Nock: ANÁLISIS

Fútbol con arcos y flechas

A continuación tenemos el análisis completo enfocado en la versión de Quest 2 (publicado el 29 de diciembre de 2022), y luego, tras la Conclusión, tenemos un anexo para la versión de PlayStation VR2.

Retados estamos a dominar las antiguas técnicas del tiro con arco por parte del estudio Normal, cuyo juego de normal tiene poco, poniéndonos en la piel de un ser gelatinoso que bien podría haber sido sacado de una película de aliens amorosos o lo que sería un Flubber de escala humana. 

Un campo de tiro bien conocido

Nuestro estadio de juego es reconocible a simple vista, las inspiraciones que dan vida a esta aventura son directas y sin más rodeos nos enfrentamos a un Rocket League con arcos y flechas, lo que no le evita tener su propia esencia y estilo característico. 

La meta es clara, hacer gol en la portería contraria. Para ello podemos golpear la pelota con nuestro cuerpo o usar un arco para dispararle, con la posibilidad de cargar hasta tres flechas, las cuales no se recargan, sino que tendremos que recogerlas de forma muy similar a como sería en Rocket League con los turbos, otorgándonos una flecha en la mayoría de lugares y tres en unos específicos. De esta forma se nos obliga no solo a estar atentos a la pelota y nuestros oponentes, sino que el movimiento por la cancha de juego para obtener munición le agrega aún más dinamismo.

El desplazamiento se realiza por medio de "agarrar el aire" y halar para desplazarnos en cualquier dirección, incluso hacia arriba. Puede resultar confuso al principio, pero con la práctica me ha resultado bastante natural, permitiendo movimientos agresivos para ir tras la pelota en cualquier dirección. Claro que al ser tan dinámico tal vez llegue a marear a quien no tenga tan fuertes sus piernas virtuales, haciendo necesario activar la viñeta.

Habiendo dominado el uso del arco y los desplazamientos, si dominamos la habilidad de convertir las flechas en grandes cubos (por medio de un botón) estaremos preparados para defender y atacar.

Trabajo en equipo

Podemos jugar contra la maquina u online, en equipos de máximo 3 o mínimo en partidos de 1 vs 1. Al jugar contra la IA tenemos la opción de añadir compañeros a nuestro equipo o al contrario, con el balance que queramos, mientras que en el modo online sí es obligatorio que el numero de jugadores de cada equipo sea el mismo, con 1, 2 o 3 jugadores según escojamos al buscar partida. 

La interfaz está traducida al español y carece de diálogos, aunque lo normal es que encontremos angloparlantes jugando. Lo bueno es que incluso en esta época que ya ha pasado tiempo desde su lanzamiento vemos que suele haber gente jugando. No son tantos, y los que hay suelen ser bastante experimentados, pero se suele encontrar partida fácilmente. Sin embargo, si tenemos un grupo de amigos para jugar, es una opción excelente. La emoción se siente desde el segundo 1 de juego, con la pelota cambiando continuamente de posición mientras luchas contra tu puntería por asestar un disparo, gritándole a los demás que defiendan mientras tu vas a por el punto o viceversa, lo que se traduce en que el objetivo de los desarrolladores está bien logrado: un deporte en realidad virtual.

La inteligencia artificial también está bastante bien. Al principio me costaban un poco las partidas de 1 vs 1, pero conforme practicaba pasé a un 2 vs 2, o añadiendo un tercer oponente a los contrarios en un 2 vs 3, hasta que empecé a jugar 1 vs 3, sirviendo mucho de práctica si queremos ir al online donde juegan bastante mejor, como suele suceder, aunque si configuro el partido con un mapa pequeño en una ronda 3 vs 3 da lugar a que nuevamente la IA me lleve por mucho la ventaja.

Cuando creamos un partido personalizado tenemos la opción de cambiar entre tres tamaños de cancha, distintos pesos de la pelota, KO corporales que nos pueden explotar momentáneamente, flechas ilimitadas, duración de la partida desde 30 segundos hasta 3, 5 o 10 minutos, y algo que me resultó curioso, la "norma de misericordia", que no es otra cosa que si alguien llega a 7 puntos de diferencia el partido termina, para dejar de aplastar a quien va perdiendo.

Estéticamente es simple, con avatares que parecen de goma y escenarios que recién lanzado el juego solo eran blancos, aunque actualmente se han añadido más mapas y detalles que le dan mucha más vida. Por otra parte, el aspecto musical pega bien, canciones agradables que le dan vida al partido, aunque son pocas, eso sí.

En términos de progreso tenemos únicamente desbloqueables estéticos, de forma que cada partido nos proporciona experiencia que al subir de nivel va desbloqueando skins para los arcos o los cubos de bloqueo.

