Chess Club: ANÁLISIS
29 JUN 2021 15:00
Es hora de poner nuestro cerebro a prueba en un juego de por lo menos 1500 años de antigüedad, un ajedrez que no será el primero en VR, pero probablemente sí el más inmersivo. Disponible para Quest.
Sueños de antaño
Aún recuerdo como a principios de siglo un pequeño yo, ignorante de las limitaciones de la tecnología, veía la primera entrega de Harry Potter y se maravillaba con la emblemática escena en que, por medio de magia, las piezas de un ajedrez cobraban vida y, según las ordenes del jugador, arremetían unas contra otras, destruyéndose entre sí hasta alcanzar el anhelado jaque mate. Una fantasía que, hasta el momento, ninguna entrega en las múltiples plataformas virtuales había logrado satisfacer. Ya había juegos animados en monitor como Battle Chess, o experiencias sencillas de ajedrez en PC VR, pero nada cumplía mis expectativas. ¿Habrá sobrepasado la tecnología a la magia o aún no es el momento?
El desafío de un ajedrez en realidad virtual ha sido abordado por el estudio Odders, el mismo que nos trajo el juego de movimientos dinámicos OhShape, pero esta vez con una propuesta llevada al otro extremo del entretenimiento, pasando a algo tranquilo y centrado en nuestro intelecto.
Alegoría al arte
Nada más entrar por primera vez al juego, me he topado con una experiencia de lo más placentera, tal que inicio la aplicación y recuesto mi cabeza contra el cabecero de la silla esperando a que cargue, para segundos después, mientras miraba hacia arriba, encontrarme con que estoy rodeado de una alegoría virtual a la escalera de Escher en su obra "Relatividad", muy bella por cierto, y con alguna que otra ficha de ajedrez recorriéndola, a la vez que iba acompañado con música clásica de fondo, en particular una interpretación del "Arabesque número 1" compuesta por Claude Debussy, obra que le queda perfecta a la estética del lobby, siendo este el mismo que nos ofrece el menú del juego.
Frente a nosotros encontramos un menú que es una especie de tablero con escalones, en donde cada pieza es interactuable y nos permite seleccionar el modo de juego agarrando la ficha correspondiente, teniendo en el centro los modos en solitario, a la izquierda el versus con amigos y a la derecha el versus contra otros usuarios recomendados, lo que significa que podemos ajustar la configuración de matchmaking para que nos recomiende jugadores mas afines a nuestro nivel. Ambas opciones (amigos y otros usuarios) permiten jugar de forma amistosa o por ranking, para escalar así nuestra puntuación, que aparece sobre las fichas de ajedrez que vemos en dicho menú.
El humano contra la máquina
Para nadie es un secreto que en el ajedrez no basta con saberse las reglas; que sí, que saber mover las piezas es primordial, pero no es suficiente para enfrentarse a cualquier situación o estrategia. Es aquí donde nos ponemos neuronas a la obra y nos enfrentamos a una inteligencia artificial con cuatro niveles de dificultad principalmente, comenzando por "Try Out" dirigido a quienes recién comienzan, dando muchas aperturas y siendo menos ofensiva. Luego tenemos en orden "Intermediate", "Advanced" y "Master", para los más osados. Adicionalmente, tenemos un modo de inteligencia artificial personalizable, con 20 niveles para poder seleccionar de forma más gradual.
En todos los modos de juego podemos seleccionar el límite de tiempo que tiene en total cada jugador, con opciones de 5, 15, 30 y 60 minutos, el cual solo avanza mientras el jugador piensa la siguiente jugada, el resto estará pausado. También se nos da a escoger entre fichas blancas o negras y el escenario de juego, siendo el primero un palacio y el segundo el monumento Stonehenge con algunas variaciones.
"Esto es ajedrez mágico"
Es con la selección del escenario como podemos ver la maravilla que nos trae este titulo, ya que mientras en el palacio se nos sitúa frente a un tablero de ajedrez de toda la vida, con fichas normales y una bonita ambientación, en Stonehenge tenemos algo muy diferente, una ambientación mística, entre estatuas que, a su vez, hacen de antorchas, y esta vez frente a un tablero de fichas temáticas, con vida y "personalidad" según su rol en el tablero: los peones pasan a ser enanos, las torres son imponentes colosos, los caballos criaturas animaloides que caminan a dos patas, las alfiles chicas provistas de lanza y armadura, mientras el rey y la reina se quedan en su papel convencional.
Tomas la primera ficha, la llevas a la casilla deseada y camina con estilo hasta donde se le ha indicado. Pasados unos turnos todo en el tablero ha cambiado, las fichas se encuentran dispersas, llegando el momento de tensión... la primera ficha que deberá morir. El peón se acerca lentamente al caballo y ¡zas! Desde su baja estatura usa el escudo para darle en la mandíbula y sacarlo del juego, una escena memorable, como todas las demás, por supuesto, ya que cada pieza tiene sus respectivas animaciones de ataque y derrota, según se enfrente a las distintas criaturas que habitan el tablero de juego, otorgándonos escenas variadas y algunas incluso graciosas, un tema que sin lugar a dudas me ha entretenido de sobremanera, sobre todo porque al ser una persona muy dispersa esto me ayuda a mantenerme con la mente en el juego, mucho más que en un tablero normal.
