Fantastic Contraption - PSVR: ANÁLISIS

PIEZA AQUÍ Y PIEZA ALLÁ, CONSTRÚYELO CONSTRÚYELO

Imaginemos que de vosotros depende construir una llave para poder acceder a vuestro hogar, o que debéis crear un vehículo para poder moveros, o mejor todavía, que necesitáis un artefacto hecho por vosotros para hablar o respirar, bien, ahora imaginad que nada de lo que acabamos de comentar tiene relación con el objetivo del juego que analizaremos, y que aunque sí deberemos construir mecanismos, todos tienen la misma lógica: llevar una pelotita rosa a un campo de fuerza juntando palos, nodos y motores, mientras extraemos las diferentes partes de un gato que poco tiene que envidiar a Frankenstein, ¿sentido? El mismo que nuestra introducción, ninguno. No obstante de una locura similar parte el juego que nos propone el estudio Radial Games, una suerte de juego de construcción que nos instará a que, mediante las herramientas que nos propone, construyamos diferentes máquinas con las que conseguir alcanzar el objetivo final inmersos en un lugar onírico, siempre que “onírico” signifique poco inspirado, y “lugar” juego.

Fantastic Contraption es una propuesta que, aunque en un inicio se antoja divertida, bien acabada y novedosa en el terreno de la realidad virtual, tras unas horas nos mostrará que la sencillez en las mecánicas que propone, el uso de ensayo y error como parte de su estructura de juego, y la nula variedad de objetivos, puede acabar desgastando la propuesta, menguando poco a poco aquella ilusión que pudiéramos sentir en nuestros primeros pasos. 

El juego de Radial Games trata de sumergirnos en una experiencia plenamente creativa. Desgraciadamente sus limitaciones harán del juego un tira y afloja basado en el ensayo y el error.

Con este juego queda evidenciado que la sencillez puede ser un buen recurso para un juego, pero que abusar de la misma puede llevarnos a un inesperado gatillazo, ¿y quién demonios quiere eso? Os aseguro que es la primera vez que me pasa… con un juego.

 LLEGARÁ EL DÍA QUE LOS GATOS HEREDEN LOS CIELOS - HISTORIA Y JUGABILIDAD

Quien espere una narrativa digna de George R. R. Martin debería intentar mirar para otro lado. Fantastic Contraption es lo que se define como un juego orgulloso de serlo, es decir, una propuesta que no se preocupa por camuflarse, que quiere desde el minuto uno recordarnos que nos encontramos frente a una experiencia plenamente jugable. Es por ello que al iniciarlo nos encontraremos sin explicación frente a un inesperado escenario, una suerte de isla flotante bañada por un gigantesco cielo azul. No se nos da un contexto, no se nos explica ni dónde ni por qué estamos ahí, ni tan siquiera se nos comenta para que sirven las diferentes opciones que más tarde veremos, tan solo se nos facilita un objetivo: llevar una pequeña esfera rosa a una especie de campo de fuerza para de este modo poder avanzar al siguiente nivel. ¿Coherencia?, ¡¿Quién quiere coherencia?! Esperad a que os hablemos del Frankensgato…

 Claro ejemplo de los engendros paliformes que acabaremos creando para llevar a la pequeña e inofensiva pelotita al portal rosa que vemos en lo más alto.

Cabe destacar que aun siendo un juego “minimalista” en cuanto a explicaciones, es cierto que en un inicio nuestro objetivo si será comentado, y que una vez ejecutemos el juego se nos facilitarán una gran cantidad de opciones para que nuestra experiencia jugando sea la más óptima. Es así como encontramos herramientas para establecer el ancho del escenario con el que interactuaremos, la altura, el tamaño, y tu posición respecto al tablero que posteriormente tendrás frente a ti, consiguiendo adaptar la experiencia a cada individuo. Es importante hacer hincapié en la posibilidad de poder adaptar tu escala en dependencia de lo que desees. ¿Quieres tener un mapa frente a ti como si se tratara de una pequeña maqueta y construir en base a la misma? Genial, puedes hacerlo. ¿Prefieres aumentar la escala y encontrarte dentro de la isla construyendo máquinas casi de tu tamaño? Estupendo, también puedes, y enhorabuena por los metros cuadrados de tu habitación. Es aquí donde radica la magia de la realidad virtual, tú decides qué tipo de abracadabra deseas para esta ocasión.

El juego pone a disposición del jugador una gran cantidad de opciones para adaptar la experiencia a nuestros gustos y necesidades. ¿Prefieres verlo como una maqueta, o disfrutar de tus creaciones a pleno tamaño? Yo no sé los demás pero a mí me gustan grandes.

 Muy bien pero...¿Cómo se juega a Fantastic Contraption? Me alegra que me lo preguntes, estábamos deseando contaros que nos propone este juego.

El juego de Radial Games trata de hacer que nos estrujemos la mollera, instándonos a construir diferentes engendros mecánicos por tal de transportar un pequeño nodo rosa al objetivo final, a su meta. Para ello haremos uso de los Playstation Moves, los cuales avisamos, son obligatorios para poder jugar. Éstos mandos pasarán a ser dos extrañas maracas que nos ayudarán a moldear, mover, rotar y escalar los diferentes elementos de los que disponemos.

