Ghostbusters: Rise of the Ghost Lord - ANÁLISIS

La hora de la llamada

Espeluznante. Los primeros minutos con Ghostbusters: Rise of the Ghost Lord es todo lo que los fans de la serie llevan (llevamos) esperando demasiado tiempo. Con el detector de entes en mano cruzamos una misteriosa mansión en la que parecen ocurrir sucesos paranormales. Siguiendo las señales que detecta el artilugio llegamos hasta un sótano donde un fantasma de ojos saltones aparece frente a nosotros para después dar paso a la inmortal tonada de la serie.

De forma inconsciente y con una sonrisa de oreja a oreja movemos la cabeza a su compás mientras aparecemos junto a tres jugadores más en la base de nuestros héroes. Es el momento de partir en nuestra primera cacería online. Hasta aquí nDreams nos tiene ganados con una definición de imagen sorprendentemente nítida y una apariencia visual a lo Fracked que funciona de cine (nuestros guantes parecen extraídos directamente de aquel juego).

Antes de salir con el Ecto-1 podemos elegir nuestro aspecto de entre unos predeterminados (sí, los hay desbloqueables) y cotillear por la base donde tenemos una impresora 3D con la que mejorar el cañón de plasma, las trampas y el propio detector. También hay con una sala de tiro donde esperar la llegada de compañeros de viaje mientras afinamos la puntería. La primera misión a solas sirve de introducción narrativa (voces en inglés con subtítulos en español) a los sucesos que dan nombre a Ghostbusters: Rise of the Ghost Lord para ahora sí, responder a la llamada.

Siempre en equipo

La propuesta de Sony Pictures cuenta con una base jugable muy interesante que irremediablemente nos recuerda en cierta medida a la saga Luigi’s Mansion. Aquí de lo que se trata es de cazar fantasmas y para ello contamos con nuestro inestimable cañón de protones. Los fantasmas más pequeños serán pan comido y se desintegrarán al recibir los impactos pero los grandes y más peligrosos requerirán de paciencia. Mucha paciencia. En primera instancia debilitamos una suerte de escudo (una barra azul) para después reducir su vida.

Esta, representada por una barra naranja, exige tirar del fantasma para reducirla a mayor velocidad y lanzar la trampa que tenemos en nuestro cinturón cuando alcance su mínimo para capturarlo. Fácil, ¿no? Lo cierto es que sí y quizá sea el punto flaco de su propuesta. A medio plazo sentimos que Ghostbusters: Rise of the Ghost Lord basará su reto en la paciencia que comentábamos. Porque al final todo depende de la resistencia que ofrecen estos espíritus.

La investigación temiendo que nos asalte un fantasma a la cara desaparece para convertirse en un shooter de gatillo fácil

Los rivales más duros ofrecen algunos patrones de ataque más complejos, más allá de escupir "balas", y también diferentes partes a las que atacar, pero pasamos demasiado tiempo con el gatillo presionado (bastante bien tema de resistencias por cierto). Las partidas acaban sintiéndose muy similares entre sí y parte de los quince minutos que suelen durar estamos luchando contra el "jefe" de turno ya que es el de mayor vitalidad. No es necesariamente malo y After the Fall demuestra que la acción gusta y funciona.

Pero, sinceramente, esperábamos más del universo de los cazafantasmas. El detector se utiliza de forma mecanizada en cierto tipo de misiones buscando objetos con altos indicios espectrales para llevarlos a una máquina central y llamar la atención de un enemigo más grande. Y quizá no esperaríamos algo más si no contáramos con unos primeros minutos del juego fascinantes. La investigación temiendo que nos asalte un fantasma a la cara desaparece para convertirse en un shooter de gatillo fácil.

Los más duros de roer tienen varios puntos a destruir.

Temiendo por su vida

Ghostbusters: Rise of the Ghost Lord juega todas sus bazas a una experiencia multijugador de unos pocos escenarios. La progresión no son más que mejoras de estadísticas del arma, algunos skins del avatar y gimmicks como elementos de distracción (globos con diferentes aspectos) o torretas que tampoco aportan mucho. Al final jugamos sabiendo que su vida útil se acabará más pronto que tarde a pesar de contar con una jugabilidad lo suficientemente satisfactoria como para soportar el paso de las horas.

nDreams, a sabiendas de ello, han sido listos dividiendo los escenarios en zonas no siempre accesibles en todas las partidas, aportando mayor variedad y aleatoriedad aunque demasiado pequeñas. Si a esto le sumas objetivos diferentes en cada partida todo empieza a sonar mejor. Para comenzar tenemos el modo Exorcismo que comentábamos anteriormente. En él debemos localizar unos objetos mediante el detector para enfrentarnos al jefe del nivel. On the Clock es el más frenético de todos derrotando a tiempo a tres espectros.

