Wonderglade: ANÁLISIS
14 JUL 2020 15:30
Si las fiestas de tu localidad se han suspendido y echas de menos a los feriantes, o si ya no sabes qué hacer para entretener a los niños este verano, Wonderglade puede ser tu juego salvavidas: un parque de atracciones con 6 mini-juegos sencillos y una ruleta de la suerte en la que siempre ganarás un premio. Disponible para Quest.
¡Papá, tú no sabes, déjame a mí!
Wonderglade nos lleva teletransportando mágicamente desde 2016 a un parque temático. Los seis juegos clásicos que alberga entretienen a los peques desde entonces en los visores más sencillos, desde Daydream a Oculus Go, pasando por Gear VR y siendo ahora el turno de Quest.
Resolution Games, compañía que parece casi especializada en títulos para jugar en familia o en grupo como Angry Birds VR: Isle of Pigs o Acron: Attack of the Squirrels!, no ha añadido más contenidos ni demasiadas mejoras a esta versión de Wonderglade, ni tampoco hay doblaje al castellano, aunque sí subtítulos. Es un juego muy ligero, no ocupa casi nada de la memoria de Quest, y puesto que está pensado en los más pequeños, para analizarlo he tenido que echar mano de las impresiones de mis sobrinos, de 7, 9 y 12 años.
El más mayor, a los 20 minutos ya había probado los 6 mini-juegos, se quitó el visor y dijo que no estaba mal... pero que a ver si le podía poner el de los zombis. El menor de los hermanos, un granujilla muy competitivo al que no le gusta nada perder, se abalanzó hacia el visor con ganas. Aunque las Quest no le quedan demasiado bien sujetas a la cabeza, a este tuve que ser yo el que a la media hora le dijera que era el turno de su hermana, a la que le suelen gustar más las experiencias interactivas, tipo Bogo, o animaciones inmersivas como la del erizo Henry, que los juegos. Pero con Wonderglade disfrutó como para querer repetir otro día. Así que el experimento familiar se saldó con dos votos a favor y vamos a decir que uno en contra, lo cual puede servir para que os hagáis una idea de a qué rango de edades este juego les puede resultar más entretenido.
Yo para seguir con el análisis me tomo una pastilla de complejo de Peter Pan, me pongo el visor y me encuentro con una pequeña genio de la lámpara llamada Alva, la guía que va a enseñar al niño que somos en la feria cómo ir a cada una de las atracciones, a jugar a los mini-juegos que incluyen y la utilidad de acumular tickets para ganar premios en la ruleta de la fortuna. Los gráficos son sencillos y coloristas, como las ilustraciones de un libro infantil, pero no nos encontramos ante un título del que merezca la pena detallar sus características técnicas, así que mejor vamos a ver cuáles son esos seis pasatiempos que propone:
Bistro Basheer: ambientado en una cocina, estaremos armados con una maza con la que tenemos que machacar ingredientes y evitar golpear cepos para ratones. No me quedó muy claro si esto era un guiño a la peli Ratatouille o una extraña variante del juego de golpear con un martillo a los topos. Repetitivo, fue el que tuvo menos éxito entre mis sobrinos.
Hamster Hoops: se trata de jugar al baloncesto pero en un entorno espacial mientras nos observan unos hámsters. Tan loco como suena y quizá el mini-juego más difícil de todos, porque hay que afinar bastante la puntería.
Magic Mayhem: con la ayuda de una varita mágica tenemos que golpear una serie de rocas de lava que contienen diamantes, monedas, tickets de feria y relojes con los que ganar más tiempo.
Tiny Tee Golf: minigolf en el que manejar el palo no es demasiado intuitivo. Gráficamente es quizá la prueba más resultona.
Tip 'N' Tilt Racing: el juego de llevar una canica por un laberinto, pero en este caso lo que guiamos es a una vaca gorda como una bola. Rodando rodando, tenemos que completar el circuito varias veces antes que nuestros competidores.
Tinder Town: donde tendremos la oportunidad de ser bomberos y apagar los incendios de los edificios en un entorno de 180º. Cuidado con la presión del agua o con dirigir el chorro hacia gatos, macetas y cualquier otra cosa que no sean las llamas de tejados y ventanas. Este es el que más gustó en casa.
¡Mamá, te he ganado!
Con los tickets de feria que vayamos acumulando, podremos comprar oportunidades para hacer girar la rueda de la suerte, donde se nos premia con complementos para nuestro personaje (gorros, gafas, vestidos) o para las armas o herramientas que usamos en los mini-juegos (diferentes tipos de varitas o palos de golf, cambiar la vaca por otro animal, etc). Un pequeño aliciente para que sigamos jugando.
Ya he comentado que los gráficos no nos van a dejar con la boca abierta, pero cumplen su función. Lo mismo ocurre con los sonidos y la música, los típicos que escucharíamos en una feria. Las físicas funcionan como deberían, pero también son sencillas: el rebote de la pelota en el aro de la canasta de baloncesto, el inclinar la pista de carreras para que la rechoncha vaca avance y poco más. No termino de ver que se haya aprovechado el llevar este título a Quest para mejorarlo con respecto a sus versiones anteriores, no parece ser más inmersivo. Lo cierto es que es un juego que funcionaría casi igual de bien en una Wii y un monitor plano. De hecho, a la hora de jugar contra otros, por turnos, lo de tener que quitarle el visor a uno para ponérselo al siguiente es una desventaja.
CONCLUSIÓN
Por un lado me resulta difícil no recomendar un título con el que mis sobrinos y yo hemos pasado una tarde divertida, pero por otro me quedo con la sensación de que Wonderglade se queda un poco corto de contenidos y de que no termina de explotar las posibilidades de la realidad virtual. El que la voz de nuestra guía esté en inglés lo he destacado como defecto, pero lo cierto es que hasta podría considerarse un punto positivo si lo vemos desde un punto de vista educativo. Hay subtítulos en español, pero pasados los primeros minutos de aprendizaje el juego es casi mudo, así que el idioma no es una barrera.
Al final, los niños se lo pasan bien sin que la dinámica del juego les altere demasiado. Es divertido, fácil de jugar, no requiere mucho espacio (se puede jugar sentado) y no supone un peligro para jarrones ni figuritas de las estanterías, así que quizás sí sea un título que debamos tener para echar mano de él en reuniones familiares.
El juego está ya disponible en la tienda de Oculus Quest por 14,99€.
saher
Visores
#1 17 JUL 2020 21:59
Comprado y disfrutado en familia con mis hijos y sus primos.. No es un juegazo pero cumple lo que promete: entretener a la chavalería