Metal: Hellsinger VR - ANÁLISIS

Horns Up!

¿Qué ocurriría si combinásemos el frenesí y brutalidad de los últimos Doom con un juego musical? Eso, y sin desmerecer a Mick Gordon, aderezado por una banda sonora creada para la ocasión con algunas de las más importantes estrellas del hard rock actual. Pues sencillamente Metal: Hellsinger VR. Adaptación a la realidad virtual de una de las sorpresas del mundillo que llegó a varias plataformas no VR hace un par de años. Es momento de agitar la cabeza, soltar nuestra melena (si es que la tenemos) y alzar los cuernos al aire.

Metal: Hellsinger VR es un juego de acción en primera persona donde debemos acabar con un ejército de criaturas demoníacas al son de la música. Un sistema de juego muy original pero sobre todo funcional a la par que satisfactorio. Muy satisfactorio. A efectos prácticos el control es de lo más tradicional: movimiento libre, saltos, pasos laterales y disparos, muchos disparos. La gracia del asunto es que si hacemos esto último justo al mismo tiempo que lo hace su base musical, siguiendo el beat, el daño es mayor así como también el incremento de la barra de poder.

¿Qué ocurre? Si ese ritmo es continuado en el tiempo el multiplicador de daño general aumenta lo que también hace que a nivel sonoro se incorporen nuevas bases musicales hasta llegar al ansiado x16 que suma al tema la voz del cantante del tema en cuestión. Ahí es cuando la señorita White-Gluz nos sumerge bajo sus guturales, Tatiana Shmayluk con su agresividad o Serj Tarjian con su particular estilo. Y obviamente no queremos que dejen de cantar porque eso quiere decir que el clímax jugable ha llegado y debemos mantenerlo como sea posible.

Claro, quizá esto es lo complicado al principio. Comprender las bases para sacar rédito de su propuesta y no caer en el error de interpretarlo como un shooter más. Metal: Hellsinger VR es un título de disparos sí, pero sobre todo es un juego de ritmo. Si no lo jugamos como tal (incluso se puede desactivar el ritmo desde el menú) es un shooter dinámico pero convencional. Lo especial es sufrir con él, recargar la escopeta con temor de que nuestro multiplicador baje y esperar a disparar en el momento correcto para hacer que el multiplicador aumente. Un engranaje perfectamente funcional.

Los gatillos adaptativos son un extra excelente para seguir el ritmo.

Difícil y muy VR

The Outsiders son los desarrolladores de tal mix de géneros que apuestan, además, por una dificultad ajustada y exquisitamente bien medida. Por un lado aprender a mantener el ritmo es fundamental, algo que hacemos en parte gracias a una calavera escupidora de fuego con munición ilimitada. De forma constante, siguiendo el beat, un disparo suyo al aire nos ayuda a que el multiplicador se mantenga pero sólo con impactos sobre enemigos esté aumentará. Es ahí cuando entran en juego el resto de armas, más potentes, que nos permiten bien eliminar demonios de un disparo o dejarlos en las últimas.

Justo entonces aparece una marca bien grande sobre ellos para, como en el mentado Doom, avanzar hasta su posición y desmembrarlos haciendo que, solo así, suelten pedacitos de vitalidad que nos vendrán de perlas. El peligro con usar escopetas, pistolas y otras armas de fuego es la munición. Esta es limitada y como decíamos hay que recargarla con un gesto que nos puede dejar vendidos en más de una ocasión por lo que debemos elegir con cabeza cuál se adapta más a nuestro estilo de juego. Es fácil conformarse con la inicial, porque aprendemos a jugar con ella, pero cada una se antoja para según qué momentos o niveles.

La señorita White-Gluz nos sumerge bajo sus guturales, Tatiana Shmayluk con su agresividad o Serj Tarjian con su particular estilo

Como podéis imaginar hay enemigos de todo tipo y es precisamente por esto que los jefes finales se nos antojan demasiado planos y similares. Son complicados, tienen su propia barra de vida y patrones, pero es cierto que nos gustaría algo más interesante. Por suerte el camino es lo suficiente satisfactorio como para pasar, ese culmen a cada nivel, por alto. Suficiente ya tenemos con sobrevivir si no queremos caer en las fauces del infierno y comenzar el nivel desde el principio. Eso sí, este Metal Hellsinger VR nos ha parecido más fácil que el juego plano, en la dificultad estándar, precisamente gracias a la ubicación espacial en el escenario.

