Border Bots VR: ANÁLISIS

Fronteras cibernéticas

No es la primera vez que vemos una premisa jugable como la presentada por Border Bots VR. Su mecánica es similar a lo visto en el primer Job Simulator o el más reciente Startenders, por mencionar algunos. En este caso, en un tiempo estipulado debemos, desde nuestra cabina de trabajo, decidir si los robots que pasan frente a nosotros cumplen las condiciones óptimas para cruzar la frontera. Claro, para ello como buenos inspectores que somos toca analizar seriamente si estos intentan tomarnos el pelo o son nobles ciudadanos.

Hay diferentes características a comprobar en primera instancia: modelo de robot, fabricante e incluso fecha de caducidad. Sí todo esto coincide estaremos encantados de cuñar en verde su pasaporte. En caso contrario, el cuño será rojo. Por supuesto que aquí no acaba la cosa y nivel tras nivel, o día tras día de trabajo, aparecerán nuevos modelos y condicionantes. Incluso habrá jornadas con requisitos específicos como asegurarse de que las máquinas no muestren alteraciones en sus piezas o que los logos corporativos sean correctos. Todos sin movernos del sitio ya que la acción transcurre en 180º quedando todos los elementos al alcance de nuestras manos.

Para comprobarlo contamos con una chuleta de todas las corporaciones, un reloj que indica la fecha y hora exacta e incluso una impresora 3D con la que esculpir figuras de cada tipo de robot para saber la correspondencia de colores y modelos. Llegados a un punto también tocará inspeccionarlos más seriamente. Porque ¿quién dice que no puedan ser traficantes de armas y otras sustancias? Algunos modelos cuentan con un compartimento secreto, cada vez ubicado en un lugar, en el que pueden almacenar armas y objetos vetados durante ese día.

Gracias a una palanca y una manivela movemos al sospechoso arriba y abajo además de rotarlo en busca del codiciado botón verde que abra dicho compartimento y comprobar si esconden algo sospechoso. En la inspección podremos toparnos con otras irregularidades no permitidas, no perceptibles a simple vista, o incluso decidir abrir la compuerta al desguace si notamos un mal funcionamiento. Border Bots VR intenta aportar nuevos añadidos en cada jornada aunque esto no impide que jugablemente estemos limitados en acciones y sintamos hacer siempre lo mismo.

Si todo está en orden el cuño verde dejará que los robots crucen la frontera.

Un envoltorio con humor

Si bien mecánicamente le falta algo de frescura, todo lo que hace funciona de maravilla. La suavidad de movimientos, sin rastro de reproyección, y una nitidez de imagen envidiable demuestran el cuidado puesto en él. ¡Incluso la nitidez de los textos son el ejemplo a seguir de cualquier juego VR! La interacción, físicas y detalles visuales redondean un producto que se siente pulido hasta el último detalle al que quizá sólo le podemos echar en cara no aprovechar las posibilidades de los mandos a la hora de tocar o coger los objetos. Incluso intenta juguetear con la vibración del visor pero se queda en una mera anécdota para momentos tan concretos que tampoco saben sumar al conjunto.

Si bien la parte visual destaca por el colorido y la definición, no podemos hablar igual de bien de la baja calidad de las texturas e incluso no le vendría mal mejorar el uso de los materiales en un ambiente tan futurista repleto de robots metálicos que no lo parecen tanto. Pero como el diseño de los mismos nos parece tan acertado y juega con la baza humorística de su narrativa (voces en inglés con subtítulos en español) pronto lo pasamos por alto. Y es que Border Bots VR quiere atraparnos y sumergimos en su idea principalmente por su simpatía.

Constantemente estamos recibiendo pequeñas novedades en el desarrollo pero no sabemos si las suficientes como para evitar sentir que ya lo hemos jugado

Los robots hablan, nos intentan engañar en la zona de paso, otros simplemente balbucean pero también pueden ser amigos nuestros. O más bien compañeros de piso porque antes de comenzar a trabajar aparecemos en nuestro apartamento con unos cuantos amigos metálicos que nos soltarán sus frases diarias, interactuaremos con ellos eventualmente y también nos ayudarán a mejorar las instalaciones. Podemos comprar pósteres decorativos, nuevos guantes y algún que otro divertimento como una canasta de básquet. Aquí nos movemos de forma libre, mediante stick y/o teletransporte, para abrir cajones, encender la radio o incluso ducharnos.

Es cierto que tampoco da mucho margen para trastear con nada pero añade profundidad narrativa a la aventura mientras vemos las noticias del día en la televisión (con un efecto 3D estereoscópico) e incluso estas se relacionan con algunos de los sucesos ocurridos en la jornada laboral. Constantemente estamos recibiendo pequeñas novedades en el desarrollo pero no sabemos si las suficientes, durante sus 4-5 horas de campaña) como para hacerle sentir un título en el que no podemos evitar tener las sensación de haberlo jugado más de una vez.

El desarrollo intenta aportar cosas nuevas siempre edulcoradas con mucho humor.

Conclusión

Si por algo destaca Border Bots VR es por su buen hacer: una definición de imagen estupenda, una jugabilidad pulida y un desarrollo que da pequeños pasos continuamente ofreciendo frescura a un juego por otro lado demasiado repetitivo. Si la propuesta te atrae, posiblemente estemos ante el producto más redondo en su estilo que además cuenta con un sentido del humor estupendo. A veces hay demasiado texto y otras se solapa con la acción pero sabe añadir una capa adicional muy interesante que ameniza este paso fronterizo.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.0.0