También es probable que algunos lean este análisis comparándolo con Ultimechs, juego que salió después de este y que también es similar a Rocket League. Entonces, ¿vale la pena jugar este teniendo robots en otro estadio? Yo digo que sí, puede que la temática sea muy similar y que las inspiraciones se noten de forma casi descarada, sin embargo, eso no significa que no aporten cada uno con lo suyo, y Nock tiene su estilo propio que te llama a dispararle flechas a un balón mientras vuelas como una gelatina por los aires para apoyar a tus compañeros. Claro que vale la pena resaltar que se disfruta mucho más con amigos, por lo que si consigues otros 5 para unas partidas obtendrás una experiencia mucho más completa.

Conclusión

Si te gustan los juegos competitivos y los deportes virtuales, entonces Nock es una gran alternativa para jugar partidos cortos e ir mejorando poco a poco, enfrentarte a tus amigos y emocionarte hasta toparte con la amarga derrota o encontrar la dulce victoria. Eso sí, sin esperar algún tipo de campaña o historia detrás, solo ponerte el visor, preparar una flecha... ¡Y a jugar!

El juego ha sido analizado con Quest 2.

Podemos verlo en acción en este gameplay comentado:

Versión PSVR2 (Dark)

Gran parte del éxito que catapultó a Rocket League fue su inclusión en PS Plus. Cientos de jugadores se atrevieron con su fútbol motorizado, y estamos convencidos que gran parte de ellos se sentirán como en casa con Nock. La versión para PSVR2 llega como su alter ego en realidad virtual, con arcos y un multijugador cruzado entre todas las plataformas, opción que como siempre podemos desactivar desde el menú de inicio.

Pero lo cierto es que se antoja imprescindible para conseguir una comunidad activa de usuarios y generar menos tiempos de espera para jugar. Si optamos por el uno contra uno el asunto es rápido, pero en el resto de modalidades (2 vs 2 y sobre todo todo 3 vs 3) ya podemos tener paciencia para encontrar una partida. Mientras entrenamos con bots, el matchmaking puede suponer, en el mejor de los casos, un minuto de espera para poder jugar. Algo que sin duda determinará el éxito de su propuesta a medio plazo, siempre y cuando se acompañe de un contenido que lo respalde.

Y esta es precisamente la gran lacra de Nock. Su jugabilidad resulta más que divertida, pero tras unas cuantas tardes de juego, los desbloqueables estéticos se nos antojan algo limitados. Sabemos que es algo que cambiará: se incluirán y mejorarán sus modalidades como se lleva haciendo desde que salió a la venta, ampliando contenido y posibilidades jugables. Su ajustado precio sin duda se presta a que seamos partícipes de su evolución, pero los jugadores deben percibirlo más bien pronto para no considerarlo de usar y tirar.

La hoja de ruta deja claras las intenciones de Normal, sus responsables, y en unos pocos días recibiremos el KO update donde podremos arrasar a empujones con los rivales. Porque más allá de una estética singular y cuanto menos llamativa, tenemos entre manos un producto muy discreto técnicamente. Por su propuesta no es algo que nos preocupe, pero sí nos gustaría ver un mayor cuidado en la resolución de los textos en PSVR2 y su imagen, que sin ser baja, a claras luces resulta mejorable. Eso sí, sus 90hz sin reproyección hacen que su jugabilidad sea muy fluida, clave para su continuo movimiento.

Siempre hay jugadores, pero habitualmente para uno contra uno.

Mientras mantenemos pulsado un botón (L1) tiramos o empujamos con el brazo izquierdo gestualmente para desplazarnos con mayor o menor impulso en la dirección del movimiento, algo que se siente terriblemente natural y que, combinándolo con el giro con stick, permite colocarnos en cualquier punto del campo en unos pocos segundos. También podemos saltar y, empujando con un gesto hacia el suelo con el brazo contrario, alcanzar la pelota cuando esté en el aire. El control para desplazarnos funciona sin problemas.

Es quizá en el arco donde hemos tenido algún inconveniente con ciertos ángulos o posiciones de brazos mientras apuntamos de un lado a otro en busca de la pelota. Y es precisamente en estos momentos cuando echamos en falta mayor intensidad en la resistencia de los gatillos y la vibración. Obviamente es así para no agotar al usuario, pero podría intensificarse (a gusto del jugador mismamente) con diferentes presiones para notar el nivel de tensado o incluir algunas vibraciones graduales cuando llega a su máxima posición, un añadido que potenciaría la jugabilidad.

Técnicamente no es gran cosa, pero sus colores y formas resultan agradables.

Nock ofrece, bajo una propuesta conocida, un nuevo enfoque en los títulos deportivos y competitivos. La diversión es su principal razón de ser, y nos mantendrá sudando tardes enteras en nuestro salón mientras nos enfrentamos a jugadores que nos dejarán atónitos con sus filigranas. Su enfoque online deberá demostrar que queramos seguir jugando con él durante meses, porque desde luego tiene las bases para lograrlo.

Impresiones tomadas en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.005.000