Vermillion: ANÁLISIS

Caballete de unos y ceros

Pintar es un trabajo bello y un hobbie popular, pero es bien sabido que requiere experiencia, por lo que aprender lienzo tras lienzo y gastando tubo tras tubo no es precisamente económico, o incluso si solo quieres practicar cualquier error te puede salir caro, y eso sin contar el caballete, la paleta de colores, pinceles y demás accesorios que lo alejan de muchos mortales. ¡Pero tranquilo! El desarrollador Thomas van den Berge nos trae una herramienta con la cual sumergirnos en el mundo de la pintura al óleo de la mano del mundo virtual.

La cantidad de pintura ni ensuciarnos volverá a ser un problema, el tamaño de los lienzos tampoco, por lo que solo la práctica se interpone entre nosotros y aquello que queremos expresar.

Menos átomos y más píxeles de pintura

Este análisis tendrá una estructura distinta a lo normal, pues entremezclaré mi experiencia con unas mini entrevistas que realicé a dos estudiantes de artes y a una profesora también de esta área, todos con experiencia en pintura al óleo, a quienes di a probar esta bella aplicación que más que un juego se encuentra en el paradigma de ser un simulador de pintura al óleo. Así que abordaré puntos específicos que serían clave a la hora de pintar e iré citando las distintas opiniones, complementando con mi perspectiva. Adicionalmente las pinturas presentadas son una mezcla de creaciones propias, una de un amigo y un par de ejemplos extraídos de fuentes de Vermillion en que expertos muestran lo que se puede llegar a hacer.

Nuestros protagonistas experimentados serán Ángela (estudiante), Diana (profesora), Johny (estudiante) y por supuesto Johan (su servidor y el único sin experiencia real en esta disciplina). Pero antes hablemos un poco de lo que nos ofrece Vermillion.

Simulador de pintura al óleo

Nos alejamos de los mundos de ficción con temáticas enrevesadas para acercarnos lo más posible al mundo real, posicionados frente a un caballete, una paleta de colores y un manojo de pinceles. El caballete tiene varias posibilidades de inclinación y altura, por lo que podremos pintar cómodamente sentados, parados e incluso he pintado acostado en la cama, por otra parte nuestro set de pinceles es variado y completo, y aunque alguno podría pensar "hacen falta opciones para un mismo tipo de pincel" pues informo que la mayoría tienen la característica de cambiar de tamaño o grosor con solo mover el joystick de forma vertical u horizontal. Por otra parte la paleta es la que menos cambios tiene, con la posibilidad de escoger entre dos paletas que se distinguen por los colores de las muestras de pintura que llevan encima. Y como complemento hay un navegador flotante que nos servirá para buscar vídeos o imágenes de referencia.

La ambientación se basa en 4 entornos, una cabaña con vista al lago, una mansión, un estudio o bien podemos usar el passthrough y de paso aprovecharlo para pintar algo del mundo real. E incluso si tenemos la versión de PC VR podemos abrir la aplicación dentro de otro juego VR para pintar algo de allí.

Eva 01, by @Mang0u.

En términos de mecánicas es sencillo, aunque hay que acostumbrarse pues al principio hay disonancias con lo que es la realidad, y conforme nos acostumbremos a las herramientas que nos ofrece la virtualidad iremos sintiéndonos más cómodos. Para empezar podemos decidir el tamaño y proporciones del lienzo, luego seleccionar entre los pinceles, tomar la paleta y proceder a pintar, donde según qué tanta presión hagamos sobre un color en la paleta se decide la cantidad de pintura que llevará el pincel, cosa difícil de calcular en primera estancia, luego procedemos a pintar. Algo muy práctico es que después de tener creado el lienzo podemos cambiar su tamaño, bien sea hacerlo enorme para agregar detalles o considerablemente pequeño y así rellenar el fondo por ejemplo.

