Análisis de Acer Windows Mixed Reality

Lentes

Las lentes nos han dejado un sabor ligeramente agridulce, ya que por una parte ofrecen una gran nitidez en el centro de la pantalla, pero por otra esa zona central es más reducida que en los cascos que ya conocemos. El "punto dulce" es más pequeño y resulta difícil de encontrar al principio, ya que si el casco se nos mueve lo más mínimo la imagen se nos emborrona con gran facilidad, llegando a ser bastante molesto. No obstante, una vez que nos colocamos el visor de forma correcta, resulta más sencillo mantenernos en la zona buena de la pantalla. Y en esa zona, como hemos comentado anteriormente, la nitidez es notable y los textos se leen con gran facilidad, incluso con fuentes pequeñas.

Al alejarnos del centro se pierde un poco la magia, y en este sentido tanto Rift como Vive son muy superiores, ofreciendo una mayor nitidez global al tener en cuenta toda la zona que alcanza nuestro ángulo de visión. En cuanto a los artefactos provocados por las lentes, léase el efecto halo en el Rift y los anillos en el Vive, creemos que las lentes utilizadas por el visor de Acer resultan menos molestas. Sí que hay un ligero efecto halo en zonas de mucho contraste, como imagen en negro y textos blancos, pero inferior a los otros visores.

A simple vista y con el casco en la mano, en las lentes del visor Acer se observan claramente los anillos de la tecnología Fresnel, igual que ocurre con el Vive, pero una vez que tenemos el visor puesto, resultan mucho menos visibles.

Una de las pegas que puede tener para determinadas personas es el tema del ajuste de la distancia interpupilar (IPD), ya que solo se puede realizar por software. Algo que también ocurre con PSVR, aunque este último visor al tener un mayor punto dulce puede facilitar su compatibilidad con personas que se alejen del estándar de separación de sus pupilas. El software nos permite configurar el IPD, siendo el valor por defecto 62,683 mm.