knob2001Sigo dando las gracias a todos los que opináis sobre el tema porque es un debate muy actual.
Me gustaría ampliar este hilo hacia la colonización que el mundo tecnológico anglosajón lleva décadas ejerciendo sobre el resto del mundo. China es el demonio. Corea es Satanás. Europa es una turba de reaccionarios anti-tecnología (¡el daño irreparable al Iphone con USB-C será vengado!)
Pimax, Pico o DPVR, todos ellos visores orientales, no escatiman en esfuerzos por dar a conocer sus productos. Y no exclusivamente a través de ese "contrato social" que dicta el intercambio de materiales, también en respuestas directas a nuestras dudas, en envío de materiales y en notas de prensa. Incluso cuando desde ROV hemos sido muy críticos con sus productos. Les falta generar contenido exportable. Lo terminarán haciendo.
Qualcomm es muy americana, Meta, Apple (la que más), Amazon, Google...ellas tienen el control narrativo. Y si tienes el control, lo usas: 1) para demonizar lo oriental porque es un ataque a su hegemonía 2) para demonizar al idioma español porque 42 millones (fuente) de americanos hablan nuestro idioma en las casas de EEUU y eso erosiona su sacro-santo patriotismo.
Que una tecnología como la IA o la XR, prácticamente anglosajona, no vaya a llegar en nuestro idioma creo que no tiene nada que ver con el negocio rentable, sino con una decisión muy política y muy medida. -Meta mantiene sus eventos de Europa en UK, que dejó de ser Europa-. Y la geopolítica globalizadora me toca mucho las narices. No son empresas pequeñas haciendo lo que pueden (Varjo, BigScreen...) son multinacionales (gobernantes)
@francisco_21 , Sorkin hace jazz. El Ala Oeste es la cúspide del show americano (en el sentido más noble). Los EEUU hacen eso de ponerse ante el espejo como nadie... y mira que me jode aplaudirles.
Lo sé, he visto casi todo lo que ha escrito y guionizado Aaron Sorkin, incluida esa serie mítica del Ala Oeste. Y como tú, soy de esos españoles que no puede más que rendirse ante ese país, Estados Unidos y ante su, todavía, visión anglosajona mayoritaria. No es que me rinda plesitesía por el país, en su conjunto, y menos por su gobierno y su rol de potencia dominante, no, hace ya tiempo que asumí que la realidad siempre es compleja y poliédrica, y que cada persona y cada colectivo no es una simple sucesión de ceros y unos, de blancos y negros. No, la realidad siempre es y será "analógica", donde predominan los grises. Lo que ocurre es que, posiblemente, Estados Unidos sea el estado-nación donde luce mejor la técnica del "local dimming",... o dicho de otra forma, donde más se resaltan los numerosos contrastes que posee ese país. De ahí la importancia de observar con objetividad y mesura ese conjunto de contrastes, para no caer en posiciones dogmáticas y extremas, para saber valorar y apreciar algunos aspectos, al mismo tiempo que también se puede criticar otros. Y como dices, Óscar, Estados Unidos, pero también otros países en la órbita anglosajona, si saben hacer algo bien es ponerse ante un espejo... y luego vender el resultado, para su propio consumo.... y para el extranjero, algunas veces con buenas dosis de humor e incluso con algo de autocrítica.
Como el futuro es impredicible (por fortuna), no tengo ni idea de cómo acabará ese país y lo que representa, ni si su imperio está ya en plena decadencia y si, en caso de ser cierto e irremediable, si cederá su trono de forma "pacífica". Hablamos de un país que alberga muchas contradicciones, tal vez por su "juventud", la cuna del captialismo salvaje y el (neo)liberarismo, mientras que también destaca por ser un estado inervencionista, con leyes antitrust y su estrecha relación ente el entramado militar y su "deep state" (hasta uno de sus presidentes, Dwight D. Eisenhower, se despidió alertando del peligro que podía representar dicho entramado) . Un país que, tras la segunda guerra mundial, adoptó el rol del sheriff del planeta entero, poniendo gran parte de su ingenio humano (compuesto a su vez por grandes cerebros importados de otros países) al servicio de su gran ejército, pero que luego sirvió de base para que parte de esos descubrimientos llegaran al ámbito empresarial y doméstico, generando más avances tecnológicos. Un país que presume de ser un ejemplo de democracia avanzada, con su constitución y sus numerosas enmiendas, y que cuida la separación de poderes, más allá de los simples formalismos, pero que es incapaz de ofrecer más de dos altetnativas a su ciudadanía, por mucho que algunos outsideres lo hayan intentado, al final todo queda reducido a un simple bipartidismo que tampoco es que se diferencien en muchos aspectos (de ahí ciertos términos como RINO). Un país que ha llevado a la práctica varias cazas de brujas, empezando por la más famosa, el Macartismo y la persecución de todo aquello que sonara a comunismo, incluso un país donde se ha tapado un asesinato de uno de sus presidentes más emblemáticos, pero también el país del activismo, donde han surgido grandes nombres, que en las sombras o dando la cara, han conseguido poner en duda determinados ideales teóricos (como la tan cacareada libertad e igualdad de oportunidades, hasta el mismo "sueño americano") y sembrar semillas de cambio, a todos los niveles, desde nombres tan famosos como Susan Anthony y Elizabeth Cady Stanton, Rosa Parks y Martin Luther King, el mismo Noam Chomsky, hasta los casos más recientes, como Aaron Swartz o Edward Snowden.
A diferencia de ti, Óscar, creo que hemos llegado a tal nivel de complejidad y velocidad en este presente tan alocado, que dudo que existan "decisiones muy medidas", ni tan siquiera planes a medio y largo plazo, ni en Estados Unidos y sus principales multinacionales, ni en cualquier otro lugar del planeta. Tal vez China y su gobierno autocrático puede ser que dispongan de una visión un poquito más a largo plazo, dado que gozan de ciertas ventajas derivadas de su propio modelo político y sociocultural, pero incluso así, me resulta algo parecido a lo que está aconteciendo con los grandes avances en inteligencia artificial y machine learning, se está llegando a un punto donde es imposible asegurar ningún control, donde ni siquiera los que han puesto los cimientos de esa tecnología y se encargan de su evolución, son capaces de saber con exactitud lo que hay "bajo del capó". Lo que yo percibo es que existen un alto grado de improvisación y que está todo cogido con alfileres. La globalización, tal como se nos presentó a finales del siglo XX, parece que ha llegado a su fin y que cada bloque está buscando lograr el mayor grado de independencia, en los principales sectores, empezando por la energía y resto de materias primas esenciales paral, como mínimo, mantener el grando de tecnificación alcanzado, y acabando por los alimentos, el agua, los medicamentos esenciales, las líneas comerciales con sus socios, así como el intercambio de conocimiento y la cesión de patentes. El incremento de polarización está servido, a poco que se confirme el final del globalismo, tal como lo hemos conocido. Y esa polarización va a conllevar que aumente la propaganda institucional vertida por cada bloque (el clásico buenos contra malos). Está por ver si además implementaran más medidas distópicas para ejercer más control sobre las ciudadanías que tendrán menos opciones de escapatoria. Y todo eso, presuponiendo que para esta nueva crisis que ya tenemos encima, es viable algún tipo de "aterrizaje suave", que, siendo sincero, no acabo de ver o, mejor dicho, no lo acaba de ver mi lado racional, si nos atenemos a los números que se van a acumulando, respecto a diferentes indicadores macroeconómicos.
Yo, ahora mismo, no apostaría por nadie, por ninguno de esos bloques, ni por sus monedas fiat (o peor, sus futuras CBDC), ni tan siquiera por el bitcoin y resto de criptomonedas (siempre van a necesitar de que haya electricidad e conexión a internet), y más si se termina confirmando que comienza a funcionar un ETF de bitcoin, esto es, otro fondo de inversión para especular con el precio de esa criptomoneda, y todo eso en manos de BlackRock, el mayor fondo que controla, junto a otros cuatro grandes fondos, de forma directa o indirecta, el 70-80% de todas las compañías que cotizan en las principales bolsas de occidente.
En fin, que más allá de las luchas lingüísticas y culturales, que sí, existen y seguirán existiendo, y más allá de las "leyendas negras", yo creo que todo eso hoy está relegado a un segundo o tercer plano, más que nada porque existen otras prioridades que juguetean con la propia viabilidad del sistema y de la superviviencia de esas grandes multinacionales, que hoy parecen grandes gigantes invencibles, pero que considero que, en realiad, también se tambalean sobre pies de barro. Y para finalizar, si los tiempos difíciles llegan, no toca otra que mantener lo que dije antes, una actitud quijotesca, junto a otro gran clásico, el estoicismo.
