Fujii: ANÁLISIS

Biomas fantásticos

Los japoneses denominan Fujii a la Wisteria Well, una enredadera cuyos finos tallos, cargados de pequeñas flores rosadas, cuelgan como una espesa cortina. Curiosamente, será una de las pocas plantas a las que no tendremos acceso, salvo, tal vez, al final; pero, sin duda representa la gran exuberancia vegetal cargada de colorido, que inunda este mundo fantástico creado por Funktronic Labs.

A poco que comencemos a introducirnos en la música, entornos y personajes de Fujii, nos vendrán a la cabeza otros mundos y personajes llenos de encanto y color: los de Hayao Miyazaky; no debería sorprender la figura con la que Eddie Lee, el fundador de Funktronic Labs, ha escogido para las fotografías con su equipo.

El equipo de Fujii ha conseguido crear un mundo que no tiene nada de envidiar a los de Miyazaki; incluso en la versión analizada, la de Oculus Quest, los gráficos, texturas, animaciones y música se mezclan en un todo en el que se nota una gran calidad técnica y artística, con unos detalles muy cuidados. Cada pequeña parte de este mini universo reacciona a nuestra presencia y acciones, entre luces y sonidos. También nos acompañarán un buen número de temas musicales.

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El mundo de Fujii consta de un árbol místico conectado a tres biomas, ecosistemas en el que todos los seres vivos están estrechamente relacionados con su entorno y entre sí. Nuestra misión consiste en devolverles su luz, ahora dispersa entre algunas de sus plantas y animales. También tendremos tres pequeños parterres propios, correspondientes a los tres biomas del juego, que podremos decorar con todos los ornamentos, plantas y animales que nos podamos traer de nuestros viajes. Como ayuda, un simpático gnomo que nos ensañará a dar nuestros primeros pasos y nos llevará a los diferentes biomas. Otra criatura espiritual, semejante a un gusano plano de luz, nos guiará por ellos.

Tutorial  

Antes de nada, nos enseñan a movernos por el mundo (mediante teletrasporte y movimiento libre) y alguna particularidad de nuestro cuerpo: ahora somos una criatura parecida a una planta. Si usamos el botón de coger de nuestros mandos, atraparemos de inmediato cualquier cosa a nuestro alcance, el cual no es pequeño. Nos darán una semilla y nos pedirán que la pongamos en una maceta de tierra oscura y fértil. Todas las animaciones y excelentes físicas nos harán creíble que la semilla se coloque bien en la tierra por si sola. 

Los carteles del juego, en castellano, nos enseñarán a coger agua de una gran gota flotante. Bastará con apuntarla y “coger”, para que cualquiera de nuestros brazos se alargue hundiéndose en ella. En segundos, nuestro antebrazo virtual aparecerá cargado de agua, como los de un Popeye fláccido. Esa agua la podremos disparar por nuestros dedos, con los gatillos, y regar las plantas a distancia.

Después de este entrenamiento básico, se nos llevará ante la presencia del gnomo. De vosotros dependerá cómo le despertéis. 

Una vez despierto, el gnomo nos enseñará el valor de lo que, a falta de otro nombre y por su color amarillo, he denominado "granos de polen". Semillas no son, no se pueden plantar. Frutos tampoco parecen, desde luego, no se comen.

Son las "monedas" del mundo de Fujii y sirven tanto para comprar semillas o macetas, como para activar diferentes artilugios, como, en este caso, la puerta al primer parterre del interior del árbol místico.

Este parterre pertenece al Bioma Verde, el humedal. Al principio hay sólo una especie de Orquídeas rojas y poco más, ni siquiera alguna planta de las que veis. Necesitaremos más semillas para abrir una segunda puerta, que nos llevará al exterior del árbol místico y, desde allí, a la barca que nos llevará a su Bioma correspondiente. Empezarán ahí nuestros viajes.

Por suerte, las plantas bien cuidadas liberan granos de polen más que suficientes. Estas son tan simpáticas que nos avisarán cuando tengan polen para nosotros. Un consejo, lo mejor es tratar a las plantas con mucho “tacto”.

Nuevas mejoras: puntos de guardado y movimiento libre.

El mundo de Fujii es un mundo persistente. No podemos grabar partida, se van guardando los cambios para que, cada vez que entremos, las cosas sigan en su lugar; aunque el tiempo sí pasa para el desarrollo de las plantas.

Los jugadores protestaron conforme no podía haber varias partidas. ¿Qué pasaba si alguien más de la familia deseaba montar su propia aventura y jardines? También se quejaron sobre la falta de movimiento libre.

Este mismo 24 de julio, los desarrolladores arreglaron estos problemas.

Añadieron un árbol con tres puntos de guardado, representados por frutos. El punto de guardado activo es el que está introducido en el árbol, basta con intercambiarlos para pasar de un punto a otro. Los frutos muestran nuestro avance en la aventura; en su interior, cada bioma completado aparece representado como una criatura del mismo.

Añadir movimiento libre:

Es necesario que al menos uno de los mandos siga usando el teletrasporte, ya que hay zonas que lo hacen totalmente necesario.

Pero si queremos cambiar un mando para que pase del modo teletrasporte al de movimiento libre (o al revés) para Oculus Rift o Quest, mantendremos pulsado el botón del joystick y el gatillo del mando y veremos cómo aparece la imagen de un anillo que se irá completando sobre la imagen del modo actual; si se completa, el mando cambiará de modo.

Para SteamVR:

SteamVR tiene una amplia gama de controladores, por lo que hay que mapear el control de locomoción. Iremos a SteamVR (modo VR), seleccionaremos Opciones -> Configuración del controlador -> Mostrar más aplicaciones -> Fujii

Seleccionaremos Editar para cambiar las asignaciones predeterminadas.

Desactivaremos el Modo Espejo (para cambiar la locomoción sólo al mando izquierdo)

En el mando izquierdo ajustaremos la posición a caminar.

Guardaremos los cambios.

Ahora vayamos a visitar los diferentes biomas.