Squishies: ANÁLISIS
12 DIC 2018 19:15
Analizamos el original nuevo título de Brainseed Factory, en el que guiamos a unos simpáticos personajes de una forma muy especial. Exclusivo de PSVR.
Un fuelle para guiarlos a todos
Squishies es uno de esos juegos que a muchos nos llega por sorpresa, sin hacer apenas ruido. Particularmente en mi caso, cuando instalé el juego, apenas me venían a la cabeza los muñecos Squishies con los que juega mi sobrina y que vienen a ser lo que antes se llamaban “anti-stress” pero más blanditos y con todo tipo de formas y personajes amigables de los que atraen a los más pequeños.
Rápidamente pude darme cuenta que pese a sus melodías y su aspecto, este Squishies no está pensado para relajarme y quitarme estrés, su dificultad no lo convertirá en especialmente amigable para los más pequeños, ni tan siquiera voy a poder aplastar a los pequeños monstruitos protagonistas para observar cómo recuperan su forma original, por lo que una vez borrado de mi mente todo lo relacionado con lo poco que sabía sobre lo relacionado con la palabra Squishies, vamos a contar todo lo que ofrece el nuevo título de Brainseed Factory.
Apariencia infantil, frustración adulta
Estamos ante un juego de puzles en el que nuestro único cometido es guiar hasta su destino a los simpáticos personajes esféricos que dan nombre al título en cada uno de los 100 niveles disponibles, divididos en 5 mundos de 20 niveles cada uno, a su vez cada uno de ellos con un buen número de cristales distribuidos por todo el escenario y un huevo “escondido”, lo que sumado a la posibilidad de terminar antes de un tiempo objetivo y salvar al mayor número de Squishies posible, añade una gran rejugabilidad a cada uno de los 100 niveles, para conseguir todos los -complicados- hitos en cada uno de ellos, por lo que si la propuesta te atrapa, debes saber que podrás pasar horas y horas guiando Squishies, con niveles que apenas nos llevará un minuto superarlos, y otros que necesitarán mucho más tiempo conforme se van añadiendo variantes y complicaciones, algo que ocurre continuamente según vamos superando niveles.
Cada nivel se presenta como un escenario flotante repleto de rampas, trampas, abismos, interruptores y otras complicaciones, haciendo de Squishies un título en el que la dificultad no dejará de aumentar conforme avanzamos pese a esa apariencia amigable, así que preparaos para la frustración, que podrá asomar en varias de vuestras partidas cuando veamos morir Squishies más veces de las que nos gustaría.
El camino se hace al rodar
Para nuestro cometido, gracias a nuestros Move sostendremos en cada una de nuestras manos un pez (sí, habéis leído bien) que soplará si pulsamos el gatillo, o aspirará si pulsamos el botón move.
No hay más interacciones, todo se basa en empujar los pequeños “bichos-bola” con los soplidos de ambos Move o atraerlos absorbiendo con nuestros mando-pez; algo que funciona bien en lo que a físicas se refiere, siempre recibiendo una respuesta acorde con lo que estamos haciendo, aunque muchas veces no sea la que nos gustaría, ya que en más de una ocasión (y de 100) necesitaremos mucha precisión y un soplido ligeramente más fuerte de lo necesario, o mal dirigido, podría mandar a nuestro amigo rodando directo hacia el abismo.
Encontraremos, por ejemplo, interruptores al borde del precipicio que sobresalen del suelo, por lo que necesitas soplar un poco más para subir al Squishie y pulsarlo, pero no mucho para no pasarte y caer… Siendo este tipo de situaciones algo bastante habitual que puede y hará brotar los cabreos en múltiples ocasiones por esa sensación de que nosotros no manejamos al personaje directamente como en todos los juegos, sino que únicamente le soplamos con la mejor de nuestras intenciones, aunque a pesar de ello acaben rodando directos hacia la muerte sin posibilidad de reacción.
Por suerte no va a dar tiempo a coger cariño a ninguno de los protagonistas, ya que estos no se acaban, y a Squishie muerto Squishie puesto, por lo que siempre aparecerá otro Squishie nuevo en el último Checkpoint superado, hasta que consigamos superar el nivel o apaguemos la consola.
