Under Cover: ANALISIS

¿Tienes una moneda de 25 pesetas?

No sé si sois tan viejunos como yo, pero recuerdo como si fuera ayer mi época de inmigrante ilegal en el arcade de mi ciudad. Los videojuegos centraron mi ocio, y debo de reconocer que quedarme a vivir todas las tardes en los videojuegos (que era como conocíamos a los arcades, este un palabro muy técnico para nuestra época), hizo el hombre viejuno que ahora soy.

El ecosistema, mejor dicho el bioma (palabro que ahora mola cantidad) de un arcade de los ochenta era cuanto menos variado y singular. Estaba el pringado pijo, que soltaba monedas de 25 pesetas sin pasar de la primera pantalla. Luego estaba el niño renacuajo que, colándose entre las maquinitas, más tieso que la mojama, siempre estaba atento por si caía algo. Su frase de bandera era "¿Te lo paso?".

También estaba el voyeur, aquel muchacho que se tiraba las horas muertas sin gastarse una peseta, simplemente transitando de máquina en máquina para ver como otros jugaban.

Y luego estaba yo. Aquel con las monedas justas, pero siempre con la decisión firme de sufrir en primera mano la dificultad de la época, que esperaba hasta que mi amigo, mi compañero de armas, hacía acto de presencia y así podíamos avanzar más en la máquina. Jugábamos a dobles, que es como se llamaba en la prehistoria videojueguil al modo cooperativo.

Porque yo concebía siempre este ocio como un ocio de equipo. Eso unía. Eso creaba hermanos de sangre. Bueno, eso y el olor a sudor y otras cosas que reinaban en el ambiente (sobre todo en verano).

¡Cúbreme!

Under Cover juega desde el primer momento que entramos en el juego con esos recuerdos que os he narrado antes. Lo primero que vemos es una máquina arcade con pistolas de los Time Crisis. Entramos en el juego rompiendo con el arma la pantalla. Y súbitamente nos encontramos dentro del juego.

Al igual que estos arcades de los ochenta, podremos jugar en cooperativo. Y si no tenemos ningún amigo para jugar online, el juego se encargará de ponernos una compañera (los dos personajes principales son femeninos) controlada por la IA, que para que os hagáis una idea, sería la primera en morir en una película de vaqueros. Creo que dejo bastante clara su capacidad para ayudarte.

Aun así, el juego es un desafío creciente, pero no hasta llegar a ser exasperante como si fuera la dificultad de los arcades de los ochenta. Tendremos la capacidad de continuar hasta dos veces si nos quedamos sin vida. Ésta está formada por un total de 5 bloques de color verde que iremos perdiendo por cada bala que encajemos del enemigo. Podremos recuperarla a lo largo del juego disparando a unos items, muchas veces escondidos para que suponga un reto encontrarlos, que nos recuperarán varios de estos bloques de vida.

Con cada nueva fase que superemos, la vida se regenera y también el número de continuaciones. Por lo tanto será un juego fácil de completar aunque sea en modo en solitario con una IA incapaz.

¡Cúbrete!

La principal mecánica de Undercover, aparte de disparar como un poseso, es cubrirse. Y esto se hace de igual manera que recargar. De hecho nos cubriremos y recargaremos a la vez. El juego te da la opción de jugar sentado o de pie, aunque recomiendan esto último y yo me uno a la recomendación. Si jugamos sentados, pulsando el botón A de nuestro controlador derecho, podremos cubrirnos y recargar a la vez. Si jugamos de pie, simplemente con inclinar la cabeza hacia adelante - no tenemos que agacharnos totalmente imitando la posición de cobertura - recargaremos y nos cubriremos de las balas de los enemigos.