Algo agradable es que las piezas no son estáticas mientras no las usamos, suelen hacer gestos y moverse de vez en cuando, dándole algo más de vida al tablero. En lo que respecta a los momentos de ataque, a diferencia de las animaciones del popular Battle Chess, aquí cada una es corta y precisa, lo suficiente para entretenerse pero sin perder mucho el ritmo, permitiendo partidas lo suficientemente movidas, aunque para los más puristas puede que este modo se desenvuelva demasiado lento, pudiendo acudir al tablero clásico, donde todo sucede más rápido.
Entre otros temas está el tracking de manos, un añadido del que normalmente soy escéptico, pues por lo general solo es frustrante y termino usando nuevamente los controladores, pero este no ha sido el caso. Diría que al ser movimientos cortos y sencillos se ve beneficiado, dando lugar a un seguimiento preciso que me habrá fallado si acaso una vez, aunque también he puesto a jugar a mi padre y algo extraño sucedía con la forma en que intentaba agarrar las fichas, porque el seguimiento le fallaba constantemente, así que ha terminado usando los mandos. De todas formas, el poder dejar las manos libres y usarlas para jugar hacen de la experiencia algo bastante cómodo y natural.
En la guerra no hay amigos
Acceder al multijugador es tan sencillo como tomar la pieza de nuestro oponente en el tablero de amigos e invitarlo con la configuración de partida que queramos, apareciendo así uno frente al otro con el avatar que tengamos en la cuenta de Oculus, teniendo una presencia que me ha resultado agradable: labios que se mueven cuando hablamos y ojos que parpadean de vez en cuando, además de que cada uno puede moverse libremente por el espacio de juego, haciendo de la experiencia algo lo suficientemente natural para mi gusto.
Al parecer actualmente ya funciona bien, en lo que probé no se cayó la partida ni se trabó ni nada por el estilo; por el contrario, fue fluida y muy divertida, con un chat de voz claro, aunque en un primer intento uno de los dos no estaba transmitiendo audio, teniendo que salir y entrar a una nueva partida. Por otra parte, tiene un pequeño inconveniente que espero sea tenido en cuenta, y es que el volumen de la música y efectos no se puede variar, dando lugar a que en un par de momentos los golpes entre las fichas no me permitían escuchar a mi rival.
Los problemas del reino y el futuro de la comarca
Toda monarquía tiene sus problemas, y esta no es la excepción. Diría que el detalle que menos me ha gustado y el principal para no ser todo lo que buscaba es la necesidad de una conexión constante a internet para poder jugar, ocasionando incluso que en alguna que otra partida contra la máquina me sacaran en el momento que se me cayó el internet. Entiendo que tiene su razón, tal y como explicaron en La Hora Virtual (debido al registro de acciones), sin embargo es un tema a tener en cuenta para quienes no cuentan con una conexión a internet ni de cerca estable y consideran comprar el juego.
La calidad gráfica es muy buena, pero no excelente, es decir, para la mayoría de títulos estaría más que bien, sin embargo al tener un juego en que todo está constantemente cerca, lleva a que notemos ligeras faltas de resolución, lo que supone un cierto esfuerzo visual adicional, por lo que jugar media hora no me suponía problema, pero ya con hora u hora y media comenzaba a sentir el cansancio visual más que en otro tipo de experiencias. Esperemos que en el futuro este tema sea tratado.
Quitando esto, no tengo mayores criticas negativas. En cuanto a bugs, solo me pasa que, en ocasiones, al usar tracking de manos, los logos del menú y el menú de Oculus se quedan allí flotando, teniendo que hacer el gesto varias veces para que desaparezcan.
Aún presentando estos detalles hay que mencionar que el estudio se encuentra atento a todas las opiniones con el fin de mejorar, teniendo planes no solo de optimización, sino también de contenido añadido, con la mira puesta en nuevos escenarios, formas de interactuar con las fichas, traducción al español, mejoras en el tracking de manos e incluso una escuela de ajedrez a distintos niveles, entre otras cosas.
Conclusión
Puede no ser el juego que más exprima las posibilidades de los mundos virtuales, pero eso no le quita el hecho de que me ha encantado. Lo encuentro apto para nuevos y experimentados en el ajedrez, aunque los expertos puede que lo encuentren algo lento. Sin embargo, el modo con fichas clásicas resulta bastante dinámico. Por otra parte, lo que se nos presenta en esta ocasión sería en principio una experiencia para todos los públicos, independientemente del tiempo que se lleve en el mundo de la realidad virtual, siendo agradable a la vez que vistoso, en lo cual considero que el trabajo realizado a nivel gráfico y de animaciones es óptimo, manteniéndome entretenido con cada ataque y logrando cumplir una de las fantasías que tenía desde niño. Habrá que esperar a que las actualizaciones nos abran la puerta a nuevas y creativas batallas, mas sin embargo diría que, así como nos lo presentan, este titulo ya ha logrado que la tecnología supere a la magia.
El juego ha sido analizado con Quest 2.
Podemos conocer más sobre Chess Club y Odders en este programa de La Hora Virtual.
kilian_sol
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#1 29 JUN 2021 15:54
Muy buen juego: youtu.be/MJhlNMsjA0Y
Cdaked
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#2 29 JUN 2021 18:53
mes_nit
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#3 29 JUN 2021 19:45
ViRTuaLiZaTeVR
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#4 29 JUN 2021 21:53
Aquí otro gameplay, en una partida multijugador
www.realovirtual.com/foro/topic/28367/hilo-virtualizatevr?page=24#post293389
pryda4ever
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#5 30 JUN 2021 20:10
Gracias por la review!!! hay que apoyar a la VR de todas todas, más aún en juegos de "soldados" como el Demeo o este