Movernos es fácil y rápido y además de contar con todas las comodidades configurables que imaginéis, funciona fluido y rocoso en todo momento lo que garantiza ausencia de mareos, algo que no teníamos con nosotros antes de probarlo. Y a medida que sentimos el flow jugable nuestras necesidades por movernos cada vez más rápido van en aumento para mejorar nuestra puntuación e impedir que el ritmo baje. En ese sentido, aprueba con nota y mejora con creces la experiencia plana del lanzamiento original... a costa de perder calidad gráfica.

A nivel artístico nos encontramos estampas más que interesantes.

Potencia sin exprimir

Metal: Hellsinger VR saca provecho del foveated rendering para ofrecer una definición de imagen estupenda, nítida y cristalina incluso en los textos. Donde debe mejorar es en la interfaz flotante pixelada, que a todas luces se ha retocado para que funcione en sistemas menos potentes y también, por lo mismo, en una carga gráfica que no llega al nivel de la versión para televisores. No quiere decir que no cumpla, porque al final el movimiento es especialmente rápido, pero sí es cierto que PSVR2  podría mover sin pestañear el juego "plano" sabiendo que cosas como Resident Evil 4 Remake VR, por mencionar alguno, mantienen un detalle mucho más elevado.

La geometría se ha visto reducida, las texturas del decorado se olvidan del bump mapping y shadders por lo general, la iluminación también se ve resentida y resulta en un apartado técnico que cumple por ambientación y dirección artística pero no por fuerza bruta. Hubiera sido fantástico contar con una conversión gráfica mucho más fiel pero la verdad, que rindiendo como lo hace, poca queja podemos tener porque además su ambientación se potencia estupendamente por las lentes del visor y sus colores generando un ambiente lúgubre muy interesante.

Metal Hellsinger VR es una celebración para los amantes de los FPS, los juegos musicales y la realidad virtual

También contamos con resistencia en los gatillos para cada disparo, algo constante para continuar el beat de cada tema, mejorando la experiencia de juego sustancialmente gracias a ese feedback adicional. Más deslucida queda la vibración del visor al recibir daño siendo muy ligera y casi imperceptible con tanto traqueteo... Pero la La pregunta del millón es cuánto dura la aventura rítmica de la Extraña y lo cierto que dependerá de cada uno. Superar la campaña sin morir nos llevará cerca de tres horas, a lo que hay que sumar el aprendizaje de su mecánica y, por supuesto, nuestra habilidad.

Porque luego tenemos tres desafíos adicionales por cada una de las ocho misiones principales donde desbloquear potenciadores de juego y sus cuatro niveles de dificultad que sin duda enamorarán a los seguidores de los juegos musicales para superar y batir puntuaciones. ¿Hay más? Lo hay pero en forma de varios DLC con nuevos temas de las maravillosas Cristina Scabbia o Melissa Bonny, más skins para la protagonista, armas, modo horda e incluso temas licenciados, lejos del metal más pesado, de grupos como Gorillaz o Depeche Mode. Puede que no encajen tan bien con esto de cruzarse el infierno, pero por opciones que no quede.

Las capturas dejan claro cómo funciona el foveated rendering.

Conclusión

Metal: Hellsinger VR es una celebración para los amantes de los FPS, los juegos musicales y la realidad virtual. Un ejemplo perfecto de cómo un juego no nacido para la tecnología no sólo encaja, si no que potencia la experiencia original. Por el camino se ha perdido fuerza visual pero su gameplay sabe compensar sobremanera ese sacrificio, entendemos, por lanzarse en todas las plataformas posibles y confirma que todos los galardones recibidos no fueron casualidad. Ah, y Stygia, desde ya, es uno de esos temas inmortales creados por y para un videojuego.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.002.000