Al final jugamos sabiendo que su vida útil se acabará más pronto que tarde a pesar de contar con una jugabilidad lo suficientemente satisfactoria como para soportar el paso de las horas.

Por contra, Giga Trap Retrieval puede ser el menos satisfactorio donde tenemos que transportar una trampa gigante hasta el inicio del nivel. ¿El problema? Uno de los jugadores es el encargado de ello no pudiendo hacer otra cosa. Sin movimientos bruscos para que no escapen muchos espíritus mientras esquiva balas rivales para no soltar la trampa. Algo peligroso ya que si pasa mucho tiempo sin nadie a su cargo acabará la misión. Lo suyo es colaborar pasándola a otros miembros del grupo, pero deben estar por la labor...

Para el final hemos dejado Harvester. Un cóctel de todos los anteriores buscando partes de una maquina rota con el detector donde encerrar el mayor número de fantasmas posible. Como imagináis afrontar dichos niveles en compañía los hace mucho más divertidos, colaborando y estirando el chicle de la monotonía de forma más natural. Atacar al unísono al mismo espectro, chocar la manos del compañero caído antes de que pase a mejor vida y lanzar la trampa en el momento justo son las claves de su oferta.

La última pieza necesaria para poner en marcha la máquina y que lleguen más entes.

Mucho a demostrar

El crossplay hace que encontremos partidas sin problemas de forma casi inmediata, y aunque echemos en falta algo de comunicación no verbal (emoticonos o similares) si no queremos utilizar el chat de voz, es una alegría saber que hay tanta gente disfrutando del título. Precisamente por eso Ghostbusters: Rise of the Ghost Lord debe aclarar pronto su hoja de ruta para los próximos meses y conseguir que la gente quiera seguir atrapando fantasmas.

Porque el resto de ingredientes los tiene. Si bien el apartado técnico no es especialmente destacable, su definición y efectos gráficos suplen a la perfección esto para que visualmente resulte muy llamativo. Es cierto que el diseño de los enemigos es algo discutible, con formas que en ocasiones recuerdan más a gérmenes o virus que a fantasmas como tal. Pero la fluidez hace que todo esto se olvide rápidamente. Además, las funciones hápticas y del visor, incluyendo seguimiento ocular como ayuda para mejorar el apuntado, saben cumplir en PSVR2.

Si bien el apartado técnico no es destacable, visualmente resulta muy llamativo y sabe cumplir con las funciones únicas de PSVR2

Puede que no tengamos un loot shooter como After the Fall, pero sí las mismas pretensiones a la hora de jugar con otros jugadores. Porque si lo nuestro es ser solitarios, a pesar de tener un compañero espectral, no resulta ni por asomo igual de entretenido y peca de repetitividad demasiado pronto. Encontramos pocos tipos de fantasmas y sus patrones resultan demasiado similares por lo que al final, las más de 40 misiones disponibles, se antojan excesivas por no ofrecer un contenido interesante durante tanto tiempo. En cualquier caso al jugar online será fácil entrar en partidas con la última misión disponible, sin necesidad de haber completado el resto.

La aleatoriedad de estas obviamente fomenta una historia totalmente transitoria entre la misión de inicio y la última, algo que tampoco saca provecho de su universo. Y a pesar de contar con una voz por radio (con subtítulos algo mejorables) que edulcora todo, no es más que eso, atrezo. Pero incluso con esto, donde más esfuerzo deben poner desde nDreams es en ofrecer una experiencia sólida y sin errores, algo que ha penalizado en exceso nuestras primeras partidas con el título echando por tierra misiones a punto de finalizar.

Fantasmas atascados en paredes, interruptores que no funcionan, problemas con el sonido e incluso no comenzar una partida porque no se activa la misión desde la base. Demasiados inconvenientes para un producto que vive de ello. Con todo, confiamos firmemente en que tanto por la licencia como por sus desarrolladores, esta cacería llegará a buen puerto y pueda convertirse en un lugar de reunión ideal para la realidad virtual. Ojalá todo fuera como su comienzo y el combate final, justo las partes más guionizadas...

¡Aplasta a los minimalvaviscos cuando se peguen a tus manos!

Conclusión

Teníamos muchas esperanzas puestas en Ghostbusters: Rise of the Ghost Lord. nDreams tienen una sólida base que necesita, en primera instancia, ofrecer solidez como producto alejándose de ciertos bugs que impiden disfrutar de él como corresponde. Queremos cazar fantasmas durante mucho tiempo por lo que esperamos que en sus planes de futuro lleguen mejoras de contenido, pero sobre todo, no convertir a nuestros queridos cazafantasmas en un simple shooter con una máscara distinta. Algo que de momento no ha terminado de cuajar. La licencia da para mucho más que eso.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.002.000

Vídeo análisis: