Symphony of the Machine - PSVR: ANÁLISIS
2 JUN 2017 19:01
Una poderosa tecnología ancestral se encierra en lo alto de la torre. Allí nos será revelado el secreto para controlar el clima, y llenar de vida esta tierra yerma será nuestra misión. Stirfire Studios nos trae Symphony of the machine, un pequeño juego de puzles para PSVR, Vive y Rift.
Sinfonía mecánica para las plantas
El objetivo del juego es restaurar la vida en un valle devastado por la desolación. En su centro, encontramos una torre, muy parecida por cierto a las vistas en Zelda: Breath of the Wild. Dicha torre es, en sí misma, una suerte de gran máquina ancestral con tecnología para controlar la meteorología, y siguiendo diferentes patrones podremos obtener el efecto deseado. No obstante, y a pesar de lo dicho, básicamente Symphony of the machine es un juego de puzles sin más. Se trata, en cada caso, de conseguir la climatología adecuada y prefijada para hacer crecer una determinada planta. Cada planta es una pequeña secuencia de rompecabezas a superar, y son solo 8 en la parte principal. En este concepto simple se basa el juego, aunque se intente empaquetar todo dentro de un contexto mayor. Estamos en una torre, imbuidos de una cierta espiritualidad zen pero, en esencia, sería lo mismo si tuviéramos que encontrar la combinación para, por ejemplo, salir de una habitación. No es que estos elementos ambientales no sean importantes en un videojuego, pero está claro que aquí no hay historia y resulta poco trabajado y superficial, aunque esto no quita que el juego tenga otros aspectos positivos.
Hemos creado el viento
Controles
Se pueden usar un Move o dos (mejor dos) y se juega bien sentado. El movimiento se realiza por teletransporte, y aunque podemos girarnos físicamente, es muy recomendable permanecer en posición estática y realizar los giros a tramos con los botones del Move. Lo peor del control es sin duda la manipulación de objetos. No todas las posiciones parecen ser válidas para tomar un objeto adecuadamente. A veces, tras agarrar un objeto, una ligera pérdida de posicionamiento o un ángulo muerto hace que el mismo vuelva a su lugar de origen en lugar de permanecer congelado en su última posición, como parecería más lógico. Por otra parte, el robot que nos ofrece los objetos a veces se aleja de nosotros sin motivo aparente. En resumen, entre unas cosas y otras, el control no resulta del todo natural. Estos pequeños detalles no dificultan la resolución de los puzles pero desde luego empeoran la experiencia. A pesar de todo, tras jugar un rato nos haremos con los controles, y si ese no es el caso, os dejamos algunos consejos que pueden ayudaros:
- Es recomendable recoger objetos movernos indistintamente con un Move o con el otro. Así podemos sujetar un objeto con una mano y, por ejemplo, movernos con la otra.
- Si tenemos dificultades para mover un objeto, siempre podemos depositarlo en la plataforma del robot y luego desplazarnos a la posición deseada. El robot se acercará a nosotros.
- Al soltar en el aire un objeto, su posición se queda congelada. Es posible utilizar esta técnica para manipular mejor los objetos.
Mecánica
En cada puzle aparece un robot que nos ofrece un tiesto con tierra y una semilla, seguido de una secuencia de estados meteorológicos necesarios para que la planta crezca del todo. Este nuevo estado se produce en toda la región y es observable desde lo alto de la torre. Por ejemplo, veremos como llueve o nieva en todo el paisaje. Los cambios en el tiempo se consiguen desviando un rayo de luz central hacia una serie de paneles que adornan la cúpula de la torre. Iluminando los paneles se consiguen los siguientes tiempos básicos: soleado, ventoso, lluvioso y nublado. En principio, los estados anteriores son incompatibles entre sí, pues al iluminar cualquiera de ellos aparecen escudos formados por hexágonos (ver imágenes) que bloquean el paso de la luz por determinas zonas. Para sortear los escudos y poder crear estados meteorológicos complejos, usaremos varias herramientas como espejos, duplicadores de la luz o cristales aumentados (frío y calor), y de este modo lograremos iluminar varios paneles simultáneamente. Así por ejemplo, si se nos muestra un sol tapado por una nube, debemos dirigir la luz para conseguir iluminar tanto el panel del sol como el de las nubes. Todos los puzles del juego siguen la misma dinámica explicada anteriormente con ligeras modificaciones en cada caso. Los puzles son agradables en su ejecución, aunque no conllevan una dificultad excesiva y se reducen a redirigir la luz para hacer crecer la planta.
Aunque el juego está traducido, no era algo necesario en este caso, ya que no depende en absoluto del idioma y tenemos a nuestro alrededor muchas ayudas visuales. En este aspecto el videojuego es muy claro para el usuario: siempre sabremos qué hacer en cada momento.
Los rayos son claves para activar los diferentes efectos meteorológicos
Duración y modos de juego
Es un juego muy corto. La parte principal del juego nos puede durar una hora aproximadamente. Al terminar el modo de juego normal, se nos desbloquea el modo sandbox, en el cual tendremos disponibles todos los elementos y nos pueden aparecer, por nuevas combinaciones, algunos efectos meteorológicos diferentes. Esto se traduce en algún que otro nuevo puzle extra. Incluso experimentando por nosotros mismos podemos llegar a conseguir efectos novedososos en los cielos.
Apartado técnico
Los gráficos del juego son solo aceptables. Cumplen como suele decirse, son algo más definidos en el entorno cercano de la torre pero pierden un poco más en las distancias largas. El paisaje no es del todo creíble y se percibe casi plano. No obstante, la altura puede apreciarse contemplando el paisaje. Recomendamos al lector asomarse por la barandilla y mirar hacia abajo.
No podemos pasar sin señalar la presencia en el juego de algún que otro bug al posicionarnos nosotros o algún elemento en pantalla. A veces el rayo de luz reacciona mal en su interacción con los espejos u otros elementos. No fastidia la experiencia, pero evidentemente desluce un poco el resultado final.
El sonido es más de lo mismo. Está en segundo plano, y aunque consigue en todo momento crear una ambientación relajada, no es especialmente destacable. Los cambios meteorológicos que vamos generando no nos importan demasiado más allá de la curiosidad momentánea: Si hay tormenta se escuchará un rayo, el viento se escucha silbar, etc...
Para finalizar el apartado, debemos señalar que el conjunto, en su justa medida, nos hace creer que estamos en las alturas de una torre de poder. A determinado nivel nos proporciona una cierta inmersión y también una buena visión espacial que nos ayuda a meternos mejor en los puzles y sus posibles resoluciones.
Solos en la torre
Conclusión
No es lo que nos gustaría decir, pero Symphony of the machine es tan solo un juego correcto. Tal vez en los primeros compases de PSVR, allá por su lanzamiento, podría caernos en gracia debido al factor sorpresa. Sin embargo, a estas alturas se nos queda pequeño a día de hoy. A esto debemos sumarle su corta duración y su control poco refinado, que hacen menos fluida la experiencia. Aunque cuesta recomendar este juego a todo el mundo, si nos gustan los puzles, podremos encontrar en ellos el valor de este videojuego. Aunque son siempre del mismo tipo, están bien construidos y tal vez esa sea la parte más positiva.
Por todo ellos le asignamos una calificación de 5,4
El juego ha sido analizado con una copia digital de PSVR, y también se encuentra disponible para HTC Vive
gotmog
Visores
#1 2 JUN 2017 20:27
Buen análisis, gracias.
Candican
#2 3 JUN 2017 12:04
Gracias buen analisis,lastima me esperaba mas de el, pero aun asi le daremos una oprtunidad ;)