Thrasher: ANÁLISIS
6 SEP 2024 16:30
De los creadores de Thumper nos llega ahora un nuevo título arcade que sigue apostando por un apartado visual muy particular y llamativo. Ya disponible para Quest 2/3/Pro y Apple Vision Pro, y próximamente en PC VR.
Ponte los auriculares y disfruta
Thrasher es un videojuego diferente. Al igual que nos pasó con Thumper en su lanzamiento, Thrasher nos trae esas mismas sensaciones y nos deja con un sabor de boca dulce tras jugarlo. El título no quiere llevarnos de la mano ni mucho menos, y una vez iniciamos el juego nos damos cuenta de que estamos solos frente al peligro. Sin tutoriales ni explicaciones de ningún tipo nos encontramos frente a un escenario repleto de color en el que tendremos que utilizar nuestros controladores para ir apuntando hacia unos objetivos que aparecen en pantalla y que se caracterizan por un movimiento constante. Dependiendo de lo rápidos y precisos que seamos realizando este proceso tendremos más o menos probabilidades de éxito en Thrasher. Y es que Thrasher es un rompecabezas con una banda sonora que vuelve a contar con el mismo equipo que ya nos hizo vibrar en Thumper.
Nuestro objetivo se marca de forma clara al inicio de la partida y se interpondrán en nuestro camino potenciadores y penalizaciones que harán que incluso si fallamos un nivel, repetirlo tenga una tonalidad diferente que hace que el juego sea bastante variado en sus mecánicas. Adaptarse a los cambios y a las modificaciones será parte de lo que hace a Thrasher un videojuego diferente y original que sin duda recomendamos probar en realidad virtual. La mecánica de cada nivel se mantendrá más o menos uniforme a lo largo de todo el juego. Deberemos ir derrotando a una serie de objetivos a golpe de controlador que irán complicando su seguimiento conforme avance el nivel para plantearnos un cierre en el que será necesario batir a un jefe final. La curva de dificultad de cada nivel está bien proporcionada y aún así sentiremos esa tensión y esa necesidad de ser más veloces que el crono en cada ocasión. Cada jefe final supone un broche perfecto que nos hará querer jugar nivel tras nivel aunque el funcionamiento de cada uno de ellos (efectos adversos y positivos al margen) sea bastante similar.
Una fórmula diferente no exenta de problemas
Pero no todo serán similitudes en Thrasher. Si las mecánicas jugables sí se repiten, no será el caso por ejemplo de sus reinos o biomas y de las criaturas que habitan en cada uno de ellos. Mención especial merecen todos y cada uno de los jefes finales a los que haremos frente durante este psicodélico viaje. La cantidad y variedad de enemigos que presenta es digna de admiración y digna también de colarse en nuestras pesadillas. Los diseños de estos formidables rivales son uno de los puntos a destacar del título desarrollado por Puddle.
Thrasher no presenta una historia como tal y no esperaremos aquí una narrativa que se quede en nuestra memoria. Se trata más bien de una historia subyacente que se va contando conforme nuestro personaje se va haciendo más poderoso y se intuye más por el entorno y por todo lo que sucede en pantalla que por la propia narración del juego, que es aquí inexistente.
Otro de los puntos a mejorar de Thrasher es su sistema de control. En los primeros niveles controlar a nuestro personaje será coser y cantar, pero conforme vayamos creciendo en tamaño iremos dejando a un lado a la elegancia y dándole la bienvenida a los problemas en su control. Manejar a un ser tan grande teniendo que trazar caminos tan finos y definidos no ha sido una tarea nada fácil y en ocasiones tendremos que recurrir a la pura intuición y a caminos o direcciones nada elegantes para poder completar los niveles de forma satisfactoria. Entendemos que los desarrolladores querían introducir aquí un control muy preciso y perfecto para quienes buscasen un reto, pero en ocasiones se nos ha hecho imposible poder controlar a nuestro personaje de la forma en la que nos habría gustado. No le resta demasiados enteros a la experiencia pero sí logra que el resultado final no sea tan redondo como cabría esperar tras ver el control tan refinado que ofreció en su momento Thumper. Es cierto que en este juego el movimiento es mayor y diferente, pero nos habría encantado encontrarnos aquí una mayor precisión en los controles.
No obstante, Thrasher también es consciente de la dificultad que marca su sistema de control y nos presenta una fórmula amable a base de continuos checkpoints que nos allanarán el camino. No se limita a incluir más puntos de control, sino que incluso nos permite parar el crono si llevamos una serie de fallos continuados para evitar que nos frustremos. Puddle busca que nos divirtamos jugando a Thrasher. Y es cierto que en una industria en la que tanto se debate sobre el nivel de dificultad en ciertos juegos, se agradece poder contar con una mano amiga en caso de quedarnos bloqueados en algún punto del camino. No le decimos adiós al reto, pues quien quiera encontrarlo podrá hacerlo haciendo frente a Thrasher sin ningún tipo de ayuda.
Thrasher nos permite jugar de pie o sentados y seleccionar entre la mano izquierda o la derecha. Podemos jugar con controladores o con un seguimiento de manos implementado con mucho acierto y que, en nuestra opinión, suma puntos a su apartado jugable haciendo su experiencia más orgánica e inmersiva. Al mantenerse el plano fijo no existe ningún peligro de mareo, por lo que podremos jugar sesiones largas incluso si no estamos todavía demasiado acostumbrados a la realidad virtual.
La duración de Thrasher es incalculable, ya que querremos pasarnos horas y horas tratando de alcanzar los primeros puestos en las tablas de clasificación y será un título al que recurriremos siempre que nos encontremos frente a una tarde aburrida. Al igual que sucede con otros juegos de ritmo como Beat Saber o Pistol Whip, Thrasher es la excusa perfecta para colocarnos nuestras gafas de realidad virtual y desconectar durante unos minutos frente a un reto que nos enfrentará a nosotros mismos.
Gráficamente mantiene su estilo psicodélico
Al igual que ya sucedió con Thumper, nos encontramos en Thrasher un apartado artístico abstracto y psicodélico que apuesta por el uso de formas y colores vivos. El título destaca por unos efectos visuales que sirven de acompañamiento perfecto para su frenético gameplay. Un vaivén de formas y colores que se meterá de forma rápida e intuitiva en nuestra cabeza para favorecer esa inmersión dentro del universo planteado por los creadores de Thrasher. Cada uno de los reinos de los que se compone cuentan con una personalidad propia y marcada que viene indicada en parte gracias a su ambientación y apartado gráfico. Recorreremos desde montañas hasta bosques e identificaremos en cada zona unas criaturas únicas que compondrán un mapa visual único e irrepetible.
Lograr una identidad única en su apartado visual jugando frente a una pantalla estática no era una tarea fácil, pero Thrasher sabe aprovechar esa perspectiva para introducir en el fondo elementos visuales que harán de su propuesta un baño de colores para nuestros ojos. Jugar a Thrasher en VR es una experiencia difícilmente igualable a jugar en plano y las sensaciones que transmite sólo se pueden describir tras haberlo jugado.
La banda sonora de Thrasher es sin duda uno de sus puntos fuertes. Si su apartado visual es psicodélico, también lo es su apartado sonoro, incluyendo guitarras electrónicas con ritmos que varían en intensidad y una mezcla de música electrónica que nos hará vibrar en cada uno de sus niveles. Los xilófonos se entremezclan con el resto de instrumentos para ofrecer una serie de efectos de sonido que ilustrarán golpes y explosiones que se producen a lo largo de toda la partida.
Conclusión
Thrasher es un juego al que siempre querremos volver. Un título que sabe cómo plantear una jugabilidad adictiva basada en el ritmo y en su apartado gráfico y que supone un reto adaptable para las necesidades de todo tipo de jugadores. Algunos fallos puntuales en su control y en la ausencia de una historia memorable alejan a Thrasher de la excelencia. Un juego muy recomendado para los amantes de los juegos de ritmo y una parada obligatoria para todas aquellas personas que ya jugaron a Thumper. Una agradable sorpresa para realidad virtual que ofrece unas mecánicas diferentes que pecan de cierta repetitividad tras el paso de las horas.
El juego ha sido analizado en Quest 2.
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#1 6 SEP 2024 16:40
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