GRID Legends: ANÁLISIS

Conduciendo sobre terrenos inexplorados

Si hay algo que tiene el estudio Codemasters es la ausencia de temor por lanzar sus juegos en cualquier plataforma habida y por haber, desarrollando juegos desde 1986 en consolas tan antiguas como la NES, la famosa Amiga y diversas Atari, e incluso teniendo un juego de conducción para prácticamente toda consola lanzada al mercado, incluyendo las portátiles. Esto nos lleva al desafío que han optado por abordar en esta ocasión: un juego de conducción en realidad virtual para un dispositivo standalone, dejando de lado la alta potencia de un PC y todas las ventajas que ello conlleva, ¿Lo habrán logrado satisfactoriamente? Bien, es cuestión de perspectiva, así que vamos a ello.

Un género para distintos tipos de jugadores

Comenzaré por aclarar desde qué punto de vista voy a abordar este análisis. No soy un jugador hardcore del simracing (o automovilismo virtual para quienes no conozcan el término), pero sí que disfruto tanto de jugar con timón como con mando, en manual como en automático, en pantalla plana como dentro del vehículo por medio del visor. No he dedicado mucho tiempo a grandes y conocidos títulos, pero sí que me ha gustado probar un poco de todo, tanto de simulación (con todo el realismo que ello conlleva) como de experiencias más arcade en las que se deja de lado la fidelidad de la conducción para acercarse a un publico más general. Es por esto que mi punto de vista no será ni el  del jugador totalmente casual, ni el del que aspira a ser piloto profesional.

Entonces partamos de ser directos: GRID Legends no es un juego enfocado a la simulación, es más una experiencia arcade con gran variedad de pistas, vehículos y modos de juego. O más bien, un punto medio con características de ambos espectros, sin apuntar al realismo total ni mucho menos meternos en coches que parecen de juguete.

Si conoces la versión plana y te gustó, te llevarás la grata sorpresa de que el juego está completo en este port, incluyendo textos y voces en castellano, pero si no lo conoces te comentaré lo que nos ofrece. Esta entrega de GRID fue popular por la inclusión de un modo historia de estilo documental 2D, con escenas previamente grabadas que incluyen actores reales sobre fondos generados por ordenador muy bien logrados. Después cada escena nos envía a la acción para representar al equipo Seneca, varias rivalidades saltan a la vista y los intereses por llamar la atención de distintas figuras ficticias del mundo automovilístico (algunas introducidas en anteriores juegos de la franquicia).

La historia es un apartado agradable, lo suficientemente bueno como para generar intriga mientras nos dan motivaciones para conducir. Sin embargo, no es muy profunda, teniendo en algunas partes tonos de seriedad, en contrapunto con otras que se parecen un poco a guion de drama adolescente. Claro que, siendo la trama de un juego de conducción, no es que haya mucho que esperar, e incluso diría que está por encima de la media de los pocos que tienen.

Lo mejor del modo historia es que cada carrera es distinta, y nos invita a probar los distintos tipos de coches y pistas, teniendo en algunos momentos que conducir bólidos ultra aerodinámicos que rozan el suelo estilo Fórmula 1, mientras en otros podemos estar al volante de un coche tipo Nascar, o debatiendo nuestra posición entre camionetas e incluso conducir un pequeño utilitario, siempre a toda velocidad por supuesto.

Por otra parte, tenemos una serie de carreras tipo desafío en las cuales iremos ascendiendo desde piloto debutante hasta el mundo "profesional", presentándonos retos en todo tipo de competencias, conduciendo coches tanto de alto como de bajo perfil, e incluso pruebas de derrape. A medida que vayamos superando estos retos, iremos desbloqueando las siguientes categorías con sus respectivas pruebas. 

Si queremos jugar online podemos buscar una partida, crear una con amigos, o abrir una carrera en la que tal vez se una alguien que reemplazaría a alguna de las inteligencias artificiales que conducen en nuestra contra. Estas carreras personalizables también fueron uno de los mayores atractivos de este título, pues se nos permite escoger entre una amplia gama de vehículos, pistas de distintos países, condiciones climáticas e incluso incluir elementos más arcade, como lo son la presencia de impulsos (como su nombre indica, no son más que pequeñas aceleraciones para usar estratégicamente al adelantar) y rampas, dando lugar a una gran rejugabilidad que solo depende de la creatividad a la hora de crear una carrera.

Simracing portátil

Hablemos de sensaciones, empezando por gráficos y jugabilidad para luego abordar el tema de las físicas. A nivel visual no seré tan abrupto como para simplemente decir "se ve horrible", pues no lo considero así, pero tampoco es del todo falso. La sensación que me transmite seguramente no la apreciarás del todo bien en los pantallazos y el gameplay al final del articulo, pero para que te hagas una idea, se ve similar a lo que ocurriría si le bajas todas las opciones gráficas al mínimo a casi cualquier juego de conducción actual: sin sombras, sin reflejos y con una resolución aproximadamente por debajo de la mitad del monitor en que lo estés imaginando.

