Prison Boss VR: ANÁLISIS
2 DIC 2020 16:00
¿Un huevo encerrado en prisión haciendo trabajos a escondidas para convertirse en el "dueño" de la misma? Bienvenidos a Prison Boss VR. Disponible para Rift, SteamVR, WMR, PSVR y Quest.
Trapicheos enjaulados
Por naturaleza tendemos a dar una opinión de las cosas, videojuegos en este caso, sin siquiera darles una oportunidad, tan solo viendo una imagen por la cual juzgamos el producto en su plenitud. Es quizá el título de Trebuchet Studio uno de esos casos en los que la apariencia nos engaña totalmente para, una vez dentro de su celda, sorprendernos con un producto cuidado y asombrosamente bien resuelto.
Sí, somos un huevo. Una especie de huevo humanizado al igual que el resto de "personas" que habitan la prisión. Uno de ellos nos visitará todas las mañana: el traficante. Y sí, todas las mañanas. Y es que el juego diferencia el día y la noche, contando además los días que pasamos en prisión para ofrecernos una visión global del tiempo que pasamos entre rejas.
Por las mañanas el traficante nos ofrecerá material a cambio de dinero, además de encargos del resto de presos que, si cumplimos, ganaremos dinero para seguir "trabajando", día a día, hasta convertirnos en el "jefe" de la prisión.
Noches sin descanso
Una vez hayamos negociado lo necesario con nuestra visita, pasaremos a la noche donde trabajaremos con cuidado para que el guardia de seguridad no nos descubra.
Así, entre los barrotes de nuestra celda, tocará estar atentos a las rondas del guardia para esconder nuestro material de trabajo. Tenemos a nuestra disposición un pequeño mueble con cajón, donde guardaremos el papel y tabaco que tenemos inicialmente para fabricar unos cigarrillos que parecen ser lo más demandado por nuestros vecinos prisioneros.
Una vez terminemos el trabajo o nos quedemos sin material suficiente para continuar, podemos dar por finalizada la noche y descansar hasta la mañana siguiente, donde comerciaremos de nuevo por más material de trabajo o incluso comprar mejoras para la celda. Desde muebles donde almacenar material hasta elementos decorativos para hacer de nuestra estancia en prisión un lugar mejor y marcar un estatus de superioridad. Y aunque nos encontremos con textos en inglés, resulta todo muy intuitivo gracias al siempre acompañamiento de gráficos para mayor agilidad visual. Otra cosa es que nos cueste comprender cómo funcionan todos los menús, algo sin duda muy mejorable.
Este será el ciclo natural de nuestros días en Prison Boss VR: comerciar de día y trabajar de noche.
A medida que completemos encargos, aprenderemos a fabricar diferentes productos: desde los mencionados cigarrillos hasta tartas, pasando, por supuesto, por cartas eróticas para hacer más románticas las vidas de los demás.
De día traficaremos con los productos fabricados durante la noche anterior sin ser detectados por el guardia de seguridad
Todos los objetos o productos a construir comparten materiales entre sí, por lo que será muy importante saber qué es lo que debemos fabricar para realizar los encargos, ganar dinero y seguir comprando material para llevar a cabo todo de forma correcta.
Sin duda, toda una labor de gestión a la que se suma el estrés de no ser detectados por el guardia mientras hacemos todos tipo de gestos con los PS Move durante el proceso de fabricación. Aunque no lo parezca, sudaremos tinta en nuestras noches de duro trabajo.
Liar los cigarrillos, escribir una carta o picar piedra son algunas de las acciones que repetiremos dentro de nuestra celda a lo largo de incontables noches… Y es que, probablemente, el mayor problema del título es precisamente lo repetitivo que se torna al poco tiempo de jugar.
Varias prisiones, un solo jefe
Al realizar todos los encargos de una prisión pasaremos por otras diferentes hasta ser el jefe de todas ellas tras unas cuantas horas de juego (y ejercicio), dependiendo de la habilidad del jugador y algún que otro inconveniente con las físicas.
La repetición es el mayor de sus problemas
Con todo, Prison Boss puede resultar demasiado similar durante su desarrollo. Es cierto que tenemos cada vez más objetos a fabricar y más componentes a tener en cuenta, pero no dejar de ser un juego de gestión, los cuales tienen este hándicap que todos conocemos.
Por suerte, el sentido del humor que destila ayuda a que todo sea mucho más llevadero, y cabe mencionar que cada objeto a fabricar nos enseñan a hacerlo a través de unas diapositivas, cual película de cine mudo, a modo de cosas que NO debemos hacer en prisión. Todo el juego destila ese aire desenfadado a la vez que surrealista y le otorga una personalidad más que necesaria.
CONCLUSIÓN
Prison Boss VR es un título de gestión muy bien diseñado que sabe combinar acertadamente sus bazas en este ámbito junto a las ventajas de la realidad virtual, en las que daremos un uso intensivo a los controles por movimiento jugando muy bien con el espacio físico de nuestro alrededor.
Si no nos dejamos llevar por su poco agradecido y limitado aspecto visual, encontraremos un producto hecho con cuidado, bien resuelto, aunque con algunos problemas de usabilidad en cuanto a físicas e interfaz. Más allá de esto, el título de los franceses Trebuchet es una buena propuesta si buscas algo diferente, aunque acabe tornándose repetitiva demasiado pronto.
Análisis realizado en la versión de PSVR con Playstation 4 Pro.