 Nosotros, mas perros que nunca, sostendremos los Playstation Moves siendo esta vez una especie de maracas que nos ayudarán a colocar, mover, escalar y conectar las diferentes piezas.

El objetivo al que deberemos llevar nuestra amada pelotilla irá complicándose conforme vayamos avanzando en el juego, apareciendo en zonas de gran altura, exigiéndonos usar las físicas para poder llegar al mismo, incluso obligándonos a superar grandes desniveles o barrancos por tal de poder seguir avanzando. Si, esa bolita tiene una vida más emocionante que la nuestra.

Para construir las máquinas disponemos de unas piezas que podremos usar sin límite. Estas piezas constan de pequeños nodos que se imantan entre las diferentes partes. Si por ejemplo una de ellas consta de dos nodos, tan solo podrá ser enganchado a otros dos elementos, nodo con nodo.

Entre las diferentes herramientas encontramos: dos tipos diferentes de viga (una roja de madera y otra azul del tipo globo) que pocas diferencias tienen entre sí, gotas de pegamento (que fijarán las estructuras) y motores/rotores (que girarán hacia donde indiquen las flechas) y que normalmente usaremos a modo de ruedas. Eso es todo. Aquí está el claro error del juego, y es que nos encontramos frente a un juego que nos invita a construir y ser creativos pero que sin embargo limita nuestras herramientas a cuatro, las cuales, aunque pueden usarse tantas como se deseen, finalmente no ofrecen demasiadas posibilidades, reduciéndose a la creación de máquinas simples para superar retos sencillos.

Esto se traduce en algo muy negativo y es que, aunque Fantastic Contraption nos seduce y tiene ese efecto ¡wow! del que disfrutan muchos juegos de realidad virtual, tras el impacto inicial comienzan a mostrarse claras evidencias de su repetitividad, en poco tiempo de lo repetitivo pasa a ser monótono, y de lo monótono finalmente a lo aburrido, lo cual es una característica a evitar en este tipo de juegos.

Fantastic Contraption nos ofrece un juego creativo y desafiante. Desgraciadamente pone a nuestra disposición pocas herramientas para que exploremos, lo cual acaba rápidamente con aquello que trata de conseguir: disparar nuestra creatividad.

El punto posiblemente más extraño del análisis está en relación con las herramientas de las que disponemos, y es que estos elementos de construcción que acabamos de comentar los extraeremos de un… gato. En serio. Os lo juramos.

Un ¿adorable? gato será nuestra mina de materiales, nuestro almacén, nuestro bolsillo mágico, nuestro Whiskas. El pequeño animal está formado por esos elementos ya mencionados y de él deberemos extraerlos como si se los extirpáramos. Las vigas las tiene ubicadas en la zona trasera en vez de cola, los motores se desprenden de su espalda, el pegamento se encuentra bajo él, en su tripa, y por si no fuera suficiente, su cabeza, última zona libre del animal, es decorada con una gran cantidad de agujas de coser, las cuales arrancaremos de su cabeza y usaremos para “reventar” aquellas piezas que queramos borrar de la composición tal y como si fueran globos. Bien, ahora imaginad el aspecto de ese pobre gato, y cuestionaos por qué a estas alturas a nadie le ha dado por llamar a PACMA.

 Por si no tuviera suficiente con ser desmembrado constantemente por nuestra culpa, encima el pobre gato es verde. Ahí lo veis tratando de morir aguantando la respiración. No os equivoquéis, ocurre como con los delfines,  aunque parezca feliz no lo es,  es imposible que pueda serlo.

Una vez creamos el vehículo y situamos la esfera objetivo en él, lo único que podremos hacer el darle al play para observar si nuestra creación cumple con su cometido o no. En ningún momento podremos conducir el vehículo, por lo que conseguir hacer lo que deseamos será cuestión de ensayo y error. El sistema de construcción va tan fino, y las ayudas que tenemos son tan mínimas, que pocas veces conseguiremos a la primera que nuestro vehículo se mueva en la dirección que deseamos, aunque queramos que tan solo lo haga en línea recta, ya que, si por ejemplo los ejes no están alineados, el vehículo se torcerá hacía un lado mostrando un comportamiento errático. Así que de nuevo nos encontramos con que todo se reduce en ir probando, ajustar una y otra vez la longitud de las vigas (limitada a un espacio establecido por los desarrolladores) y probar suerte. Es una lástima ya que gran parte del tiempo lo dedicaremos a ir modificando los ejes en vez de en pensar en nuevas y creativas formas de superar el nivel.

El juego tiene un jugabilidad tan fina que al no tener ayudas visuales es casi imposible que nuestro vehículo vaya hacia donde deseemos en el primer intento. Esto puede ser debido a que sus ruedas estén ligeramente torcidas. Desgraciadamente nos veremos tocando una y otra vez los ejes hasta solucionar el problema.