¿Y de donde saco más pintura? Es infinita en la paleta, pero si en esta cubres un color con otro entonces dalo por perdido pues no hay tubos que nos brinden pintura nueva, bueno realmente no hay que ser tan dramáticos, puesto que con un botón del mando izquierdo podemos retroceder cambios en la paleta y con otro volverla a su estado original, solo hay que estar pendiente de separar aquellos que combinemos para no perderlos luego, además tenemos la opción de guardar paletas, de manera que si tenemos un gran proyecto en mente tendremos a mano todos los colores creados de forma ilimitada. Como contra partida y un punto positivo para el realismo esta en que la pintura que agregamos al pincel y pasamos por el lienzo es limitada (pero se puede volver ilimitada con una opción), así que debemos tomar mucha si es una figura grande la que vamos a rellenar o si queremos que la textura del óleo se vea claramente marcada.

Habiendo entendido el uso del lienzo, la pintura y la paleta, pongámonos manos a la obra. Tomas un pincel, cambias el agarre a la posición que prefieras, lo untas de pintura y lo pasas sobre el lienzo, teniendo como influencia todas las variables que tendrías en la realidad, es decir: tipo de pincel, presión ejercida, cantidad de pintura e inclinación, principalmente. Resaltando que hay claras diferencias entre los distintos pinceles, lo que nos llevará a aprender cual será el mejor según qué situación. Si queremos limpiar de pincel para cambiar de color podemos hacerlo con gestos pasándolo por una tela dispuesta para ello o simplemente oprimir un botón.

Luego está una gran ventaja que ofrece la virtualidad: hacer, y por supuesto... deshacer. Es decir, si has realizado un trazo mal o de forma accidental puedes hacer "Ctrl + Z" con tan solo mover el joystick izquierdo a la izquierda, o recuperar el trazo dándole a la derecha. Y como complemento tenemos la posibilidad de crear múltiples capas y unirlas, que si bien en principio parece trampa (y en sí lo sigue siendo, solo que me justificaré) podemos darle sentido en un contexto de "ya acabé esta parte de la pintura y no quiero que se mezcle nada más sobre lo que ya he realizado, así que dejaré secar y continúo mañana", con la diferencia de que igual podemos volver a esa capa que "dejamos secar" para realizar cambios y posteriormente continuar con las capas superiores. Lo malo es que solo tenemos un máximo de 4 capas, por lo que se hace importante pensar bien que hacemos en cada una y en qué momento podremos fusionar dos sin arrepentirnos, a la vez que liberamos una.

Ejemplo en que usé la trementina a tope sobre el resultado final.

Acabada nuestra obra de arte no será necesario tomar una captura de pantalla y ver la manera de que salga decente, sino que se nos permite exportarla con tres opciones de imagen siempre desde un ángulo neutral como si de una foto centrada se tratase: 1. Obra incluyendo los elementos del estudio y el entorno de fondo. 2. Solo lienzo con iluminación neutra (las pinturas suelen quedar muy apagadas). 3. Solo lienzo como si tuviéramos una cámara con su propia iluminación frontal. Y como añadido también tenemos la opción de exportarla como archivo 3D, el cuál ojalá Meta permita agregarla en los famosos puntos de anclaje que mostraron en la realidad mixta y así colgar mis cuadros en casa.

Eso es prácticamente todo, solo queda añadir que hay un modo multijugador del que daré detalles al final.

"Romantikku Ageru Yo".

Los expertos (y Johan) hablan

Separemos en tres apartados y leamos qué sensaciones tuvieron aquellos que dominan las artes del pincel.

Pinceles y colores:

Ángela (estudiante):

Tiene más precisión de la esperada al usar el pincel y se siente más natural de lo que imaginaba, especialmente luego de unos minutos de acostumbrarse, sin llegar a la precisión de un pincel real. La mezcla de colores sobre el lienzo se siente lo suficientemente real, aunque los colores en sí se diferencian claramente de los de la realidad, actuando como lo harían en una aplicación de dibujo digital convencional.

Diana (profesora):

La forma de acceder a los pinceles agota y es molesta. Respecto a la mezcla de colores en la paleta es notoriamente más sensible que en la vida real, manteniendo un buen resultado dentro del contexto de verlos como colores que se obtendrían de forma digital (básicamente el resultado es bueno, pero el proceso de mezcla de colores es abrupto).

La diferencia entre las texturas en la pintura que logra cada pincel está muy bien lograda, y por encima de eso el efecto de la trementina/aguarrás es lo que más se asemeja a la realidad.

El poder cambiar el tamaño de los pinceles es lo máximo, agrega mucha versatilidad.

Johny (estudiante):

El manejo del pincel es genial, otorga mucho control. Sin embargo es molesto el no poder cambiar la posición de los pinceles individualmente y dejarlos apoyados por ahí (hay que acceder a ellos siempre desde el mismo lugar).

Johan (roviano):

La versatilidad de los pinceles es maravillosa, poder mantener el mismo pincel en la mano e ir cambiando de tamaño resulta tremendamente cómodo, aunque el hecho de no poder tomarlos y dejarlos apoyados en algún lugar aparte de la estantería en que van sí que puede resultar un poco molesto, cosa que con acostumbrarse se va olvidando con el tiempo. Como contra está la dificultad en estimar apropiadamente cuánta pintura ha quedado en el pincel, teniendo la posibilidad de ver la punta y aún así en muchas ocasiones resulta alejarse suficiente de lo esperado como para tener que corregir. En lo referente a los colores a lo largo de mi vida he intercalado entre lo virtual y lo digital, usando más lo digital en últimos años, y probablemente sea por esto que no sentí mayor incomodidad en como estos se muestran e interactúan, siendo cierto que actúan como colores digitales convencionales, pero comportándose tan bien que me he acostumbrado rápido, no sin dejar el comentario de que algunos colores no predominan sobre otros como deberían a la hora de mezclarlos en el lienzo o la paleta respecto a como lo hacen en la realidad.

Tomado del X de Vermillion.

Paleta, lienzo y su interacción con el color:

Ángela (estudiante):

La textura de la pintura en el lienzo es similar, y la forma en que el aguarrás/trementina afecta a dicha textura resulta acorde a lo esperado. El manejo de la paleta, los pinceles y el caballete permiten la suficiente libertad para sentir comodidad al pintar. La paleta de colores no tiene miles de colores, pero sí los base necesarios para lograr otros a partir de ellos y esa forma de mezclarlos ayuda a sentir más natural el acto de pintar.

Johny (estudiante):

Respeta mucho la interacción de pintura entre el pincel y el lienzo, teniendo que si solo una punta toca la superficie entonces solo esa esquina deja el color. Los colores en la paleta tienden mucho al gris al mezclarlos, perdiendo la viveza que adquieren algunas mezclas en la vida real, evitando que ese aspecto se sienta como propiamente óleo, por lo que hay que acostumbrarse a como se mezclan los colores en la app. Por otra parte en el lienzo se mezclan bien los colores (sin dejar de lado la imprecisión sobre el color que se esperaría al mezclar en la realidad).

Johan (roviano):

Lo más complejo que he encontrado a la hora de pintar fue calcular con precisión la distancia de la superficie del lienzo, ya que al trabajar con objetos virtuales que te indican contacto mediante la vibración del mando resulta complejo, por lo que hacer trazos finos es laborioso incluso con práctica. En otro aspecto está la textura, destacando que cada pincel muestra una marcada diferencia en el patrón que puede dejar, pero en muchos casos hay que cargarlo de mucha pintura para lograr que se note, aunque cuando lo vas entendiendo se logran resultados muy gratificantes.

Tomado del X de Vermillion.

Comentarios adicionales:

Ángela (estudiante):

A diferencia de pintar digital la libertad que aquí se tiene sobre la muñeca y el brazo aporta mucho al control de lo que se busque hacer. La cantidad de capas se siente muy limitada, por lo menos tener 5 o 6 en lugar de 4.

Diana (profesora):

Los espacios son muy bonitos y el ambiente agradable de los escenarios influye positivamente y envuelve. La introducción es poco didáctica y no explica completamente para todos, "alguien que no sepa que es un diluyente no va a saber cómo usarlo ni que hacer con él" (refiriéndose a la trementina).

La disposición y uso de la paleta y el diluyente son muy cómodos.

Johny (estudiante):

En primera instancia se siente como estar pintando con una tableta con algún software como Photoshop o similares, lo que genera un choque por la diferencia entre lo digital y lo real. Sin embargo en el momento en que se van entendiendo las dinámicas y las herramientas que ofrece la aplicación se empieza a lograr un cruce de ideas entre lo que es la pintura real y digital. Aún así se siente raro en muchos aspectos, por lo que un pintor que lleve muchos años en su labor puede presentar rechazo, pero si se ve como una herramienta de ilustración es mucho más cómoda que un programa convencional.