Estos son variados y progresivos, es decir, que veremos nuevos enemigos conforme avancemos en el juego. Para completar el juego tienes que superar 4 misiones, divididas en tres fases y jefe final en cada una de ellas. Los enemigos serán cada vez más desafiantes y más complicados de matar, aunque todos, incluidos los jefes que hay después de cada misión, tienen sus puntos débiles. Si apuntas a ellos, evidentemente podrás eliminarlos con más rapidez. Algunos que lanzan proyectiles si apuntas en su mochila, no solo los eliminaras, sino que además permitirás una explosión que no solo afecte a los enemigos que los rodeen, sino que además provocarás una parada en el tiempo que vendrá muy bien para tomar respiro y apuntar con mayor certeza y celeridad al resto de enemigos que aun queden en pie.

A lo largo de las fases que forman parte de las misiones, encontrarás no solo las oleadas de los enemigos, sino diferentes items, especialmente armas, a los que podrás disparar y atrapar para ganar esa ventaja momentánea. Así podremos equiparnos con pistolas a dos manos, metralletas, metralletas a dos manos, recortadas, recortadas a dos manos, lanzacohetes, etc… Un sinfín de variedad en las armas que nos vendrá muy bien para pasarnos la fase, a veces demasiado rápida. Pero recalco, son mejoras muy temporales.

También podremos aprovechar otros objetos del entorno como barriles explosivos que, de nuevo, afectarán a los enemigos del entorno y paralizarán el tiempo.

Al final de cada fase el juego puntuará nuestra habilidad, como lo hacían los arcades de la época... Y lo hará en función de nuestra habilidad para apuntar, nuestra rapidez, y el número de muertes encadenadas.

El Time Crisis de Meta

El juego puede ser jugado en visores Meta, Quest 2, Quest 3 y Pro. Su inmersión es total. Es cierto que es un juego que no necesita de muchos alardes técnicos, pero sus gráficos, sin ser nada del otro mundo, cumplen gracias a su estilo arcade. Las dimensiones de nuestras armas y manos, y el entorno, están clavados. Nada que reseñar negativamente.

A veces he comprobado alguna ralentización cuando el juego empieza a desatarse, con multitud de enemigos, destrucción del entorno o entrada de jefes en la acción. Pero son ocasiones contadas, y entiendo que con sucesivas actualizaciones el juego irá más fino.

La mecánica de cubrirse y recargar automáticamente como un típico Time Crisis funciona perfectamente, y en ninguna ocasión me he quedado vendido ante la posibilidad de que el juego no captara mi movimiento con la cabeza. De hecho, estamos ante una de las mejores mecánicas y que más nos ayudará a mejorar nuestros records, ya que la rapidez en la utilización de esta es vital cada vez que tengamos avisos visuales o auditivos de que el enemigo va a dispararnos.

Conclusión

Undercover ofrece lo que recibes, nada más y nada menos. Para mí ya es algo. Es un juego que funciona a las mil maravillas, es frenético, divertido y muy rejugable gracias a su alma arcade.

Todas las mecánicas funcionan como una verdadera maquinaria engrasada. Y aunque haya muchos juegos de este tipo en el catálogo de Meta, este por su diversión, inmediatez y entretenimiento es de mis favoritos.

Aunque venga con subtítulos en castellano, la historia es lo de menos. Te verás a veces disparando el SKIP de la conversación que un NPC nos quiere contar antes de liarnos a disparos, porque aquí no hemos venido para que nos cuenten su vida. Es la típica de un megalomaníaco empresario científico que quiere convertirnos a todos en robots cibernéticos controlados por él (de fondo se escucha la típica carcajada sarcástica-maligna de un malo del todo a cien).

Si pudiéramos pedir algo, creo que sería un menor precio. Sale en nuestro país a 24,99 euros. Simplemente porque es un juego corto que aproximadamente te dará una hora y media de entretenimiento, aunque es verdad que es muy rejugable.

Aquí venimos a disparar, a matar a malos a cascoporro y sobre todo y ante todo, a jugarlo con amigos, que es cuando más mola. Porque los arcades siempre han tenido ese espíritu social que luego fue suplido por el online. Que también mola. Pero reconozcámoslo, ese olor, ¡ESE OLOR! no podía ser sustituido por nada en el mundo.