Es decir, que todo el apartado gráfico está allí, los modelados de vehículos y edificios empaquetados a máxima presión, y con una optimización dudosa en lo que respecta a las texturas, resolución y tiempos de carga medianamente largos, aunque la fluidez es constante e incluso grabando no he llegado a tener ningún tirón, por lo menos no lo he notado. 

Constantemente salta a la vista la ausencia de reflejos en el momento en que quieres saber cómo de cerca tienes por detrás a tus oponentes, pues los espejos están totalmente "empañados" y la ausencia de mapa o alguna manera de mirar atrás solo deja la opción de girar la cabeza rápidamente para echar un vistazo, acción que en algunos coches es inútil por la forma del chasis. Adicionalmente, al enfrentarnos a carreras con lluvia o tormenta, nos toparemos con que el único cambio es tener un día oscuro y nublado, no hay ningún efecto visual, claro que igual dichas condiciones climáticas sí afectan a la conducción.

Un consejo: el juego por defecto trae desactivada toda interfaz visual de apoyo, por lo que puedes ir a la configuración y activar cosas como el mini mapa, tu puesto en la carrera, en qué vuelta vas o la velocidad que llevas, entre otras cosas.

Si bien el downgrade gráfico es notorio, resaltando sobremanera para quienes se encuentren acostumbrados a jugar estos títulos en monitor plano, aún así soy partidario de verlo desde el punto de que son tantos escenarios con multitud de detalles, tantos coches en pantalla (en el papel de IAs o de jugadores online) y hay tantos modelados, que no considero que sea desastroso. ¿Se ve mal? Sí, pero lo suficientemente aceptable como para acostumbrarse. 

Resalto además que la variedad de escenarios es bastante, repletos de detalles, edificaciones y personas, teniéndolos no solo con distintas condiciones climáticas, sino también alternando entre día, tarde y noche. Claro que puede ser debatible el conservar tantos objetos en pantalla y no reducir algunos con tal de verse mejor.

La jugabilidad... también roza lo aceptable, no en general pero sí en términos de mecánicas VR, destacando por su ausencia al realizarse todo con los botones sin ápice de algún gesto con el cuerpo, ninguno. Los controles predeterminados están bien para el jugador casual, con el acelerador en el gatillo derecho, freno en el izquierdo, freno de mano/derrape con un botón del mando derecho y la dirección en el joystick izquierdo, siendo adecuado y práctico. El problema viene cuando quieres conducir en manual y tienes la subida y bajada de las marchas en los botones junto al joystick que te da la dirección, teniendo que elegir en algunos momentos entre girar o meter los cambios. Lo bueno es que los controles son bastante personalizables, en asignación y algunas sensibilidades. 

Lamentablemente, de VR hay poco, más allá de la sensación de estar dentro del vehículo no hay nada más que nos genere presencia. Nada se puede tocar, presionar, ni siquiera el volante se puede girar con gestos físicos. De la misma forma los menús son planos, seleccionando con los mandos como un puntero.

Como aspecto curioso que puede que a alguno le interese, he realizado pruebas conectando a las Quest un mando bluetooth genérico, uno de PlayStation 5 (DualSense) y por medio de un convertidor de USB-A a USB-C he probado un volante para PC con su respectiva pedalera. Por desgracia ninguno fue reconocido, no realizaban acción alguna ni reaccionaban en la configuración de controles, por lo que por lo menos de momento no parece haber compatibilidad de ningún tipo con algo que no sean los mandos Touch del visor.

Respecto a las físicas, he de decir que me han gustado en términos generales, resaltando nuevamente que es un título arcade, pues el comportamiento de los vehículos y las colisiones no suelen ser muy fieles, aunque sin sentirse fuera de lugar a excepción de alguna que otra vez cuando los coches salen volando en algún accidente. Como punto negativo está que las distintas superficies difieren poco en adherencia, haciendo que salirse momentáneamente de la pista no sea tan preocupante, o cuando hay nieve o lluvia las reducciones de fricción se sienten muy limitadas. Como punto positivo, he sentido notorias diferencias en la inercia que presentan los distintos tipos de vehículo, llevando a que pasar de una carrera con camionetas a un deportivo sea una experiencia completamente diferente. Resumiendo este apartado: Las físicas no aspiran al realismo, pero las considero lo suficientemente agradables.

Carreras mixtas.

Algo que me ha gustado es la esporádica interacción de algunos elementos del entorno (sucede en muy pocas pistas), como cajas de cartón que accidentalmente alguien ha derribado o neumáticos de los laterales de la pista. En alguna ocasión incluso pasé por encima de un tanque de gas que no sé como llegó ahí a desorientarme por un breve momento.

Al momento de cambiar los daños de visuales a completos, nuevamente nos alejamos un poco del realismo, pues los coches son demasiado resistentes. He estado haciendo pruebas estampando tantas veces como pude unos coches y me tardó mucho en averiarse la dirección, y no tuve éxito tratando de que perdieran al menos una rueda. Por lo demás, las sensaciones son buenas, lejos de toparnos con un juego en que los coches vuelan tipo Need For Speed/Burnout, y ni de cerca a uno de tantos juegos en que los coches parecen de cartón.