A nivel de comodidad se puede adaptar muy bien para la posición preferida de cada pintor, con la posibilidad de estar de pie, sentado y las distintas inclinaciones.

Más que un simulador de óleo veo es una aplicación de pintura digital alternativa.

Johan (roviano):

El diseño de los espacios virtuales junto con el del caballete son excelentes, es fácil quedarse horas inmerso en como lograr una determinada imagen, aún más de como me sucede ilustrando en el PC por ejemplo, aunque menos que en físico. Claro que hay un choque inicial si hemos pintado en la realidad, el cual según vayamos sobrepasando veremos como las dinámicas virtuales pueden impulsar nuestro flujo de creación.

Olvidaba mencionar que está en español, claro que más allá del tutorial es poco lo que deberemos leer.

Comentario respecto a la versión de Quest 3: la textura de la pintura es notablemente mejor, y la precisión que tengo para medir la distancia entre el pincel y el lienzo se incrementa un poco.

Y finalizo con un comentario negativo de algo que me ha molestado: No hay guardado en la nube, o por lo menos no he podido encontrar la forma de que esté presente. De forma que al pasar de Quest 2 a Quest 3 perdí las pinturas que tenía.

Multijugador.

Van Gogh y Da Vinci cooperando en el nuevo mundo

Una de las actualizaciones que trajo hace unos meses Vermillion fue el modo multijugador, en donde podemos compartir estudio con un colega para dar rienda suelta a nuestra imaginación juntos, o por qué no, hacer de alumno y maestro. 

En el experimento de ver qué tal funcionaba he hecho el intento con dos personas, la primera fue un amigo con quien no pudimos hacer gran cosa ya que solo cargaba la pintura de uno de los dos o solo uno podía ver lo que estábamos pintando, así que por ese lado... mal. Pero en el segundo intento nos reunimos el conocido Vincent Van Gabi y su servidor Leonardo Davidci (sí, mi segundo nombre es David) para crear arte más allá de la comprensión humana, y el resultado fue excelente.

El arte es subjetivo (hey, que lo hicimos en 20 minutos)

La interacción entre ambos era muy fluida pasados un par de minutos en que supongo que la app sincroniza bien ambos lienzos, permitiendo no solo que pintásemos al tiempo en el respectivo caballete, sino que podíamos pintar juntos, compartiendo la pintura de una misma paleta, intercambiando pinceles y paletas, o usando nuestros utensilios por separado. 

Probablemente para la mayoría este modo no sea muy útil o práctico, y aún presenta algunos fallos, pero eso de estar pintando en el mismo estudio con alguien que está a 8.000 km de distancia es seguro una situación que tiene su encanto.

Conclusión

Y con eso cerramos, de mi parte como alguien sin conocimientos en óleo (un poco sí en otras técnicas) he quedado encantado, la integración que Vermillion hace como aplicación me ha llevado por un bello camino que me incita a recorrerlo también en la vida real. Las físicas son destacables sin acercarse altamente a la perfección y las mecánicas serán destacables para algunos o cuestionables para otros, pero me sigue pareciendo supremamente recomendable para personas con cualquier bagaje en los caminos de la pintura al óleo, con la ventaja de que aquellos que estén comenzando podrán aprender las bases y practicar sin tener que gastarse todo lo que implica un equipo básico y multitud de tubos de pintura. Yo con seguridad seguiré pintando, y te invito a que des rienda suelta a tu imaginación iniciándote en los caminos de la pintura virtual.

PD: Puede que la forma en que he escrito este análisis haga cuestionar la coherencia con su nota final, y se lo adjudico al enfoque que le di desde la opinión critica de distintos agentes, sin embargo la experiencia llega a ser tan gratificante que se le podría poner incluso un poco más, aunque la suma de pequeños detalles que perturban la experiencia me hagan decidirme a no hacerlo.

El juego ha sido analizado en Quest 2 y Quest 3.

Vídeo análisis: