Toy Trains VR: ANÁLISIS

¡¡¡Chuu Chuuuuuuuu!!!!

Algunos de nosotros hemos crecido con una maqueta ferroviaria cerca. Un hobby que junto a nuestros padres ha ido creciendo al unísono formando un vínculo muy especial. Probablemente el único impedimento para no continuar con la tradición sea el espacio que necesitamos en casa para albergar tal estructura. Pero por suerte es algo que la realidad virtual permite. Por unos instantes, recuperamos esos momentos en familia de la mano de un estudio formado por los creadores de nuestro venerado Superhot.

Toy Trains VR es un pequeño regalo para los que en la niñez tuvimos la oportunidad de tener uno de estos juguetes en la habitación. Por ello esta propuesta puzlera se desarrolla en el desván de una casa, rescatando entre trastos viejos aquella maqueta de tren que tan buenas tardes nos hizo pasar en familia. Y es a través de cada nivel donde se nos cuenta una sencilla historia narrada por pequeños juguetes mientras esperamos que regresen nuestros padres a casa. Una experiencia ligera y sin mayor pretensión que entretener.

Porque a fin de cuentas eso es lo que pretendía este generacional hobby. El objetivo en Toy Trains VR es comunicar las viviendas con la fábrica central. Es decir, hacer que todos los habitantes de la zona tengan un medio de transporte para poder llegar al trabajo. Y obviamente el método elegido no es otro que el tren. Así que nivel tras nivel, se expandirán las opciones de creación para poder cumplir dicha misión: vías de diferentes extensiones y formas, túneles o puentes. Un abanico lo suficientemente extenso para liberar nuestra creatividad.

Porque aquí no hay reglas. Tan sólo debemos preocuparnos por hacer que la vía entre en contacto con las casas y la fábrica además de formar un circuito de ida y vuelta. A partir de ahí somos nosotros los que nos marcaremos nuestros propios objetivos sobre cómo hacer las cosas. Y este, además de ser su gran acierto también puede convertirse en un hándicap para los más exigentes. El mayor reto es nuestra imaginación ya que resolver cada escena tiene como objetivo disfrutar de la experiencia de conectar vías con nuestras propias manos hasta coger la maquina y enlazarla con los vagones para ver que todo funciona.

Si la línea es verde, el recorrido está perfecto.

Relajante y satisfactorio

El "clic" de dos vagones al unirse, colocar una vía en el terreno y ver como el recorrido tiene sentido... Toy Trains VR basa su atractivo en transmitir sensaciones a lo largo de sus diez niveles hasta llegar al último de ellos donde nos pide estrujarnos más los sesos en un rompecabezas memorable. Y no es hasta ese momento cuando nos damos cuenta de lo que podría haber sido u ofrecido, ya no como desarrollo, si no al menos como reto. Porque tras finalizar todos ellos ya no tenemos nada más que hacer en él.

No hay retos adicionales o rompecabezas más complejos. Tampoco contamos con un modo libre donde construir, a nuestro antojo, la maqueta de nuestros sueños. Ni siquiera hay variedad de escenarios (siempre estamos en la misma llanura) a pesar de los cambios en su orografía y es algo que al final le pasa factura. En este sentido nos ha recordado al notable Puzzling Places donde el desafío lo marca el jugador, pero no es menos cierto que en él se da pie a configurarlo para que el título nos ponga las cosas difíciles sí así lo deseamos.

El "clic" de dos vagones al unirse, colocar una vía en el terreno y ver como el recorrido tiene sentido... Toy Trains VR basa su atractivo en transmitir sensaciones. 

Visualmente es un producto muy sencillo, al que sólo le pediríamos más definición de imagen (en ocasiones hay textos, en inglés sin voces, que cuesta leer) porque haciendo las cosas como las hace funciona muy bien. Incluso se permite algún detalle curioso como mover los árboles al paso de nuestra mano (es en primera persona sí) o esfumar las nubes de "madera" que surcan el escenario. No hay respuesta háptica pero crea un ambiente muy íntimo que realmente nos traslada en escala y sensaciones a tener ese espacio privado en el que nos movemos físicamente, si fuera necesario, para colocar cada elemento.

A nivel sonoro es lo que debe ser. Sonidos de encajar piezas que funcionan bien y música relajada de fondo para tomarnos las cosas con calma y quedarnos, tras completar el puzle, a decorar el escenario con atrezo que, también, vamos desbloqueamos sin mayor objetivo que dejar bonita la zona de juego. Nos hemos encontrando con algún que otro bug y problemas de rendimiento en la última zona (en la que pasaremos más tiempo dada su complejidad) pero probablemente es algo que sus responsables hayan solucionado de cara a su lanzamiento oficial.

Algunas zonas cobran vida al completar el trazado.

Conclusión

Toy Trains VR es una fantástica experiencia para los amantes de las maquetas ferroviarias. Su leitmotiv es ofrecer un título relajante y creativo lejos de hacernos estrujar los sesos para resolver sus niveles. Y es precisamente esto lo que acorta su vida útil y también, probablemente, el poder recomendarlo a más jugadores. Es un producto muy satisfactorio pero también uno que podría pedir más al jugador para quedarnos mucho más tiempo en su desván.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.000.000

Vídeo análisis: