Airmech Command - Oculus Rift: Análisis

Mecánica y jugabilidad

Mecánica

Como Mech de más alto rango, tu misión será la de crear, desplegar y coordinar tus tropas por todo el terreno de juego con la premisa de atacar la base contraria hasta tomar el control de ella y convertirla en uno más de tus activos. El equipo contrario, ajeno a tus planes megalómanos, tratará de hacer lo mismo con los recursos que disponga y no habrá descanso hasta que uno de los dos termine por capturar la última y más grande de todas las bases enemigas.

Aquí tienes a tu colega Mech, el personaje central del juego y a quien controlarás en el campo de batalla para dar órdenes y contraórdenes. De vez en cuando le verás bailar porque en la guerra no solo se pegan tiros.

Un buen RTS que se precie te debería proporcionar una infinidad de armas, batallones y megaestructuras muy concretas para ampliar tus dominios. AirMech Command es bastante parco en este sentido -luego hablaremos de ello- pero sí que deja a tu alcance una facción de leales y aguerridos batallones que no dudarán ni un ápice en seguir tus ordenes hasta la muerte, por inútil que seas. Siguiendo la tendencia de los últimos años, y añadiendo características más propias de un juego MOBA, lo que antes era un grupo anónimo de tropas dirigido por su comandante desde el exterior, ahora es un personaje central quien convive con el resto de sus subordinados -dentro de la arena de juego- y quien se encargará de controlar todas las acciones.

"AirMech Command es bastante parco en el catálogo de tropas que podrás construir. No hay ni rastro de edificaciones, infraestructuras o armas de destrucción masiva. Solo tropas de asalto..."

En este caso en particular, AirMech Command deja en manos del jugador un personaje robot, (con un aire demasiado parecido a cualquier mecano de Transformers), mitad robot, mitad avión de combate, con las habilidades extras necesarias para mandar, colocar y enviar órdenes a cuantas unidades tenga cerca. Al igual que el bumblebee de transformers, este robot también sabe bailar y te lo demostrará aunque tú no quieras.

En el gameplay puedes ver cómo tu robot es el único capaz de mover tropas por el aire. Tu visión del campo de juego también se controlará con este personaje, así que más te vale defenderlo con uñas y dientes.

Jugabilidad

Como hemos dicho antes, un juego a medio camino entre RTS puro y MOBA será tan bueno como bueno sea el arsenal de armas disponibles, y en AirMech Command el catálogo se compone únicamente de unidades de tierra (soldados), vehículos ligeros, vehículos pesados, y varios tipos de cañones. Ni rastro de edificaciones, torres de vigilancia o inventos destructivos muy extraños y diseñados por algún aspirante a Calatrava. En AirMech Command solo podrás generar tropas de asalto. Eso sí, según vayamos pasando misiones y vayamos ganando puntos, podremos canjearlos por mejoras en nuestras tropas (la mayoría son solo estéticas, pero algo es algo) o mejoras en nuestro Héroe, tanto en modo avión como en modo guerrero.

El interface en VR está muy conseguido y nos permite seleccionar las pocas opciones de manera muy intuitiva y práctica. Una pena que no dispongamos de más variedad de tropas.

 

Para hacerlo más simple si cabe, todas las unidades a diseñar son terrestres (o andan o conducen, no vuelan). El espacio aéreo del juego queda reservado, por tanto, exclusivamente para el personaje Mech encarnado por el jugador, siendo el único capaz de volar por cualquier zona del mapa cuando se convierte en nave de combate o en nave de carga. Y este detalle es crucial para la elección de tu estrategia: solo tu robot, junto con el del contrario, surcará los cielos del campo de batalla y podrá pasar por encima de los valles, montañas, carreteras y cualquier barricada de tanques que monte el contrario. El resto, por caminos o en el estómago (literal) de tu robot convertido en avión de carga.

"Solo tu robot, junto con el del contrario, podrá surcar los cielos del campo de batalla... el resto de la tropa, a patita o sobre ruedas"  

La victoria dependerá de la capacidad que tenga cada jugador de adaptarse a las nuevas situaciones, ya que los planes, casi con total seguridad, se irán al garete a las primeras de cambio debido a la proximidad agobiante de las bases contrarias. En juegos como StarCraft los mapas eran considerablemente más grandes que en AirMech Command y las bases enemigas se mantenían envueltas en una niebla densa hasta que el jugador contrario las descubría. En AirMech Command, sin embargo, los “malos” viven tan cerca de ti como el vecino de al lado, y estarán en tu casa pidiéndote azúcar en menos tiempo del que tardas en ajustarte las almohadillas del visor. ¿Resultado? El caos más absoluto desde el primer minuto.

Así es un día normal en la vida de un tanque AirMech Command, disparando a lo que se mueve y mirando de reojo no vaya a ser que un disparo amigo le mande al otro barrio. La estrategia de ataque parece ser la misma que la de Napoleón en Rusia: "Cuanto más juntos estemos, menos frío pasaremos"

La generación de nuevas tropas en las bases bajo tu control se convierte a los pocos segundos en un vómito constante de maquinitas, tanques, soldaditos y cañones que se multiplican por cada una de tus bases, casi unos encima de otros, porque tu muñeco, el robot, no da abasto de ir de un lado a otro, de vomitar órdenes, y de tanto en cuando, de disparar al robot contrario. Los enemigos tampoco cesan de aparecer. Las armas, todas, disparan a la vez. Los cañones también. Y tú, a veces boquiabierto, a veces levantando una ceja, eres incapaz de asimilar tantas variables en tan poco tiempo y al final el juego termina siendo un desmadre de ordenes y contraórdenes.

Inteligencia Artificial 

Mención aparte para la inteligencia artificial de tus tropas. Como comandante, lo normal es que se te suba a la cabeza lo importante que eres y empieces a culpar a tus subordinados de tu incompetencia y tus planes suicidas. Pero tranquilo, porque en este juego tendrás toda la razón. Es como darle órdenes al pelotón chiflado. Unas veces te harán caso, otras decidirán volverse creativos y otras, como si hubieran formado un sindicato de huelga, se quedarán allí donde les dio por quedarse. A estas alturas de la ciencia del videojuego yo esperaba más. De hecho sigo esperando más. Soldados que entren en pánico y rehúsen aceptar ordenes suicidas, héroes que desafíen la estrategia pero que consigan la victoria, ¿es tan difícil empezar a crear tropas con personalidad? En AirMech Command parece que sí. Como en Command & Conquer, 20 años después, seguimos haciendo lo mismo.