Aspecto técnico
No es este el fuerte de Squishies, donde siempre jugaremos en escenarios con un aspecto “minecraft” con suelos geométricos, en los que, aún así, sobre ellos sí encontraremos varios detalles ya fuera del tono minecraft, con personajes simpáticos y bien recreados, así como varios elementos como plantas y construcciones que finalmente hacen subir puntos al cómputo general, que en conjunto pese a no destacar, sí consigue que se aprecie de forma muy clara y de un vistazo todos los recovecos de cada nivel, por lo que en ese sentido se puede decir que cumple el objetivo, ya que quizás en este caso sea más importante esta claridad y definición por encima de la calidad y detalle gráfico del que carece.
Controles
Hemos encontrado un problema -y quizás es el mayor que tiene Squishies- y es que para la precisión que requiere este Squishies en tantas ocasiones, debemos hacer uso de los mandos Move, y aunque hacen su función sin problemas en la mayoría de juegos VR, en un juego como este pueden hacernos pasarlo mal en varias ocasiones por pequeño que sea el problema de tracking, aunque por suerte en cada nivel tenemos varios checkpoints que hacen que la pérdida de avance en caso de un fallo puntual de tracking sea menor y nos podamos contener en lanzar el mando por la ventana.
Aparte de usar el aire para empujar o atraer a nuestros protagonistas, podemos acercar y alejar el escenario a nuestro gusto, desplazarlo y girarlo para buscar el mejor ángulo en cada uno de nuestros movimientos; siendo estos tan importantes como los que ordenamos con los soplidos de nuestros peces; ya que sin esta manipulación del escenario tendríamos que incorporarnos, movernos y girar las muñecas para soplar hacia la dirección indicada, y bastante precisión es necesaria ya para guiarles por el camino correcto como para sumarle posiciones forzadas de nuestras manos y nuestro cuerpo.
Creando niveles
Conforme vamos superando niveles, y al igual que ya ocurría en juegos “planos” como el célebre Little Big Planet, iremos desbloqueando elementos que posteriormente podremos usar en un potente, sencillo y amigable editor con el que también han dotado al título, conformando con este un juego repleto de contenido, en el que además de crear y compartir niveles con el resto de jugadores, también puedes jugar aquellos creados por la comunidad, bien organizados por fecha de creación, puntuación recibida o creados por nuestros amigos, pudiendo jugar ya a algunos con un buen trabajo detrás, entre los disponibles a fecha de este análisis.
Como decimos, la creación es muy sencilla, con una sensación de estar pintando un lienzo en el espacio con los elementos desbloqueados y multitud de posibilidades de decoración, rampas, pulsadores, setas que lanzan por los aires al Squishie, agua, enemigos como medusas voladoras, frutas que congelan los Squishies para poder flotar en el agua durante unos segundos, y así con todos y cada uno de los elementos que poco a poco van apareciendo y desbloqueándose en los niveles de historia; por lo que aquellos jugadores con imaginación y que disfruten con la creación de contenido, tienen aquí un gran apartado con el que pasar horas y horas.
CONCLUSIÓN
Squishies nos ha sorprendido, no esperábamos un juego con tantísimo contenido y tantas horas a disposición de aquellos a quienes atrape su propuesta, pero esta sorpresa no está exenta de puntos negros (o grises al menos) por un lado debido a la necesidad de una precisión que en ocasiones los Move no nos dan, y por otro a la propia y original naturaleza del título en el que no manejamos al personaje con precisos toques en la cruceta o el stick analógico, sino que lo soplamos o atraemos aspirando; lo que inevitablemente provoca situaciones en las que tú querías una cosa y ocurre otra, debido a la intensidad o dirección del soplido, pero al fin y al cabo esto no es un problema, sino que forma parte de la gracia del título y de la idea con la que fue desarrollado.
Personalmente, recomendamos disfrutar de este título a pequeños tragos, ya que grandes sesiones con Squishies pueden acabar con la paciencia de cualquiera, pero para partidas esporádicas cada cierto tiempo y disfrutar del editor, se trata de un juego notable con mucho contenido.
Gabrievil
#1 14 DIC 2018 10:59
Buen análisis. Me ha sorprendido mucho la inclusión de un editor,me parece una idea fantástica. Y al poder compartir las creaciones de la gente,el juego se hace eterno,al igual que sucedía con Super Mario maker.
Además no abundan mucho los juegos de este género en Psvr. Lo tendré en cuenta para mis futuras compras.