Konrad the Kitten: ANÁLISIS
26 FEB 2018 11:35
Cuida a Konrad, una adorable mascota virtual en este Pet-game enfocado a los más pequeños de la casa y con la novedad de poder fijar nuestro mando de movimiento a un peluche para jugar con él. Disponible para Rift, Vive, Windows MR y PSVR.
Konrad the Kitten
Imagina una mascota virtual, a la que puedas tocar, abrazar y tener en tus brazos realmente, os presentamos a Konrad el protagonista de este pet-game desarrolado por FusionPlay, donde tendremos que cuidar de este adorable gatito virtual y atender todas sus necesidades cotidianas, pero con un sistema de control bastante novedoso dentro del mundo de la realidad virtual, ya que en Konrad the Kitten, tendremos la oportunidad de fijar nuestro mando de movimiento a un peluche y tener la sensación cuando estemos jugando de tener realmente a esta adorable mascota en nuestras manos, con el grado de inmersión que ello supone.
Durante algunos meses los usuarios de Vive y Rift pudieron probar el juego en la categoría de Early Access de la plataforma Steam, mientras se terminaban de pulir todos los aspectos de jugabilidad y controles, para más tarde añadir el soporte de Windows MR y ahora también de PSVR.
Konrad the Kitten nació como una sorpresa en el aniversario de un diseñador a su pareja, creando las bases de lo que sería el juego final y con un concepto nuevo dentro de la realidad virtual, -¿qué pasaría si fusiono mi mando de movimiento con un peluche cualquiera que tenga en casa?- y así con esta gran idea, empezó a coger forma el proyecto, de tal manera que el estudio independiente FusionPlay se fijó en este concepto y desarrolló el juego que hoy analizamos, pensado para un público más infantil, donde los pet-games son siempre una buena propuesta.
Mi mascota virtu-real
Pocas cosas son más adorables que un gatito, y Konrad, nuestro protagonista, no iba a ser menos. Desde el primer momento que le conocemos nos enamorará y le cogeremos bastante cariño, aunque como todas las mascotas, Konrad tiene un montón de necesidades de las que tendremos que hacernos cargo, ya sean aspectos básicos como comer, dormir o jugar, mientras poco a poco iremos encontrando lugares nuevos de nuestra casa virtual o incluso zonas fuera de ella, como bosques o playas, todas con nuevas actividades y necesidades que se irán implementando en nuestra mascota y de las que tendremos que saber realizar en cada momento.
La primera vez que jugamos, observamos que solo se puede jugar con mandos de movimiento y que el español es uno de los idiomas disponibles, estando por defecto en la versión que hemos probado, también debemos saber, que en sistemas de posicionamiento más limitados como puede ser el de PSVR, el juego nos invita a que movamos la cámara en un determinado ángulo para así poder recoger la información del suelo, ya que para jugar a este juego necesitaremos de algo de espacio y extender una manta o cojín para sentarnos en el, algo menos engorroso en sistemas como Vive, pero del que igualmente necesitaremos espacio extra, del que no todo el mundo dispone en su zona de juego habitual.
Una vez calibrado cámaras o sensores, el siguiente paso será el de poder elegir entre jugar en el modo normal o el modo peluche, en el modo normal simplemente utilizaremos un mando de movimiento, que dentro del mundo virtual será nuestro protagonista, sin ningún tipo de botón dedicado a gestos, acciones o movimientos, ya que el sistema de control es mediante hotspot y simplemente deberemos de llevar a nuestra mascota a los diferentes puntos que vayamos encontrando para teletransportarnos o que nuestro protagonista realice una acción predeterminada. La siguiente forma de jugar se denomina modo peluche, siendo la mas llamativa e innovadora, ya que debemos de fijar nuestro mando de movimiento a un peluche que tengamos en casa. La forma en que el juego nos dice que tenemos que fijar el mando a nuestro peluche real es mediante gomas, y sí, parece un sistema bastante pobre e improvisado, pero una vez que lo tengamos todo puesto y calibrado, olvidaremos este aspecto y descubriremos que el peluche se comporta realmente bien en nuestro entorno virtual. De igual manera que en el modo normal, el sistema de movimiento y acciones es mediante hotspot, quitando alguna acción que lograremos girando a nuestro protagonista de diferentes maneras.
