Tiger Blade: ANÁLISIS

19 DIC 2023  18:00

Dark

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Tiger Blade: ANÁLISIS

Espadas, pistolas y una Corea urbana en la que desatar nuestra furia. ¿Algo más? Una filosofía arcade que demandamos desde hace tiempo. Disponible para PSVR2.

Espadazos a ritmo de hip-hop

No son pocos los títulos que dicen beber del legendario Time Crisis, un juego que marcó un antes y un después en esto de los shooters on-rails y que muy pocos, a pesar de sus intentos, han conseguido trasladar a la realidad virtual. No exageramos si decimos que Tiger Blade es el que más cerca está de extraer las claves de dicha tipología de juego para llevarnos directamente al salón de casa una experiencia arcade como las de antaño. Eso se traduce en niveles cortos e intensos donde debemos aprender la posición de cada rival para rejugar sus niveles una y otra vez hasta alcanzar la perfección.

 

Tenemos buenos candidatos como Crisis VRigrade 2 o incluso el reciente Crossfire: Sierra Squad que nos mueven de una lado a otro del nivel para enfrentarnos a oleadas de enemigos. Pero ni ellos ni otros muchos tienen el espíritu de esas meticulosas partidas de las recreativas. Sin desmerecerlos, ni muchos menos, ya que toman la base para llevarla a su terreno, por lo que siempre nos ha quedado el regustillo de querer algo más sencillo y directo. Y esto es justo lo que desde Ikimasho Games nos proponen. Aquí no hay un segundo de respiro, y si estás dispuesto a moverte y sudar quizá encuentres aquí algo más que interesante.

 

 

Tiger Blade nos pone en la piel de una asesina maestra de la katana, de una puntería fuera de serie y además habilidosa con su gancho. Nuestro objetivo es recuperar un cachorro de tigre antes de que caiga en malas manos (peores que las de una asesina). Así que al saltar a las calles de esta neo Corea no queda otra que eliminar a todo lo que se mueva por el camino. A espadazos nos abrimos paso por el nivel rompiendo obstáculos para avanzar automáticamente hasta el siguiente punto del nivel en un abrir y cerrar de ojos. Es entonces cuando un enemigo enmascarado y espada en mano aparece frente a nosotros, por lo que toca aplicar reflejos: defendernos y/o atacar

 

Si está desprotegido un espadazo puede ser mortal, pero si por el contrario su pose es de ataque, mejor será colocar nuestra katana con el ángulo correcto para protegernos y contraatacar. Al eliminarlo avanzamos automáticamente hasta el siguiente punto o enemigo enlazando varias muertes en tan solo unos instantes. Una intensidad de acción que se desarrolla en 180º, por lo que al desplazarnos de un lugar a otro tendremos que agudizar la vista y el oído para saber desde dónde nos atacan. Podemos girar físicamente para buscar la postura correcta u optar por hacerlo mediante el stick por ángulos y así fijar mejor las posiciones por las que somos asaltados.

 

¿La tapa de una basura? Todo vale para protegernos de los ataques.

Sudar y disparar

La parte más mecanizada de Tiger Blade es cuando vemos que los rivales con armas blancas solo pueden eliminarse con la katana, mientras que los portadores de pistolas, ametralladoras y demás lindezas con balas caen únicamente con la pistola. Además estos se diferencian por colores, siendo muy fácil saber cuáles son las debilidades de cada enemigo, ya que suelen aparecer por grupos combinados. Mientras estamos en pleno choque de armas blancas, unos tipos de rojo nos disparan desde el fondo por lo que debemos alternar entre armas y objetivos a los que atacar

 

Por suerte ambos instrumentos son compatibles, ya que la hoja de la katana es lo suficientemente fuerte como para detener balas, haciendo que su dinámica jugabilidad se convierta en algo rítmico. Y no, no podemos disparar y utilizar la katana al mismo tiempo, ya que ambas comparten "mano". Lo que sí podemos emplear mientras tanto es un gancho para recoger objetos amarillos del nivel y emplearlos como escudo hasta que se rompan. ¿Si no tenemos protección? Toca moverse sin parar físicamente para evitar balazos (no tiene movimiento libre con el stick, vamos sobre raíles). Un título muy gestual que requiere la máxima concentración por nuestra parte.

 

 

No todo es tan frenético siempre, ya que hay momentos de respiro en los que nosotros decidimos cuándo avanzar, bien sea rompiendo una pared o enganchándonos a un poste para avanzar. Pero claro, esto nos penaliza, ya que Tiger Blade, como buen aprendiz de lo arcade, nos premia por cumplir los niveles en tiempo récord y también, cómo no, hacerlo con la mayor puntuación posible. Esto le añade un factor rejugable estupendo, que es lo que hace prolongar su algo de más de una hora de juego en un producto donde el límite lo ponemos nosotros. Una lástima que no contemos con clasificaciones online para demostrar al mundo quién reparte el bacalao en esta Corea suburbana.

 

Como desde Ikimasho saben que el título ofrece un reto considerable y no todos los jugadores viven de batir récords, los niveles están repletos de checkpoints en los que revivimos al caer en combate. De este modo, cualquiera que se enfrente a sus nueve niveles podrá acabar el juego dejando a un lado esa obsesión por mejorar la puntuación que tan buenos ratos ha dado en generaciones pasadas. Eso sí, el auténtico desafío lo presenta un combate final muy complicado sólo apto para los más hábiles y dejando claro que Tiger Blade necesitaba muchas más escenas como esta: particulares y con identidad propia.

 

El estilo visual es llamativo, pero el nivel gráfico es otro cantar.

Una batalla por exprimir

La experiencia que tenemos es fantástica, pero es cierto que podría dar mucho más de sí. Los tipos de enemigo son demasiado escasos y al final se diferencian entre ellos mayormente por la resistencia que ofrecen. Y es al brillar su desarrollo, con varias secciones que siendo lo mismo cambian la percepción jugable, cuando nos damos cuenta de lo que podría llegar a ofrecer con más trabajo y dedicación. Como cuando sobre un tren en marcha peleamos y esquivamos, cual Beat Saber, diferentes obstáculos del nivel. O como cuando somos el blanco de un francotirador y tenemos que avanzar lo más rápido posible hasta una zona segura antes de que nos clave su bala en el entrecejo.

 

Es justo por estas secciones y el mentado combate final lo que nos deja un regusto de que su fórmula podría ofrecer algo mucho más memorable. Duelos más complejos o enemigos finales que nos hagan sentir que estamos ante un digno alumno de aquel shooter de Namco. Porque ¿Quién no recuerda todos los momentos increíbles que se ofrecían en él? Lo intenta, pero se queda a un paso de llegar a ser algo más. Hay coleccionables escondidos en cada escenario y superarlos sin ser eliminados es toda una proeza (tenemos varios puntos de vida que no se regeneran de ninguna forma).

 

 

Y aunque técnicamente no estemos frente a ninguna proeza técnica, su acertado estilo visual que juega con líneas cinéticas y onomatopeyas sabe cumplir con creces. En pleno fragor de la batalla nos olvidamos de sus modelados básicos y texturas de baja resolución (la del propio juego tampoco despunta) porque la fluidez de todos y la necesidad de desfogarnos en los rivales es lo que importa. El tracking se comporta estupendamente bien y los duelos de espadas, sin ser los más exigentes en cuanto a precisión, saben que no la necesitan resultando más que efectivos.

 

La pistola no hace falta ni recargarla, siendo un claro ejemplo de su alocado ritmo de juego donde lo primordial es sobrevivir y avanzar lo más rápido posible. Y a pesar de que no es el mejor utilizando las funciones de los mandos, sí hace por intentarlo con resistencia en los gatillos al disparar u optar por la vibración del visor al recibir daño. Tiene los ingredientes necesarios para engatusar a todo el que lo pruebe y solo le falta agitarlos un poco más para conseguir llegar más alto.

 

Tres segundos. Tres espadazos. Tres rivales menos.

Conclusión

Volver por unas horas a una época donde lo importante era la jugabilidad sencilla y directa en busca de perfeccionar nuestra habilidad nos ha sentado de maravilla. Tiger Blade es precisamente eso y combina estupendamente el uso de varias armas para ganar una personalidad que todavía se marca más gracias a un aspecto visual y sonoro muy atractivo. Si echas en falta salir a los recreativos en busca de emociones fuertes y directas, aquí las puedes encontrar. Eso sí, prepárate a sudar de lo lindo. Tiger Blade cuenta con subtítulos en español y voces en coreano.

 

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.002.000

 

Vídeo análisis:

 

+ Jugabilidad simple y directa

+ Ritmo frenético pensado para repetir y mejorar

+ El hip hop acompaña de fábula

- Técnicamente muy justo

- Necesita más momentos brillantes

- Si no te va lo arcade, se queda parco en contenido

6,5 "Bueno"

Tiger Blade (PlayStation 5)

6.5

Lanzamiento / Diciembre 20, 2023

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