pero como decía, la trama tampoco avanza, y es que desde el principio de la misión apenas ocurren eventos relevantes para la misma, simplemente seguimos avanzando (ve al punto X, recoge la llave Y, llega a la sala Z) con conversaciones que no aportan realmente nada hasta casi llegados al punto final, pero por desgracia sin muchas pretensiones y sin aprovechar del todo algunas mecánicas como la de poder controlar otras unidades Espire situadas en el complejo.

A pesar de esto, y aunque los escenarios puedan tornarse repetitivos estéticamente, la cantidad de opciones que nos brindan los escenarios hacen que una tarea sencilla (ir del punto A al punto B) acabe desembocando en un análisis previo del panorama y los recursos que contamos para ver cuál es el mejor modo de actuación. Cada sección nos brindará opciones como varios respiraderos, tuberías en el techo/paredes, distintos pasillos, el hueco del ascensor, zonas vigiladas por guardias, otras vigiladas por torretas, cámaras de seguridad, explosivos con detección láser, zonas a distintas alturas... infinidad de opciones para llegar al mismo punto, y cada una requerirá de unos recursos o habilidades totalmente distintos, y que incluso nos llevarán a tener en cuenta un plan B en caso de que algo de lo planeado salga mal, aunque a menudo dicho plan B pueda ser perfectamente acabar acribillando a tiros a todo ser móvil en las inmediaciones, cosa nada descabellada teniendo en cuenta que básicamente somos un Terminator por radiocontrol. Pero sin duda el reto (y la diversión) está en tratar de pasar desapercibido a ojos del enemigo, para lo cual tenemos infinidad de opciones.

De forma separada a toda la campaña principal, contamos con otro guiño a la saga Metal Gear (siiii, lo sé, soy un pesado) como son las clásicas "VR Missions", misiones de entrenamiento en realidad virtual que nos plantean distintos retos a superar, y que podrían servir también como un tutorial avanzado, aunque paradójicamente se nos obligue a completar algunas de ellas a mitad del desarrollo de la trama principal sin razón aparente. Aun así es un buen añadido que agradecerán los fans del género y donde encontraremos algunos retos interesantes.

Alta tecnología en fase beta

Al igual que nuestras unidades Espire, el juego parece no encontrarse todavía en fase de producción, por desgracia. Realmente esta sensación se ha percibido sobre todo en las versiones de PSVR y Oculus Quest, y los desarrolladores ya están trabajando en solventarlo. La versión de PC parece ser la más refinada y la que mejor luce técnicamente (sin sorpresas). Menús algo confusos, avisos por radio repetidos innumerables veces, una IA un tanto torpe, paredes y suelos transparentes a ojos de las patrullas, enemigos que despiertan de nuestros tranquilizantes siendo invencibles o flotando en el ambiente son algunos de los fallos comunes a todas las versiones, fallos por desgracia quizá algo comunes al lanzamiento de un nuevo juego incluso en grandes desarrolladoras. Otros mas "cantosos" han venido al realizar los ports del juego con sus consiguientes rebajas técnicas, como cristales opacos por los que nuestros enemigos pueden ver pero nosotros, otros transparentes hasta para nuestra balas, drones de cartón con falta de animaciones hasta para atacarnos o recibir daño... en fin, que como decía, parece que el juego haya salido en fase beta.

Aún con todo, estos errores no aparecen frecuentemente sino de manera puntual, y no suelen impedir que disfrutemos de la experiencia (aunque tampoco le resta importancia al hecho de que estén ahí). Espire 1 es un juego que luce genial en lo técnico en su versión de PC, y que sus ports a sistemas menos potentes, a pesar de sus bajones, siguen estando por encima de la media en general y manteniendo la jugabilidad exacta a la versión de PC. Además, los desarrolladores están continuamente escuchando a la comunidad y trabajando para solventar todos los errores reportados y mejorar el aspecto gráfico de los ports, prometiendo incluso que añadirán mas contenido al juego, tanto gratuito como de pago (una vez finalicen las correcciones y mejoras iniciales).

CONCLUSIÓN

Sin duda los errores iniciales y la falta de ambición en el contexto narrativo/ambiental del juego emborronan lo que es un gran título, que podría haber sido un juego sobresaliente recordado por muchos años. Pero los amantes del género no tienen excusa para perderse esta aventura de sigilo, que nos hará sentir verdaderos infiltrados.

Esperemos que los desarrolladores consigan solventar y mejorar todo lo que han prometido, lo que le haría ganar unos cuantos enteros acercándolo a los mejores, ya que cuenta con una jugabilidad muy bien planteada y un apartado técnico bastante decente en términos generales, muy divertido de vivir. Si todo sale bien, ojalá este Espire 1 se convierta en saga y veamos futuras entregas donde el estudio pueda ser mas ambicioso y nos haga vivir una historia que se nos quede grabada en el recuerdo. Por ahora, lo que tenemos es un juego que sienta las bases de la infiltración en realidad virtual de muy buena manera, y sin duda tenéis que probarlo.

El juego ha sido analizado con Oculus Quest.