Sensaciones al volante

Pese a los puntos negativos, la verdad es que debo decir que me he divertido bastante conduciendo en este juego. Al poco tiempo de comenzar una carrera ya me sentía lo suficientemente inmerso para pasar por alto las debilidades gráficas y comenzar a centrarme en pasar a mis rivales, intentando cumplir con las trazas que sugieren el camino hasta que llega una curva en la que necesitamos arriesgarnos para rebasar, sintiendo constante tensión al volante (o los gatillos más bien).

De manera que ya entrado en gastos me resultaba fácil conducir un par de horas sin darme cuenta hasta que saltaban las alertas de batería, aunque lo que sí me iba limitando ligeramente es la vista, sentía los ojos un poco más cansados de lo normal y asigno como posible culpable a la resolución, tal vez al forzar más de lo habitual buscando nitidez sin ser consciente de ello. 

Aún con la inmersión de la cabina, he echado en falta la sensación de un volante, pero como punto positivo la presencia de los coches es lo suficientemente buena, más en unos que en otros. Particularmente los coches a ras de suelo me hacían sentir que estaba apenas a unos centímetros del piso, mientras que las camionetas no solo lograban darme la sensación opuesta, sino que notaba fuertemente cómo la suspensión inclinaba el coche adelante o atrás según la aceleración, e igual el tambaleo a los lados al tomar curvas. Eso me gustó.

Estos movimientos bruscos en los vehículos grandes con suspensiones de alto recorrido, sumado a algunas carreras con rampas, puede que lleguen a generar algún mareo, por mi parte no ha sucedido ni he notado la más mínima sospecha de que pueda llegar a sucederme, sin embargo no soy dado a la cinetosis, por lo que generalizar en este apartado es poco fiable.

La conducción de otros coches ayuda a meterse en el papel, donde si eres muy bueno es mejor que subas la dificultad, o estarás solo la mayor parte del tiempo, a menos que estés a la par de los otros corredores, lo que dará lugar a activar el sistema "Nemesis", donde aquellos rivales con los que hayas tenido mucho contacto empezaran a conducir de forma más agresiva hacia ti. Otro aspecto en este apartado es que la monotonía no reina, obligándome a esquivar en alguna que otra ocasión pilotos que salieron volando delante de mí, o simplemente empezaron a dar vueltas en trompo.

También me he encontrado con algún bug menor, con coches que una rueda empieza a atravesar el suelo o quedan atravesados en una pared, aclarando que las pocas veces que ha sucedido han sido vehículos de la inteligencia artificial y por alguna razón suelen ser los últimos lugares. Un bug mayor sí que he sufrido, en donde el progreso de los desafíos desapareció y tuve que volverlos a hacer para desbloquear los siguientes, aún cuando los trofeos siguen allí. Esto último me sucedió recientemente, ya habiendo jugado buena cantidad de horas e incluso terminado este análisis, sin aparente corrección de momento.

En general, la percepción de este título puede variar mucho de las expectativas con las que llegues al volante. ¿Esperas un simulador de conducción realista y con buenos gráficos que te haga sentir cada curva como un piloto real? En ese caso te vas a estrellar con el grande y denso muro del hype, quedando incrustado en unas expectativas algo dolorosas. ¿Buscas una experiencia de conducción arcade que te permita experimentar distintos tipos de coches en carreras variadas con altas velocidades de por medio, siendo laxo con las limitaciones gráficas (y optimización cuestionable) que ofrece un juego en un visor portátil? Entonces muy probablemente quedes enganchado al volante con ganas de avanzar en la historia, subir de experiencia e ir probando mayores dificultades poco a poco.

Conclusión

Nos montamos en un juego divertido y con contenido para correr por decenas de horas, con buena variedad entre historia, desafíos, carreras personalízales y el modo online. Por desgracia, salta a la vista la ausencia de mecánicas adaptadas a realidad virtual, centrando el aspecto positivo a la presencia que se tiene al estar dentro del coche, con la contraparte de un cuestionable apartado gráfico que debilita la inmersión. Aun así, el punto de comparación es nulo, pues con la osadía que Codemasters acostumbra, han sido los primeros en atreverse a desarrollar una adaptación de este estilo a la realidad virtual portátil, manteniendo la sensación de velocidad y contenido, por lo que el juego puede ser una buena oportunidad de acercar a las carreras a quienes no lo han hecho hasta el momento.

Pero a quienes acostumbran a jugar este tipo de experiencias con volante y altas especificaciones gráficas, les parecerá notablemente pobre. Es cierto que no está ni cerca de ser perfecto, pero yo me he divertido y lo seguiré jugando, esperando que más estudios se atrevan a tanto, aún con las limitaciones actuales, y ojalá aprendiendo de lo que hace falta para mejorarlo poco a poco. Por lo pronto me contentaré conduciendo a toda velocidad entre píxeles en donde sea que pueda sentarme y ponerme el visor.

El juego ha sido analizado con Quest 2.

Podemos verlo en acción en este gameplay comentado: