HTC Vive Pre

El nuevo HTC Vive es más pequeño y ligero que su predecesor, algo que se aplica también a los controladores de movimiento y a las estaciones Lighthouse. Pero la característica más llamativa es la cámara que, junto a los sensores Lighthouse y al sistema Chaperone de SteamVR, nos permite obtener una visualización en alambre de nuestro entorno. Esta visualización no solo es útil por seguridad, sino que también ofrece beneficios muy interesantes, ya que nos permite en cualquier momento observar lo que ocurre en el mundo real sin necesidad de quitarnos el visor. Además de ello, los desarrolladores tendrán acceso a la cámara y podrían buscar formas de utilizarla para crear experiencias que contengan realidad mixta. Un ejemplo que se nos ocurre es la posibilidad de visualizar nuestro HOTAS o nuestro volante en experiencias de simulación tipo Elite Dangerous o Project CARS, aunque todavía está por ver hasta qué punto esto es posible o fácil de realizar sin que se note un efecto artificial de superposición ya que no hay información de profundidad y sería como mirar las manos de un dibujo animado. En cualquier caso, abre todo un abanico de posibilidades muy interesantes.

Pasemos a comentar los detalles del HMD en sí, y es que tanto la pantalla como las lentes son nuevas. Aunque no cambia la resolución ni la frecuencia de refresco, que se mantienen en 2160x1200 a 90 Hz igual que Oculus Rift, la nueva pantalla tiene más brillo que la anterior, lo que combinado con las nuevas lentes y algo de magia de software mejora la calidad de imagen y reduce los brillos y el efecto moirè producido por el fresnel que provoca ese patrón que vemos tan a menudo en TV con ciertas combinaciones de patrones de texturas, como lo que podemos ver en esta imagen.

La ergonomía también ha mejorado de forma considerable, ya que aunque no hay cambios importantes de peso es el mismo, éste se reparte mejor, ya que la pieza rígida de la parte trasera ayuda a reducir la presión sobre nuestra cara, con lo que llevar puesto el HMD resulta más agradable que antes. Por el momento, parece que la solución de HTC se mantiene similar al DK2 y a la versión anterior del Vive en lugar de optar por el sistema rígido que emplean tanto Oculus como Sony.

Por otra parte, los controladores también han sufrido un cambio importante de diseño, aunque mantienen el aspecto alargado, tipo maraca, de los anteriores. El cambio más llamativo es que ahora la parte superior es hueca, lo que puede ayudar a reducir los problemas de oclusión cuando situamos un mando delante del otro. No obstante, hay que reconocer que incluso con los controladores anteriores era muy difícil provocar una oclusión, de hecho nosotros mismos lo intentamos en Immersed Europe situándonos a espaldas de uno de los emisores Lighthouse y el sistema funcionaba increíblemente bien, pero toda mejora es bienvenida. En cuanto a los botones, el gatillo de la parte trasera tiene dos posiciones y el touchpad es nuevo y más preciso. Se trata, pues, de una evolución importante y que manteniendo claramente las distancias con los mandos Half Moon de Oculus, ya que éstos envuelven a nuestra mano mientras que los de HTC se manejan como una varita.

Por último, los emisores Lighthouse también son más pequeños y silenciosos, aunque su funcionalidad se mantiene intacta, no precisando conexión alguna con el PC y empleando únicamente una toma de corriente. No obstante, incluyen un conector USB para realizar posibles actualizaciones de firmware.