Straylight: ANÁLISIS
30 ENE 2023 16:00
¿Surcar la galaxia de estrella en estrella? Un plataformas galáctico disponible para PSVR, PC VR y Meta Quest en App Lab.
La segunda estrella a la derecha y…
Desde Dr BLOC nos proponen viajar a diferentes lugares del espacio con una fórmula que inevitablemente recuerda a otros títulos que nos han dado estupendas tardes de diversión, como Windlands o Yupitergrad. Aquí no estamos frente a una aventura, sino con algo mucho más arcade con gran importancia en la superación de marcas.
Dividido en 11 niveles, el objetivo en cada uno de ellos es pasar por unos arcos a modo de checkpoints mientras nos balanceamos de orbe en orbe sobre la inmensidad del espacio. Sin duda algo sugerente, y en cierta medida cautivador. Para ello contamos con una suerte de gancho lumínico en cada mano (imprescindible contar con PS Moves) que nos atrae hacia el orbe al que apuntamos y nos impulsa si hacemos el gesto correspondiente para llegar más lejos.
Así hasta llegar al final de cada recorrido con la idea de cada vez hacerlo en mejor tiempo. Puede parecer fácil, pero más allá de tener un "circuito" establecido, la disposición de los orbes queda lo suficientemente dispersa y hay tantos de ellos que cada partida o jugador sabrá al cual engancharse para mejorar su trazado, dónde impulsarse para evitar algún tramo complejo y dónde no hacerlo para evitar chocarse con los múltiples obstáculos... Porque hay unos cuantos de ellos...
Los once circuitos iniciales resultan demasiado escasos y muy similares entre sí
Como unos planetas geométricos que nos dificultan las cosas más de la cuenta al quedarnos encerrados en su interior tras un choque y nos obligan a forzar manualmente la vuelta al último checkpoint. Algo que sin duda resulta de lo más extraño e impide la fluidez que, a priori, propone el juego. Sin embargo, sí nos topamos con otros más volumétricos que nos devuelven automáticamente al inicio de la zona. La cantidad de obstáculos y reinicios harán que nos tiremos de los pelos en más de una ocasión. Todo esto mientras intentamos recolectar unos cubos coleccionables ubicados en posiciones de lo más exigentes en su mayoría.
Al principio caeremos al vacío en multitud de ocasiones.
¿Hay alguien ahí?
Los once circuitos iniciales, a falta de doblar la cantidad en una futura actualización, es cierto que resultan demasiado escasos y muy similares entre sí visualmente. Y aunque la sensación de balanceo jugablemente está bien conseguida, no tenemos ese vértigo que sí hemos vivido en otros títulos. Probablemente se deba al hecho de no tener un escenario tangible a nuestro alrededor, lo que provoca que las caídas y vaivenes no ofrezcan esa inmersión adicional.
Superar todos los circuitos nos llevará poco más de una hora si somos lo suficientemente hábiles, y precisamente a sabiendas de esto, el núcleo del juego se encuentra, como decíamos, en la superación de marcas. Bien con nuestros propios fantasmas o los de nuestros amigos, podremos competir contra ellos para mejorar y lograr ser el mejor en una clasificación online u obtener medallas localmente.
No tenemos ese vértigo que sí hemos vivido en otros títulos al balancearnos
Si lo nuestro no es competir, siempre podemos optar por el modo Zen, donde recorremos los mismos niveles sin obstáculos y podemos disfrutar de las vistas y su música... si es que es algo que nos agrade y nos sirva para relajarnos... Y es que es, sin duda, uno de los apartados que hemos encontrado más mejorables de todo Straylight. Las melodías son pesadas y no transmiten la emoción ni la inspiración que unos circuitos en la galaxia podrían sugerir.
Visualmente el título es meramente funcional y ni las vistas del espacio estrellado, las abstractas formas que acompaña algunos niveles, ni los efectos de luces resultan especialmente agradables. En este sentido esperábamos que se potenciaran los contrastes de luces, sobre todo teniendo en cuenta ese ambiente semi tecnológico que intenta inundar unos escenarios estéticamente muy parecidos. Tampoco acompaña el aspecto tosco de la UI y algún que otro error visual en caídas infinitas o colisiones, lo que acaba resultando en unas sensaciones demasiado ásperas.
Pero sin duda, lo que Straylight necesita son mejoras de calidad de vida: al inicio del juego nos obliga a conectar un DualShock 4 para después no utilizarlo, no permite personalizar nuestra altura y nos ubica por defecto a una que no corresponde, obligándonos a ponernos en pie, por ejemplo, para que más o menos esta sea la adecuada.. y así unos cuantos "peros" más que no le hacen ningún bien.
Esos planetas poligonales serán nuestra peor pesadilla.
Conclusión
Balancearse transmite sensaciones fantásticas en realidad virtual, pero es algo que Straylight todavía tiene que mejorar. La superación personal y social es la base de un título que, de otro modo, queda parco en profundidad y opciones, haciendo demasiado evidentes sus modestas pretensiones. Seguramente no es el mejor modo de viajar entre las estrellas, pero también es un viaje que puede mejorar con los nuevos circuitos que están por venir, si van acompañados de algo más que cantidad.
Análisis realizado sobre la versión de PSVR en PlayStation 4 Pro.
ray_manta
Visores
#1 31 ENE 2023 17:17
En App Lab para Quest, a 19,99 €, el mismo precio para PSVR, pero solo ha salido en la tienda de la región EE.UU.
store.playstation.com/en-us/product/UP6896-CUSA28581_00-6225505685866685
El único juego que ha salido para PlayStation VR este mes de enero, y no lo lanzan en todo el mundo, yo hay cosas que no entiendo
En Steam lo tenéis por 16,79 €, a ver quién es el valiente que lo compra.