Project Wingman: Frontline 59 - ANÁLISIS

A medio gas

Surcar los cielos es uno de los grandes deseos de la humanidad. Volar y ser libre. De momento hacerlo pasa por un gran armazón de metal pero por suerte también es posible simular esas sensaciones sin salir de casa gracias a la realidad virtual. Eso sí, esta vez no de un modo tan pacífico y soñador porque Project Wingman: Frontline 59 nos pone bajo la piel de un piloto que forma parte de un escuadrón listo para combatir. Unos cazas equipados hasta los dientes con ametralladoras y misiles de todo tipo para hacernos sentir momentos únicos.

El gran pero de su propuesta es, como ocurrió en Ace Combat 7, que toca conformarse con sólo una parte del título adaptado a nuestra tecnología favorita. La nueva campaña Frontline 59 compuesta de seis misiones es lo que podemos jugar de forma completamente inmersiva. Una decisión que pilló desprevenidos a todos cuando apareció por sorpresa en la tienda digital de Sony y pudimos leer con detalle la descripción del mismo. Uno de los juegos más esperados de esta recta final de año llegando a aparecer incluso en algún vídeo promocional de la compañía japonesa.

Todo tenía demasiada buena pinta. Pero el golpe de realidad nos hizo fruncir el ceño aunque, pensándolo fríamente, de forma algo visceral. No es lo que esperábamos, de eso no hay duda, y puestos en faena vemos como esta nueva campaña de Project Wingman: Frontline 59 sabe cumplir con creces jugablemente. Bien es cierto que hay algunos peros en el camino aunque las sensaciones una vez estamos en el caza son bastante satisfactorias. Visualmente no estamos ante ningún portento técnico ya que hemos surcado cielos mejores en el mentado Ace Combat 7 y ni qué decir del espectáculo gráfico que fue Star Wars: Squadrons.

El nivel de detalle brilla por su ausencia comparado con estos grandes luciendo texturas y modelos impropios de la plataforma, las explosiones aunque eficientes no pasan de ahí y las superficies de terreno tampoco ayudan mucho. Oculto tras esta mejorable apariencia tenemos un título que, aún así, es cumplidor en lo visual con suficientes detalles en pantalla como para, en plena acción, olvidarnos de todo ello. Además la vista interior de la cabina ayuda a evitar mareos pudiendo realizar todo tipo de cabriolas sin temor a salir perjudicados de la experiencia.

Surcar las nubes es un gustazo a pesar de su extraño aspecto visual.

Sabe lo que hace

Como las desgracias nunca vienen solas Project Wingman: Frontline 59, además de omitir el contenido VR de la versión para compatibles, también se olvida del soporte para HOTAS (ese mando específico para simuladores de vuelo), algo imperdonable para un título de estas características. Al ser un juego híbrido se ha optado por emplear directamente el DualSense y a pesar de no ofrecer la misma experiencia sabe comportarse aprovechando alguna de sus funciones. La vibración resulta muy acertada con diferentes intensidades y regulando, en función de la maniobra, por qué lado debe temblar el mando. La vibración del visor lo respalda además de forma estupenda.

Con él sentimos cuando un enemigo pasa cerca o los impactos recibidos en el avión. Quizá es por esto que echamos en falta el traqueteo de la ametralladora o alguna respuesta al lanzar misiles. El control por su parte se puede configurar a nuestro antojo y por defecto los gatillos se utilizan para los virajes horizontales ofreciendo resistencia en los mismos. Algo complicado de combinar con acelerar y frenar con los superiores L1 y R1. La disposición de todo ello para sus exigencias no terminan de cuajar pero como decíamos, se puede adaptar a nuestro gusto.

El acertado uso de la vibración, las transmisiones por radio y su BSO completan un conjunto muy efectista en cuanto a sensaciones

El sistema de apuntado para los misiles permite marcar nuestro objetivo con el seguimiento del casco siendo una auténtica lástima no haber ido más allá permitiendo hacerlo con la mirada. Por lo demás Project Wingman: Frontline 59 ofrece el tipo de misiones que todos esperamos persiguiendo cazas, protegiendo objetivos, derribando torretas terrestres o barcos en alta mar. Unos niveles que superan la media hora de duración individualmente si somos los suficientemente hábiles y que pueden extenderse más incluso en las dificultades más elevadas (hay cuatro rangos) mientras perseguimos rivales y evitamos recibir daños.

Así tenemos una campaña que fácilmente supera las tres horas de duración en el peor de los casos. ¿Lo malo de ellos? No existen puntos de control lo que significa reiniciar el nivel por completo si caemos en pleno vuelo ya sea abatidos por el enemigo o chocando con el suelo. Algo que puede ocurrir si se nos acaba el depósito de combustible aunque no sea lo más probable. Contamos también con la opción de vuelo libre si lo nuestro es disfrutar del viaje sin enemigos de ningún tipo y practicar las maniobras más peligrosas.

Podemos activar la opción de apuntar allá donde mira el visor.

Otra ocasión perdida

Los niveles se presentan, además de con una introducción narrada en inglés (acompañada de subtítulos en español) con un desglose de los objetivos en una simulación 3D, eso sí, en modo cine como buen juego híbrido que es. De hecho los menús , como ocurrió en Gran Turismo 7, evitan la inmersión de la realidad virtual y además la localización a nuestro idioma hace que se solapen algunos textos por el apretado espacio del que disponen. Durante las cacerías tenemos comunicación constante por radio pero como podéis imaginar pasa totalmente a un segundo claro cuando estamos mirando en todas direcciones.

Los subtítulos se pueden anclar a la parte superior o inferior de la cabina, pero ninguna de ellas resulta práctica para seguir las conversaciones. En cualquier caso aún sin comprenderlas (algo complicado ya que simulan el efecto radio) ambientan estupendamente junto a una banda sonora excelente, resultando muy acertada y motivadora en pleno vuelo. El resto de efectos son creíbles sin destacar especialmente pero el audio 3D, junto a las vibraciones que antes mencionábamos, completan un conjunto muy efectista en cuanto a sensaciones.

Toca evaluar si lo que ha terminado ofreciendo es suficiente para los jugadores, algo que por otro lado es bastante más que lo que encontramos en una inmensa multitud de juegos

Nos gustaría profundizar más en las opciones de confort para jugar con la posición de la cabina, eliminarla, la ubicación de los subtítulos y algún otro detalle del que se pueda sacra mayor provecho. Pero en general todo está pensado para jugar y disfrutar. Con todo lo hablado vemos que Project Wingman: Frontline 59 sabe lo que se hace. Hay escenas de combate espectaculares (las tormentas eléctricas por ejemplo), muy retador si así lo queremos y sabiendo sacar partido de la inmersión que genera el temblor del visor y los mandos. Es por esto que nos duele más si cabe no contar con el juego completo en RV.

Porque en realidad lo que estamos comprando es el título de PS5, que podemos jugar en TV, y tan sólo la campaña Frontline 59 es la que nos permite disfrutarla si queremos de modo inmersivo. Algo que todavía no comprendemos teniendo el juego de compatibles y que, esperemos, podamos próximamente surcar sus cielos por completo, porque sin duda, merece la pena hacerlo. Ahora toca evaluar si lo que ha terminado ofreciendo es suficiente para los jugadores, algo que por otro lado es bastante más que lo que encontramos en una inmensa multitud de juegos... aunque sea de un modo agridulce.

Uno menos, ya sólo nos quedan cincuenta más...

Conclusión

Las sensaciones en el caza de Project Wingman: Frontline 59 son estupendas. La nueva campaña ofrece todo lo que esperábamos de él aprovechando las funciones de vibración de forma notable y sin mareos. Puede que gráficamente no sea ninguna virguería pero por su buen hacer es algo que se nos olvida pronto. Desafortunadamente lo que no podemos pasar por alto es la adaptación incompleta del contenido a la realidad virtual de Sony siendo, para muchos, un claro ataúd para el juego. Pero si quieres una propuesta de vuelo satisfactoria es algo que, quizá, decidamos dejar atrás para sencillamente disfrutar del vuelo.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.001.000

Vídeo análisis: