Vox Machinae: ANÁLISIS

30 JUL 2019  14:00

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Vox Machinae: ANÁLISIS

La máquina de la voz que susurraba a los caballos... que estaban por llegar. Disponible para Rift, Vive, Windows MR e Index.

Piensa antes de actuar

Vox Machinae de Space Bullet nos pondrá al mando de uno de esos gigantes metálicos que tantas veces hemos visto en películas y videojuegos. En este caso, con un gameplay orientado completamente al multijugador para PC y compatible con los visores Index, Rift, Vive y Windows MR.

 

La verdad es que no sé muy bien el porqué, pero nunca he sido seguidor de la saga Mechwarrior, y esa pregunta viene a cuento porque realmente desde muy temprana edad siempre me ha llamado bastante la atención eso de tomar el control de un Mazinger Z (sí, cómo pasan los años). Sentir la seguridad y protección de su chasis gigante, la potencia destructiva de sus puños, el certero y letal láser emanando directamente de los ojos y un largo etcétera armamentístico con que hacer frente a un mundo hostil y repleto de villanos.

 

Vox Machinae (la máquina de voz, en latín) es mi primera incursión, digamos seria, en estos menesteres. Bueno, a decir verdad -y también en VR, por lo que no queda tan lejos- pude jugar a Archangel. Pero tras una introducción que me pareció brillante y prometedora, no puedo olvidar el amargo regusto que dejó en mí el hecho de que el gigante metálico se desplazaba en modo automático y que el desarrollo del juego fuera íntegramente sobre raíles. Básicamente era un elaborado tiro al plato donde el resto avanzaba como en una grabación. Y voy a ser claro, si de una cosa soy amante en los videojuegos es de la libertad de movimiento. En este caso tampoco pido un sandbox triple A, pero al menos que puedas decidir si pasar esa roca por uno u otro lado. Así que quizá este Vox Machinae pueda retomar en mí ese deseo insatisfecho de por fin sentir que soy yo quien controla el robot y no él a mí.

 

 

El argumento, -por llamarlo de alguna manera-, es todo un clásico (de serie B):

Los recursos de la tierra se han agotado, -¿os suena?-. La gente trata de migrar hacia donde hay trabajo y oportunidades, muchos terminan detenidos en campamentos fronterizos y malviven de los recursos que los gobiernos apenas pueden proporcionar. Corporaciones poderosas exploran el espacio en la búsqueda de valiosas materias primas.

Tú desempeñas el papel de ser uno de los pocos afortunados pilotos certificados, capaz de asumir los trabajos mineros en diferentes puntos clave. Los ásperos paisajes extraterrestres solo pueden ser explorados por enormes robots andantes llamados GDR o "Grinders". La rivalidad entre las empresas se ha convertido en una batalla sin cuartel, y nuestro trabajo se ha vuelto cada vez más y más peligroso.

Vamos, la típica excusa para lanzarnos a repartir yoyas©

Veamos qué nos ofrecen

Cuando le damos a iniciar desde Steam, aparece un menú donde nos permite elegir: jugarlo en pantalla (convencional), modo Oculus VR o modo SteamVR. La segunda es mi elección dado que utilizamos Rift CV1, presuponiendo que quizá así rasque algo de rendimiento al evitar la capa de SteamVR de por medio.

 

 

Ya en harina, de entrada pasaremos por la calibración de altura manteniéndonos quietos y pulsando un botón. Instantes después nos encontramos sentados en la cabina de una especie de puesto de mando, -ojo, este juego es para jugarlo sentado, ideal para gente cansada-, aparcados en un hangar gigante acertadamente recreado. Texturas metálicas con la pintura desgastada, operarios soldando piezas y otros pequeños detalles nos advierten de un nivel gráfico e inmersivo más que aceptable. Este lugar es básicamente el menú principal, lo que le confiere ya de entrada una sensación de presencia -de estar ahí, en el garaje con mi robot- que los creadores han querido implementar desde un principio, evitando así el típico menú que a veces nos saca de contexto.

