Análisis del Durovis Dive

Espuma interior

La carcasa está recubierta de espuma para que el roce con nuestra cara no nos resulte incómodo. Y de nuevo nos encontramos con alguna pega, ya que nos da la sensación de que ni la espuma ni la pared a la que va pegada son lo bastante gruesas, lo que complica un poco el acople del Dive a nuestra cara. Además de eso, parece que el adhesivo utilizado para fijar la espuma a la carcasa no es el más adecuado, ya que en nuestra unidad se ha comenzado a despegar después de apenas una hora de uso.

Tal vez no sea un hecho muy conocido, pero al Oculus Rift le sucedió lo mismo. Antes de comenzar a realizar  los envíos a los que apoyaron la campaña de Kickstarter, se enviaron unos pocas unidades a algunos desarrolladores que constataron el problema: la espuma se despegaba. Esto obligó a cambiar el adhesivo utilizado en la planta de fabricación y se produjo un nuevo retraso en el envío, pero por suerte el problema quedó solucionado. La espuma de nuestro Oculus Rift sigue impecable después de unos 8 meses de uso.

Por otro lado, la elección de la cinta elástica utilizada para sujetar el Dive a nuestra cabeza tampoco nos parece la más acertada, ya que tiene un tacto de goma por la parte interior que se nos antoja algo resbaladizo. La sensación que tenemos es que al Dive le cuesta mantenerse en su sitio, si lo comparamos con el Oculus Rift, que se ayuda de una cinta que pasa por encima de nuestra cabeza y contribuye a su estabilidad.