Independientemente del modo de juego que elijamos, la sensación de que Konrad es una mascota de verdad, es bastante grande, aunque debemos decir, que jugar a este juego con el modo peluche, le da un enfoque mucho mas realista e inmersivo a la experiencia general, ya que tanto el posicionamiento como el calibrado del suelo, es bastante decente e incluso en sistemas como PSVR y no desentona en ningún momento, lo que ayuda bastante a sentirnos dentro de este mundo virtual donde podemos dejar a nuestra mascota en diferentes lugares con bastante precisión.
Konrad y sus necesidades
Como hemos comentado antes, Konrad es un adorable gatito del que pronto nos encapricharemos, pero que como buena mascota que es, tiene una serie de necesidades y cuidados que debemos de ir cumpliendo para tenerle en un estado sano, limpio y educado, ya que si no lo vamos haciendo, Konrad se volverá, desobediente, podrá enfermar o estará sucio.
Tenemos una serie de barras donde observaremos el nivel de energía, salud u obediencia que tiene nuestra mascota, también podemos ver los pensamientos de Konrad, simplemente levantándole por encima de nosotros, esta información nos será de gran ayuda para satisfacer las necesidades de nuestra mascota, así podemos ver items específicos, como beber agua o jugar a un determinado juego y también items más generalizados como comida, mimos o aseo.
Para satisfacer las necesidades de nuestro protagonista, simplemente tendremos que llevarlo hasta la zona donde está el hotspot indicado y soltar a Konrad allí, en ese mismo instante Konrad realizará la acción determinada del sitio, así si por ejemplo Konrad tiene hambre, deberemos de llevarle hasta el comedero y soltarle allí para que coma, si en cambio lo que queremos es que haga sus necesidades, deberemos de llevarle hasta su cajita de arena y soltarle dentro para que pueda hacerlas. En un principio, puede parecer una mecánica de juego bastante simple, pero la verdad es que funciona muy bien y, además, es bastante intuitiva, ya que normalmente sabremos donde debemos llevar a Konrad en cada momento, simplemente echando un vistazo a nuestro alrededor y viendo las opciones disponibles.
Cada vez que utilizamos a nuestro amigo, para realizar alguna acción o necesidad, iremos consumiendo energía y aquí entramos en quizá el punto más negativo del título, ya que una vez consumida toda la energía, Konrad nos dirá que tendremos que volver otro día para poder seguir realizando actividades y se negará a realizar ninguna acción hasta que haya recuperado parte de ella, así que para que podamos seguir con el juego debemos de esperar unas horas como mínimo, para que haya recuperado algo de energía y tendremos que salir del juego, algo que como os decimos creemos que es un punto bastante mejorable, ya que si nos disponemos a realizar todas las acciones y necesidades de Konrad rapidamente, en unos 15-20 minutos habremos consumido toda la energía y no podremos seguir atendiéndole aunque debemos de tener en cuenta que el juego ha sido diseñado para que las sesiones no sean muy largas y que tengas que volver día tras día para atender las necesidades de Konrad.
Lugares, zonas y juegos
Cuando accedemos por primera vez al juego, aparecemos en el porche de una bonita casa, donde las estancias y lugares disponibles es bastante escaso, ya que pronto descubrimos que para desbloquear más sitios y zonas, debemos de ir subiendo el nivel de afecto que Konrad tiene hacia nosotros. Para averiguar cuánto nos quiere Konrad, debemos de observar su collar, donde aparecerán un corazón y una moneda, el corazón nos indica el afecto y las monedas podremos usarlas para cambiar el aspecto e ir añadiendo accesorios a nuestra mascota, ya sea poder ponerle una gorra o unas gafas, o incluso cambiar el color de nuestro gatito, todo ello se podrá realizar en la tienda, destacando los más de 50 accesorios diferentes de los que disponemos en ella.
