Green Hell VR: ANÁLISIS PC VR

Purgatorio en la selva VR más realista jamás creada

La adaptación que ha realizado Incuvo del juego plano Green Hell a realidad virtual no es la misma experiencia que el juego plano, pero se le acerca mucho más que la estrenada en abril para Meta Quest 2, incluso demasiado. Ha habido algunos mínimos sacrificios, pero muchos menos que en la versión standalone y ningún recorte de contenido. El mapa es más largo, el número de objetos con los que podemos interactuar es mayor y algunas cosas se hacen de manera diferente, hay más construcciones a nuestra disposición y también se ha incrementado la dificultad, aunque esta es ajustable.

No voy a repetir lo que ya se comentó en el análisis de Quest 2, podéis leer ahí la información básica de la historia de cómo hemos ido a parar a una selva amazónica con menos recursos de los necesarios para sobrevivir. Green Hell VR pertenece a un tipo de género que levanta pasiones, hay gente a la que le gusta sufrir, pero que también repele más que el Relec a los mosquitos a otra parte de los jugadores. Su público objetivo es aquel al que le gustó The Solus Project, The Forest o, en menor medida, Song In The Smoke. Si el estar pendientes constantemente de vuestra salud o el tener que recoger veinte materiales para encender una simple hoguera no es vuestra idea de diversión, visitad en la vida real la Selva del Irati o el parque de vuestro barrio, no esta Amazonia virtual, o jugar a Garden of the Sea.

Gráficos y rendimiento

En PC VR no hay "trucos", aquí no se usa la técnica AppSW (aunque hay otra técnicas que ayudan en las caídas como en cualquier otro juego de PC VR), la diferencia con Quest 2 es abrumadora, siempre y cuando tengamos un ordenador capaz de aguantarlo todo, porque, aunque el rendimiento en el juego final es mucho mejor que en la demo que se pudo probar en febrero, el estudio todavía podía haber trabajado más la optimización. En cambio, parece que han decidido que eso sea tarea del usuario, como si no tuviéramos bastante con talar, frotar palitos para hacer fuego, buscar comida y agua potable, construir un refugio o elaborar medicinas con hierbas.

El número de parámetros que podemos modificar para que a nuestro PC no se le atragante Green Hell VR es elevado, así que con una GTX 1660 Super que es lo que marca en su ficha como requisito mínimo de GPU habrá que confiar en que se puede jugar así. Yo lo he probado con una RTX 2080, teniendo que dejar la mayoría de opciones en nivel Medio, y con una RTX 3080 en Ultra, con la que tampoco me he librado de algunos tirones o de ver como parte de la vegetación, ocasionalmente, aparecía como por arte de magia en mitad de la selva. Al final decidí sacrificar algunos detalles para tener una experiencia más fluida.

Con todo, hay momentos de auténtico deleite visual. Pocas veces hemos visto en VR escenarios exteriores con tanta vegetación, luz que se filtra entre las ramas de los árboles, una buena representación del agua fluyendo por un río o cayendo en cascada, etc. Pararse a contemplar un amanecer o anochecer sobre la selva, ver revolotear mariposas, jabalís que salen huyendo de repente, ranas que saltan a nuestro paso, es una auténtica gozada. Este infierno verde se siente como un ecosistema lleno de vida. Por poner una pega, la lluvia no me terminó de convencer.

Sonidos e idioma

Las voces están en inglés, y en la primera hora de esta aventura hay bastantes diálogos, luego cuando nos quedemos solos en la selva esto tendrá menos importancia. Como curiosidad, con la que ya nos hemos topado en otros juegos, oiremos algunas frases en español. Lo que sí está en nuestro idioma es el menú, la interfaz y subtítulos fáciles de leer.

La banda sonora no es espectacular, tampoco sería muy lógico escuchar en mitad de la selva a una orquesta sinfónica, la verdad. La música incidental cumple bien su cometido cuando hace acto de presencia, y lo mismo se puede decir de los efectos sonoros. Estos son abundantes y variados, y en algunas ocasiones se juega con su ausencia, con el silencio, para que nos sintamos realmente aislados en mitad de ese bosque esmeralda.

Físicas y colisiones

Cuando veíamos los primeros avances de este juego, nos ilusionamos pensando en que nos íbamos a encontrar con un alto grado de interactividad e inmersión, y así ha sido. Coger objetos, manipularlos, almacenarlos en la mochila al hombro y todas esas cosas que hacen de jugar en VR algo más que estar dentro de un escenario 3D están bien implementadas, y se nota que desde la demo al lanzamiento del juego las han mejorado, y más tras el parche recibido después.

Hay colisiones y las físicas funcionan razonablemente bien sin llegar a la excelencia. Lo he jugado con HP Reverb G2 para disfrutar del espectáculo visual, y con Quest 2 por el mejor seguimiento de los mandos. Con ambos sistemas apenas he tenido problemas, y cuando los ha habido, es más por una decisión de diseño del propio juego.

Hay momentos en los que, al alcance de nuestras manos, tenemos varios objetos. Para que sepamos cuál vamos a agarrar aparece sobre ellos un indicador, un círculo blanco. Ese tipo de ayudas me rompen un poco la magia de la inmersión, y más cuando la cantidad de objetos es múltiple y, al mover el mando, se resaltan unos y desaparecen otros, para al final, terminar cogiendo el que no quieres.

En la versión PC VR, al tener que usar más objetos y construir más refugios, herramientas o armas, esto puede llegar a molestar un poco. Pero bueno, como hemos venido aquí a sufrir, pues no pasa nada.

Más y más, pero quizá no mejor

¿Es la versión PC VR mejor que la de Meta Quest 2? Desde luego es más, tiene un ecosistema más variado, el mapa es más grande y todo en general es más complejo. Por ejemplo, encender una hoguera en PC requiere una mesa de artesanía sobre la que fabricar una herramienta con madera, palos y yesca. Y frotar, y colocar con cuidado el fuego generado en la estructura de la hoguera, o se apagará y tendremos que volver a empezar. En la versión standalone (de Quest 2) bastaba con colocar la yesca en la hoguera y generar una chispa golpeando un par de piedras.

Estamos en un mundo abierto, con limitaciones, así que solo por eso al ser el mapa ahora más grande y albergar más animales y vegetales peligrosos, el juego es más difícil. Y hay más estructuras que construir, y mecánicas de caza y pesca, por lo que el desafío es mayor en PC VR que en Quest 2. Avisados estáis.

Sin embargo, el que algunas cosas se hagan de una manera más compleja no siempre es un punto a favor para la versión PC VR. En términos generales, la simplificación de las interacciones en Quest se dan mediante un proceso físicamente más intuitivo. Esto hace que el cuaderno que hace de guía de supervivencia sea más completo en PC, pero también nos obliga a leer más para enterarnos de cómo debemos hacer ciertas cosas. ¿Queremos más y más como en el arte barroco, o menos es más? ¿Qué la versión para visores de PC esté más apegada a la original (por ejemplo en el uso de la mochila) es un punto a favor o en contra?

Conclusión

En el caso de tener que decidir entre la versión de Quest 2 y la de PC, quizá lo que he escrito os pueda ayudar a escoger, pero es algo muy personal. Incuvo prometió que el desarrollo de ambas sería diferente, que una no dependería de la otra, y es una promesa cumplida. Lo que sí está claro es que si habéis elegido esperar a jugar a Green Hell en VR y no en monitor plano, habéis acertado.

El juego ha sido analizado con HP Reverb G2. También se ha probado con Quest 2 + Air Link.