Análisis del Durovis Dive

Lentes

Las lentes están acopladas a unos soportes alargados que nos permiten ajustarse a la separación de nuestros ojos, ya que podemos variar su posición al introducirlos más o menos dentro del Dive. Las lentes son asimétricas, así que en el caso de sacarlas de la carcasa tendremos que volver a insertarlas en la posición correcta, esto es, con la parte más curva hacia la pantalla tal y como explica el manual.

También podemos acercar o alejar las lentes a la pantalla, con lo cual es posible compensar nuestra miopía y obtener una imagen totalmente nítida sin necesidad de utilizar gafas. Y ya que hablamos de gafas, es importante reseñar que no es posible utilizarlas con el Dive, ya que es un dispositivo demasiado estrecho. En el Oculus Rift ya cuesta meter un par de gafas, pero en el Dive más vale que lo olvidemos.

Aunque la idea es útil, el mecanismo queda bastante holgado y ofrece muy poca resistencia, por lo que resulta sencillo desplazar las lentes sin querer mientras nos ponemos el Dive, y eso nos obligará a reajustar su posición. No habría estado mal que ofreciese algo más de fricción para que no se moviese con tanta facilidad, y nos tememos que con el tiempo irá a peor.