Para lograr monedas o corazones, lo único que debemos hacer es realizar los deseos y necesidades de Konrad, así si Konrad se siente satisfecho, después de cada acción, nos premiará con corazones que irán subiendo nuestro nivel de afecto y con más nivel de afecto a su vez, iremos desbloqueando más acciones, habitaciones de la casa e incluso lugares fuera de ella, desde ir a la cocina, el salón o el baño, a ir a la playa o al bosque, todos estos sitios con sus acciones predeterminadas. Para lograr las monedas, lo que debemos hacer es igual que con los corazones, simplemente ir satisfaciendo a nuestro protagonista, pero con la particularidad de que cada vez que realicemos varias acciones o necesidades seguidas, nos saldrá una ruleta con la posibilidad de jugar a minijuegos, la obtención de monedas o de corazones. Si por casualidad nos toca la casilla de algún minijuego, dependiendo del resultado que obtengamos, nos premiarán con más o menos monedas.
Los minijuegos, como el resto del título se irán desbloqueando según vayamos ganando confianza con nuestra mascota y la verdad que son bastante entretenidos y diversos, como por ejemplo cazar ratones, ir pasando por aros dispersos por la habitación, coger mariposas o pescar, entre otros. Para jugar a todos ellos, debemos coger a Konrad e ir guiándole para lograr el objetivo.
CONCLUSIÓN
Konrad the Kitten es una gran experiencia con muchos aspectos innovadores que está enfocada a un público más infantil, donde la posibilidad de fijar nuestro mando de movimiento a un peluche le otorga un nivel de inmersión muy positivo. La temática es muy desenfadada y al ser unos gráficos bastante simples, hace que la resolución sea bastante buena, por otra parte la inclusión del idioma español siempre es un aspecto a destacar, más aún tratándose de un título indie. Tanto las acciones como las mecánicas del juego son bastante correctas y los minijuegos son todo un acierto, aunque tenga un par de peros, y uno bajo nuestro punto de vista, bastante gordo. El primero es que debemos de contar con un espacio que quizá no tengamos, para poder jugarlo correctamente y el otro es cuando se acaban las fuerzas de Konrad, que no tenemos la posibilidad de seguir jugando hasta que Konrad recupere algo de fuerza, pasando algunas horas entre medias y obligándonos a salir del juego. Quizá con alguna actualización este apartado pueda arreglarse, aunque el objetivo de su creador era imitar a una experiencia similar a los Tamagotchi.
El análisis de este juego ha sido realizado en su versión para PSVR, por lo que algunos aspectos pueden variar en las diferentes versiones para las que está disponible.
albertopina1
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#1 26 FEB 2018 14:32
¿Se puede colocar el mando en un gato real? A lo mejor así le hago algo de caso...
cercata
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#2 » Respuesta a albertopina1 #1 26 FEB 2018 14:51
Rioga
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#3 26 FEB 2018 16:47
No creo que a mi gato le haga mucha gracia que le cuelgue un mando de la lomera. Casi con toda seguridad me llevo un zarpazo i/o mordisco.
El juego para mi sobrina puede estar bien, tiene 7 años y ya ha acabado con todos los juegos /experiencias que tengo para niños.
mcdohl
#4 26 FEB 2018 17:19
A ver donde le vais a poner el mando al gato, que hay gente muy borrica con muy malas ideas
Guerrero
#5 26 FEB 2018 17:21
Cuando termine de trabajar y llegue a casa le pongo el move a mi Chihuahua.
Esto no puede acabar bien.
cercata
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#6 » Respuesta a mcdohl #4 26 FEB 2018 18:13
parumerosan
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#7 26 FEB 2018 21:52
si veo barato un gato disecado igual me lo pienso