 

Desde aquí podremos elegir todas las opciones; empezando por la configuración gráfica, sonido, etc. pasando por los parámetros específicos de la VR, como activar o desactivar el mirror, la reducción de FOV al movimiento para evitar mareos, el supersampling... entre otros. En uno de los apartados se nos permite también elegir nuestro "careto virtual" masculino/femenino, y también si queremos ponerle algún complemento -meramente estético-, tipo sombrero, gorra, casco, etc. Existen algunos de estos complementos que aún no podremos seleccionar hasta que se desbloqueen según ganemos experiencia.

 

En marcha

Para comenzar a familiarizarse lo mejor es empezar con los tutoriales, que básicamente son tres: uso de armas, desplazamiento y control de la radio. Los seguí por este orden, y aquí llega el primer hándicap para los que no tengan un mínimo conocimiento de inglés. Es verdad que el juego no tiene historia ni argumento reseñable, pero el ordenador de a bordo -con una voz metálica femenina- nos irá contando lo que tenemos que hacer en un inglés (metálico, obviously) que lo hace incluso más difícil de entender y a la postre sin subtítulos. Me las he manejado bastante bien y afortunadamente hay un monitor dentro de la cabina que nos indicará -de una forma muy escueta-, el objetivo o acción requerida en cada momento. Si con todo y esas no avanzamos, el clásico prueba y error con algo de paciencia nos servirá para salir del paso, al menos por ahora que aún no nos encontramos en el fragor de la batalla.

 

 

Aquí debo detenerme un momento y hacer el primer halago referente al manejo del robot, y es que a los pocos minutos de darle a la llave de contacto, me he hecho con el control total del mastodonte metálico, consiguiendo que éste responda fielmente a mis deseos. Con el Touch izquierdo manejamos una especie de cambio de marchas que nos permite avanzar (a 4 velocidades distintas), parar, o retroceder. También es posible colocar a nuestro gusto la pantalla del radar, que resultará muy útil para ubicar los enemigos y objetivos de cada misión. En este mismo lado, existe también una especie de pomo/joystick que activará los propulsores cuando tiremos de él, esta acción elevará nuestro tonelaje a considerable altura y facilitará desplazarnos en cualquier dirección mientras estemos en el aire.

 

Agarrando con el mando derecho la palanca ubicada en ese lado, controlaremos el giro (izquierda/derecha). También disponemos de una pantalla con ampliación para el disparo -a modo de francotirador-; útil para objetivos lejanos, y que activaremos o desactivaremos pulsando el botón del stick analógico.

 

Ah, se me olvidaba que hay una agarradera que cuelga del techo, y que si tiramos de ella sonará una especie de claxon, entre camión y barco transatlántico. A cada lado tendremos también y siempre visibles tanto el nivel de combustible, que determina el tiempo de vuelo, como la barra de sobrecalentamiento, que aumenta con el uso intensivo de las armas. Ambas se recargan de forma automática mientras no utilicemos lo que corresponda.

 

 

Bueno, pues pasado el tutorial y ya dispuesto a deleitarme de lo aprendido, ahora sí con fuego real, me llevo el primer chasco al comprobar que el juego no dispone de modo historia alguno. Era consciente que es un título orientado al multijugador, pero aunque fuera corta y argumentalmente pobre, -lo común en estos casos-, se agradecería muchísimo que la tuviera, ni que fuera de un par de horas para hacerse uno con las mecánicas del juego. Pero en fin, esto es lo que hay, así que pasamos al plan B.

 

En primer lugar podremos elegir entre diferentes robots y equiparlos con distintas armas. En este sentido no he visto por ningún lado que podamos prosperar, -al estilo rolero, de acceder a nuevas armas o mejoras a medida que ganamos partidas (nivel)-. Esto tiene cierta lógica desde el punto de vista de salir al campo de batalla en igualdad de condiciones ya de entrada. Vamos, que no nos pase de buenas a primeras que un veterano nos vuele los sesos en cero coma porque cuenta con el misil ultrasónico nuclear de nivel 50 bajo la manga. En todo caso, nos hará saltar por los aires simplemente porque es más diestro, tiene mayor experiencia o conoce el terreno como la palma de su mano... o las tres juntas.

 

Este último punto, -el de poder elegir robot y su equipamiento-, otorga al juego un leve toque de rol estratégico, ya que escoger el robot más "tocho" y capaz de cargar mayor número de armas también lo hará más pesado y lento de movimientos, y viceversa, un robot pequeño será menos letal en términos armamentísticos pero más ágil de reflejos y desplazamiento, por lo que probablemente llegue antes a los puntos clave de la misión.

 

 

Todo esto, se combina a su vez con el tipo de terreno (en total existen 7 mapas). Los hay más planos y fáciles de recorrer en línea recta y otros con una orografía montañosa y enrevesada, incluso con estrechos pasos y cuevas, que en ocasiones se convertirán en obstáculos que sortear para poder acceder a ciertas zonas, especialmente para un robot grande y pesado. El conjunto me parece favorable para otorgar una mayor jugabilidad. Estas pizcas estratégicas nos alentarán a equilibrar un eficiente escuadrón de la muerte, lo que inducirá a que pensemos un poco antes de entrar en la arena al estilo Rambo para acabar saliendo por patas. 

Disponemos de varios modos de juego

El multijugador permite jugarlo en modo offline, en una red local o en online hasta un máximo de 16 jugadores. Cuando haga falta (en offline será imprescindible) podremos añadir bots controlados por el ordenador para rellenar huecos. En todos los modos pueden jugar de 2 a 4 equipos, lo que posibilita liarla parda con un buen grupo de amigos repartidos en diferentes escuadrones.

 

Afortunadamente -o debería serlo-, el juego es crossplay entre jugadores VR y pantalla tradicional. Esto nos haría pensar que vamos a encontrar multitud de partidas a las que unirnos, -¡¡meck!!!, craso error-. Quizá sea porque mi horario no coincide con las américas, pero os advierto que la cosa está despoblada a más no poder, y eso que el juego ya lleva tiempo en el mercado, aunque eso sí, en acceso anticipado. Si encontramos una o dos partidas con gente ya podemos darnos por satisfechos. Eso sí, todos a los que me he unido de habla inglesa, por supuesto.

 

 

En cuanto a los modos de juego, me ha gustado especialmente el Salvaje, donde deberemos proteger a una máquina monolítica Decker (que no sé muy bien lo que es ¿?), pero vamos, para hacernos la vida fácil, los creadores del juego han puesto una mirilla de disparo que se pone roja exclusivamente si apuntas a un enemigo, así que por favor, a todo lo demás no le disparéis. Por cierto, la mira de disparo sigue nuestro movimiento de cabeza, o sea, básicamente disparamos a lo que miramos, lo cual está bien pero a veces es lioso, por ejemplo cuando estamos disparando a un enemigo y a su vez queremos mirar el radar situado a nuestra izquierda.

 

Luego está el clásico Deathmatch. Ya sabéis, gatillo fácil a todo lo que se mueva -y que no pertenezca a nuestro equipo, claro-, y a ver quien recuenta mayor número cadáveres a fin de jornada…, por un rato resulta divertido, pero definitivamente tanto caos y acción no es lo mío.

 

Más interesantes me han parecido los otros dos modos de juego disponibles. Uno se trata de proteger de las fuerzas enemigas a un Convoy que debe llevar una valiosa mercancía con éxito a su destino; a su vez también podremos hacemos con bases estratégicas para convertirlas en aliadas. El otro, Stockpile, se basa en tomar el control de distintas fábricas que hay en el territorio, cada fábrica conquistada otorga puntos; el equipo que consiga llegar antes a un número de puntos que previamente determinamos, ganará la partida.

 

Apartado técnico

Visualmente el juego luce bien, no roza la excelencia de un triple A, obviamente, pero está a un buen nivel. Los escenarios son variados, vistosos y en algunas zonas rozan un notable detalle, de inhóspitas tierras áridas, pasando por zonas volcánicas... a penumbrosos glaciares, hay suficiente variedad para horas de diversión en este sentido, el único pero es que no son muy extensos y a veces nos podremos encontrar con una pared invisible.

 

El sonido cumple perfectamente su cometido, cada paso de nuestro gigante suena a Tyrannosaurus rex, y tanto las armas de gran calibre, como los láseres y explosiones cumplen perfectamente.

La música electrónica recuerda un poco al de películas ochenteras de ciencia ficción, y al menos no molesta en absoluto, que ya es decir. Nada desentona en el conjunto.

 

 

El rendimiento es muy bueno. Tengo un i7-3770K ya obsoleto junto a una 1080. Con las opciones gráficas al máximo y el supersampling a 1.2 (excepto el antialiasing que siempre desactivo porque las CV1 ya lo llevan de fábrica) la cosa va francamente suave y no he notado bajadas de frames en ningún momento. También hay que tener en cuenta que mi visor lleva su tiempo en el mercado y es de los más dóciles en este sentido.

 

En cuanto al confort, lo he jugado sin limitación de FOV al movimiento y no he tenido problemas. También es verdad que estoy bastante adaptado a la VR, sin embargo el cochecito de Elite Dangerous sigue mareándome a poco que haga unos cuantos giros bruscos. 

CONCLUSIÓN

Podría haber sido el juego que diera satisfacción al niño que un día soñó con subirse al Mazinger Z, y lo cierto es que en un primer momento esa fue la sensación… Sensación que rápidamente se desvaneció por la falta total de historia y de pisar un mundo más habitado por máquinas que por humanos controlándolas. En fin, otra vez será.

 

Aquí es necesario recordar que se trata de un juego que aún se encuentra en fase de desarrollo (acceso anticipado). Sin embargo, también debemos tener en cuenta que el próximo mes de septiembre llevará ya un año publicado en la tienda de Steam.

 

En cualquier caso los desarrolladores prometen añadir:

  • Sistema de módulos para añadir nuevas habilidades a tu robot.
  • Más contenido (robots, armas y mapas).
  • Nuevos modos de juego. (no especifican cuales)
  • IA mejorada.
  • Posibilidad de Interactuar con otros pilotos en el Hangar.

A pesar de todo, estas actualizaciones no tienen pinta de alterar significativamente la valoración final del producto analizado. No hay mención alguna a la inclusión de un modo historia, y por otro lado, nada hace presagiar que en un futuro el multiplayer rebose de usuarios con quienes unirse i/o pelear.

Nada me gustaría más que estar equivocado en ambas cosas.

 

A los amantes del género podrá parecerles una nota excesivamente pobre, así que a ellos podría concederles un punto más porque es justo reconocer que la recreación y el control de los robots merecen un notable. Para el resto de usuarios sin embargo, creo que será mejor abstenerse o quizá guardarlo en una sección de favoritos a nombre de: Carne de rebajas para echar unos tiros.

+ Realmente sientes que estás al mando de un robot gigante.

+ Gráficamente cuidado.

+ Pinceladas tácticas que le añaden cierto toque estratégico.

+ Buen rendimiento.

- Total ausencia de un modo historia.

- Multiplayer generalmente vacío de jugadores.

- Puede acabar haciéndose aburrido y repetitivo.

- Mapas poco extensos.

- Sólo en inglés.

6,5 "Bueno"

Vox Machinae (PC)

6.5

Lanzamiento / Septiembre 26, 2018

Game DescriptionTake command and pilot a giant fighting machine in an escalating war between powerful corporations. Select your GDR ("Grinder") chassis and customize it with a powerful ...

Nota de los usuarios

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