Tiene que ser complicado para cualquier compañía encontrar ese punto equilibrado entre coste y tecnología que tiene tu aparato a la hora de salir al mercado.
Si te pasas de coste y metes mucha tecnología puedes vender muy poco y morir.
Si haces la inversa te quedas desfasado y te puede comer la competencia en un par de años.
El negocio del hardware doméstico (quitando los móviles) se muere poco a poco en lo relativo a videojuegos y películas.
El juego/película como servicio ya está aquí (netflix...) o ya está a punto de llegar (gamepass).
Microsoft es una empresa de software por excelencia y está a tope y encantada con este futuro.
Pero Sony es una empresa de hardware en su nacimiento y naturaleza; y quizá vea en la VR un mercado potencial de futuro para que sigamos comprando maquinaria en casa.